Bloodsport: Matar o morir
Sinopsis de la película
John Keller es un campeón de Kumité y un honrado policía. Pero un día se ve envuelto en el asesinato de dos de sus compañeros y es condenado a muerte. En la prisión se verá involucrado en violentos combates organizados por el alcaide y sus guardas. Pero eso sólo es la punta del iceberg. El alcaide lleva a los presos, tras su simulada ejecución, a un local oculto para el último kumité, un torneo a muerte preparado por el excéntrico Justin Caesar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bloodsport 4: The Dark Kumite aka
- Año: 1999
- Duración: 100
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Bien, si hacemos memoria, estas secuelas de Bloodsport hasta ahora no habían estado del todo mal, pero es con esta cuando la franquicia toca fondo con una entrega que a penas se parece a sus antecesoras, que ni tiene peleas ni personajes ni un argumento memorable, vale, que las anteriores tampoco emanaban creatividad ni profundidad para sus personajes, pero como mínimo eran entretenidas, algo que esta no es capaz de conseguir.
Comencemos por lo bueno, Daniel Bernhardt sigue de protagonista, pero, un momento, ya no interpreta a Alex Cardo, ahora es un policía llamada John Keller que se ve envuelto en una absurda trama en la que se tiene que infiltrar en una prisión, en la que el alcaide está interesado en el sabiendo que ha sido campeón del kumite, si ya tienes un personaje que el espectador recuerda ¿Por qué desaprovecharlo inventado un nuevo personaje?
Creo que no hará falta que os diga que este argumento no se sostiene por ninguna parte, se hace largo, a penas causa interés y todo aderezado con un malo que lo controla todo que siempre va acompañado por un séquito de tías buenas (en efecto, no exagero ni un poco). Además de que la historia, se desarrolla de forma torpe y cuenta con un final lamentable como pocos.
La dirección en esta oportunidad cae en manos de un tal Elvis Restaino quien le da mucho movimiento a la cámara y nos deja algunas secuencias oníricas que son lo único rescatable, no por lo buenas que son sino porque suponen un bienvenido soplo de aire fresco.
Al igual que en la parte 3, el coreógrafo decidió tomarse unas vacaciones durante los días de rodaje y como resultado tenemos unas peleas, no solo paupérrimas, sino que también escasas.
No os molestéis en verla, no puedo recomendarla ni siquiera para pasar el rato, a no ser que seáis unos yonkis del completismo y tengáis que ver todas las películas de una saga, en cuyo caso, lo siento por vosotros, os va a tocar sufrir una atroz cinta.