El guardián de la reliquia
Sinopsis de la película
Una pequeña banda de monjes católicos mantiene una rutina solemne en una remota costa irlandesa. Entonces llega un extraño. Viene vestido con las ropas blancas de la orden cisterciense, con papeles y exigiendo lo impensable. Los irlandeses no tienen cabida para discutir. Roma ha hablado , dice el cisterciense. No hay debate . Viajando por un campo irlandés del siglo XIII lleno de clanes en guerra y conquistadores normandos, los monjes llevan la reliquia más sagrada de su tierra a Roma. La peregrinación ofrece al joven miembro del grupo una lección profunda, de fervor religioso y salvajismo de hombres que se ven a sí mismos como soldados con una causa, que centran su ambición en un objeto único y poderoso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pilgrimage
- Año: 2017
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
4.8
61 valoraciones en total
No es nada del otro mundo pero entretiene y se deja ver muy bien. Muy buena ambientación de la época, acertadas escenas de acción y unas actuaciones más que notables, lo que hacen de esta película un buen entretenimiento. Así, si no eres muy exigente y te gusta el género, totalmente recomendable.
Luego fue el turno del drama histórico irlandés Peregrino/Pilgrimage, dirigido por Brendan Muldowney y protagonizado por Tom Holland, Richard Armitage y Jon Bernthal. En el 1292, unos monjes católicos, entre ellos el novicio Diarmuid (Holland) y un mudo (Bernthal, el mejor de la película) viven una rutina humilde en la costa. Un día llega un monje cisterciense les encomendará que transporten una reliquia sagrada, una piedra con la que se hirió a Martín en el 55 A.C., a Roma por unos caminos peligrosos llenos de cruzadas y batallas con los normandos, dónde entra en juego el villano Raymond de Merville.
Irlanda, Siglo XIII, un grupo de monjes protegen una reliquia en un lugar apartado, hasta que un día, un sacerdote la reclama para llevarla a Roma y ponerla a disposición del Santo Padre. Comienza entonces un complejo viaje, plagado de peligros e incertidumbre, que pondrán a prueba la fe y la integridad de los portadores de tan codiciado tesoro.
El cine británico siempre goza de un buen estado de salud, parece que sus limitaciones en el presupuesto no son un verdadero problema, al menos si se compara con otros ejemplos fílmicos a nivel planetario. Pilgrimage se acoge un formato que abraza principalmente dos géneros, el de cine de aventuras y el de corte épico, mientras bordea los de época y una omnipresente religiosidad, entre lo católico y lo ancestral, tan propio del trébol verde irlandés.
El principal defecto del film, es la falta de relevancia argumental que contiene, los personajes están muy poco desarrollados, da la sensación de que actúan sin verdadera motivación, salvo el delgado papal, o el hijo del barón normando, al que da vida Richard Armitage, no sucede así con los protagonistas, un desconcertado Tom Holland, o un masivo pero excesivamente turbio Jon Bernthal, perfiles ambos mal dibujados que solo ayudan a crear una sensación de vacío y carencia expositiva.
A favor, una ambientación dura, que transmite un adecuado trabajo de fotografía, y una oscuridad narrativa propensa a puntuales estallidos de violencia, es ahí donde el director irlandés Brendan Muldowney aprovecha las virtudes de una adecuada puesta en escena, con parajes naturales envueltos en brumas tenebrosas, para subir el interés de una apuesta, que a a veces, muestra un relevante discurso sobre el fanatismo religioso.
Finalmente, este batiburrillo de tendencias, se queda a medio camino de sus intenciones, no es un film despreciable, pero quizá lo peor que se puede decir, es que resulta bastante fácil olvidarse de ella, algo que no servirá para apoyar su recorrido cinematográfico más allá de la costas británicas.
Leyendo la sinopsis, cabía esperar más de Pilgrimage. Mucho más, de hecho.
Brendan Muldowney podría haber hecho una interesantísima mezcla de cine épico y conflicto religioso, pero le ha salido una chapuza en la que no funciona casi nada. Los personajes no son interesantes ni están desarrollados (¿quiénes son estos monjes o estos caballeros? ¿por qué hacen lo que hacen o cómo han llegado hasta allí?), y el único que tiene algo de interés no dice más que dos palabras en toda la cinta. El ritmo es plomizo, lo que se traduce en que la película es aburrida en muchos momentos, y la acción está rodada de forma descuidada, aunque se agradece el aspecto sucio que le da Muldowney a la misma, en consonancia con la fotografía oscura del resto de la película, muy en consonancia con el peculiar clima y paisaje irlandés. Por si fuera poco, no tiene realmente un final, lo que hace pensar en qué propósito hay detrás de esta película, si encima después de tanta gaita con la reliquia luego pasa lo que pasa…
Para fans de Tom Holland y Richard Armitage, que al menos ponen algo de interés y matices a sus interpretaciones, y poco más.
Lo mejor: Las localizaciones naturales en que se ha rodado y la fotografía.
Lo peor: Es aburrida y poco o nada interesante.
Pilgrimage es el cine sensato que, consciente de sus limitaciones, solo aspira a la dignidad. No hay nada reprochable en su propuesta porque tampoco muestra nada que destaque.
Ante una evidente escasez presupuestaria, la película se acoge a la juiciosa estrategia de evitar una recreación histórica grandilocuente. Extirpa a sus personajes de entornos monumentales para arrojarlos a bosques, pantanos y caminos embarrados, los dota de una excusa para recorrer un mundo extraño que descubrir junto al espectador, centra su temática en el choque de un misticismo jerárquico y opresivo con un paganismo salvaje y montaraz, y muestra una violencia cruda como único método de resolución de los conflictos. Logra además enrolar en su causa a actores de prestigio y experiencia cuya aparición eleva su calidad y, sin duda, su capacidad para atraer la atención del público.
El problema es que sus estrellas trabajan a menudo en el vacío. Los personajes, en especial su villano, son dolorosamente planos y los caminos que recorren demasiado familiares. Las interpretaciones son decentes, pero no memorables. La puesta en escena es correcta, pero no cautivadora. La historia, interesante pero nunca imaginativa.
Pilgrimage hace de la aceptación de su humildad su principal valor. Su mayor pecado es no aspirar a más.
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