El hermanito
Sinopsis de la película
Harold es un muchacho debilucho y algo tímido a quien su padre, el sheriff Hickory, trata como a un niño. Pero cuando Hickory es acusado de haberse adueñado del dinero que la comunidad le había confiado, Harold, empujado por el amor, demostrará lo que vale.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Kid Brother
- Año: 1927
- Duración: 84
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
7.4
53 valoraciones en total
Chaplin, Keaton y LLoyd. Y no necesariamente por ese orden. Los tres genios de la comedia antes del sonoro, después y siempre. Cada cual los pondrá en su orden de preferencia, para mi los tres están juntos en el número uno del cajón.
Es cierto que Lloyd ha estado durante más tiempo escondido , dado que sus herederos tardaron bastante en ceder los derechos de sus obras para la difusión televisiva y que Chaplin quizás prolongó sus éxitos algo más con el sonoro, pero visto en perspectiva ellos si que son el auténtico tridente goleador que provocan, en palabras del propio Lloyd: el mejor sonido del mundo: la risa . Y no solo eso, por supuesto.
En el 27, Lloyd estaba consagrado y su meticulosidad y preparación de cada uno de sus trabajos obtenían resultados fascinantes.
The Kid brother , es una gozada de principio a fin, con un ritmo in crescendo , marca de la casa y un equilibrio entre el slapstick medido, la aventura, el amor y el drama más que notable. Tras un comienzo progresivo donde la comedia y los gags inteligentes se suceden sin parar, el conflicto heredero de la película Tol´able David (Henry King / 1921), se afianza en una historia de superación personal ayudado por el amor para desembocar en una pelea antológica, un mono increíble (Keaton lo volvió a fichar) y un final que destila gusto por el detalle.
Un buen reparto, que supuso la última colaboración de su habitual pareja en la pantalla Jobyna Ralston y unas ganas tremendas de volver a encontrarnos con este hombre vulgar de gafas de concha capaz de demostrar que cualquiera podemos ser héroes si creemos en nosotros mismos.
Cuando se habla de la selección natural, entendida como la sobrevivencia del más fuerte, de inmediato, nuestro inconsciente asocia ese fuerte con el más grande, el más fornido, el más agresivo… pero cuando uno se aproxima, con un tris de vista abierta, a lo que nos enseña la realidad, pronto se da cuenta de que ser fuerte es otra cosa, y que tiene que ver más con la resistencia, con la capacidad de adaptarse, con la habilidad mental y con la fuerza del espíritu. Por eso, se han extinguido los dinosaurios y aún existen las hormigas, desaparecieron los mamuts y se multiplican por millonadas los ratones, mueren y caen en el olvido todos los fortachones y se conserva para siempre la memoria de los que han hecho arte.
Harold Hickory, el menor de los tres hijos del sheriff de Hickoryville, es un chico débil de músculos, y por tal razón, su padre y sus hermanos lo subestiman y lo desconocen. Pero, Harold ama a su padre y mucho quisiera poder ser reconocido por sus personales cualidades. Lamentablemente, donde hay mucho músculo suele haber poco seso, y tendrá que darse algún hecho relevante para que la verdadera fortaleza pueda notarse a flote. Y, en la sabiduría del universo, ese hecho ha de llegar.
Harold Lloyd nos brinda en esta película a un ser entrañable, de una gran habilidad mental y sorprendentemente diestro. Su personaje tiene la fuerza espiritual, la ternura y la dignidad que hace GRANDE, y que deja rezagados todos los subvalores que motivan la presunción sin demostrada eficacia. Es sencillo conectarse con él, es fácil sentirle, y es muy, pero muy placentero, verle salirse con la suya con esa destreza que sorprende a cada instante.
Hay palabras que tienen tanta eficacia como la acción más poderosa, y cuando un hombre enamorado de pronto descubre que, la mujer que ama ha puesto su fe en él, sacará fuerzas del infinito y será capaz de realizar lo que parecía imposible.
Hay escenas de una gran belleza plástica, como cuando Harold sigue a Mary subiéndose cada vez más alto a la copa de un árbol. Hay asociaciones impecables como cuando las lágrimas de ella caen en la mano de Harold y de pronto se mezclan con la lluvia. Y hay situaciones muy divertidas, como aquella del desayuno o cuando los hermanos quieren apalear a Harold.
En esta película, triunfa el amor, como la fuerza más poderosa del universo, triunfa el ser, cuando va acompañado de dignidad y de compromiso, y triunfa el arte, porque es éste uno de los más bellos y encantadores filmes con que se ha glorificado el quehacer cinematográfico.
Un guión clásico, efectivo, tradicional y completo. Una peli que, aunque muda, no necesitamos leer los carteles para saber en todo momento lo que están diciendo los diferentes personajes y lo que ocurre.
Añadir una cosa más:
El malo era merecedor de un Oscar. Su actuación es prodigiosa. Cuando lucha por el dinero robado en el barco con el hijo pequeño del Sheriff, su expresividad no es la del rostro feroz y odioso, sino un rostro pocas veces apreciado en las pantallas del que no se reconoce a sí mismo por su propia actuación cuando le domina el instinto de matar. Se complementa perfectamente con Lloyd para que salgan las secuencias perfectas.
Y si alguien merece también un Oscar pero como nadie lo ha merecido nunca, con su actuación de chivato y con los zapatos puestos, ese es el mono. Sobresaliente.
La película favorita del señor Lloyd es la película más elaborada. Y en la que más se involucró a la hora de dirigir escenas. Él no estaba tras la cámara ya que no era supermán. Pero casi. Aquí vemos al mismo mono que años después saldría en El cameraman de Buster Keaton. Es el mismo mono no el doble o el hermano pequeño. Buster Keaton siempre estaba mirando de reojo al cine de Lloyd. Y se encontró muchas cosas para su cine. Ya que el cine de Lloyd era y es y perfecto. Y una de las películas perfectas es y será El hermanito.
72/17(13/02/09) Uno de los triunfos del cine mudo que perdurará para los restos fue el slapstick, máxima expresión del cine de humor, escenas en las que las situaciones desternillantes se suceden sin descanso a base de persecuciones, porrazos, peleas coreografiadas de forma colosal y en esto Harold Lloyd era uno de sus mejores exponentes, esta Kid brother uno de sus más grandes ejemplos. En ella se nos relata la historia de un muchacho, hijo de un sheriff de un pueblo, con dos hermanos mayores grandes y fuertes, justo lo contrario que el pequeño, con la llegada de unos forasteros al pueblo vemos como este muchacho con su ingenio y astucia suple sus carencias físicas, la cinta lleva su moraleja de que la voluntad supera las mayores de las barreras. La cinta está plagada de secuencias memorables, es un torbellino de gags brillantes, meticulosamente trabajados, sirva como botón de muestra la de Lloyd trepando por un árbol de bastante altura para poder ver mejor a la que acaba de conocer, en la que se construyó un ascensor para que la cámara se elevara junto al hermanito, por no hablar de su descomunal pelea final con el malo malísimo, todo un delirio visual, de un ingenio mayúsculo. Film recomendable a los que gusten del slapstick. Fuerza y honor!!!