El gendarme desconocido
Sinopsis de la película
Una banda de ladrones tiene en jaque a la ciudad y más aun a la policía, cuyo jefe apremia a su cuerpo para que los capturen en 48 horas. Mientras, miembros de la banda se reúnen en un café regentado por una viuda y su hija cuyo pretendiente, el Chato, mantiene una riña con los ladrones acabando todos en comisaría. Desde ese momento, el Chato será miembro del cuerpo de policía para misiones especiales.
Detalles de la película
- Titulo Original: El gendarme desconocido
- Año: 1941
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
Película
6.4
65 valoraciones en total
Simpática trapisonda que aprovecha el peculiar parloteo de Cantinflas y saca el máximo partido a su media lengua entre entre graciosa y oscura.
El argumento es un pretexto para hilvanar una sucesión de situaciones en las que M. Moreno llena la pantalla con su presencia extravagante hasta convertirse en héroe a su pesar.
La película es pródiga en equívocos, chanzas, despropósitos y un juego deliberadamente caótico que gustará a los incondicionales del actor mexicano y que pondrá una tenue sonrisa en los labios del resto.
Para toda una generación, sobre todo gracias a los ciclos de TVE, Cantinflas fue una presencia cómica constante y en color. Un tipo simpático a más no poder y de filmes con tono amable, las moralejas iban acompañadas, junto con la presencia y carisma de una figura muy singular. Sin embargo, el rastreo en el tiempo nos lleva a otro Cantinflas, aún más genial que en el anterior, en blanco y negro, un cine a rescatar.
Indudablemente, El Gendarme desconocido muestra a el pelado más auténtico, un Cantinflas que es ácrata y tiene el efecto de los hermanos Marx cuando irrumpe en las instituciones. Lo desarma todo y se burla de las convenciones sociales. A destacar el guión de Salazar, más que digno para una producción destinada a hacer resaltar a la gran estrella. Además, con inteligencia, la presencia de don Mario no es en cada segundo del metraje, hay pequeñas pausas para hilvanar una trama más que decente para el género, aumentando nuestro deseo de volver a verlo en pantalla.
Olvídense por un momento de los entrañables padrecitos y funcionarios que encarnaría este artista tan inolvidable, aquí, con una juventud insultante, se ponía a bordo de una anarquía humorística con efectos devastadores cual Atila, incluyendo gags como el de la bomba.
Cantinflas era único a la hora de gesticular, moverse, hablar… tanto es así, que aún hoy sigue siendo añorado e insustituible. Y, personalmente, acabo de descubrir mi etapa preferida y desconocida de su trayectoria.
Cantinflas marcó un estilo tremendamente personal y tan ampliamente imitado por otros cómicos que ha conseguido pasar a la historia del cine con honor y sus habilidades humorísticas resistir perfectamente el paso de los años. Su sola presencia en la pantalla bastaba para llenarla y para que la película cobrase interés, a pesar de que ni la dirección, ni los diálogos, estaban cuidados con esmero. Todo se confiaba a su buen hacer, a sus monólogos totalmente improvisados de los que siempre salía airoso y provocando la carcajada más espontánea. Era un extraordinario actor que daba la impresión de no actuar, de estar rodeado de amigos a los cuales quería hacer reír sin molestar a nadie.
En 1941, hizo primer el papel de un oficial de policía en la película El gendarme desconocido. Su personaje pasaba cómodamente de ser el hombre marginado de clase baja a poderoso servidor público. La naturaleza política de la retórica del cantinflismo facilitó esta fluidez. Volvería a tomar el papel del agente 777 en 1.977 y sería homenajeado por las fuerzas policíacas en toda América Latina por su imagen positiva de la aplicación de la ley.
La popularidad de este monstruo sagrado del cine mexicano y, en general, del cine en español debe mucho a su trabajo en muchas producciones. El gendarme desconocido (1941), en las que descubrió a su director ideal, Miguel M. Delgado, ayudante del realizador Alejandro Galindo. El éxito de la película, con Mapy Cortés y Gloria Marín, considerado como uno de los mejores filmes del actor mexicano. En él, la ridiculización de la policía, generalmente detestada por el público, se establece desde el mismo momento en que Cantinflas aparece con su habitual uniforme roto. Que viva el buen cine.
Buena comedia de Cantinflas y su primer film con M. Delgado, no es de las mejores pero tiene momentos muy buenos, y la historia como la mayoría de las películas que realizan a posteriori. Incluso cuenta con un final diferente al resto de sus films. Visionando ésta, se puede comenzar a intuir, lo que este cómico llegaría a realizar y a representar en el mundo de la comedia.
Aparte, la película representa muy bien la labor de las fuerzas de seguridad e incluso también su cuestionable autoridad y su irracionalidad en cierta toma de decisiones provocadas por la corrupción de los superiores.
En definitiva, un film que nos muestra a un Cantinflas, en ciertos aspectos, diferente al que lo muestran en fimls posteriores, aquí se descubre como más humano.
Te hace pasar un buen rato.
Absurda, desesperante, sencilla, con muchos juegos de palabras y monólogos desternillantes, golpes y sobre todo muchas tonterías. Cantinflas está desatado en esta cinta creando un personaje donde la coherencia brilla por su ausencia. Es una comedia dedicada solo a la comedia, en ningún momento hay hueco para drama.
Tiene una estructura narrativa muy sencilla. Por diferentes malentendidos el agente 777 (Cantinflas) se verá metido en una serie de situaciones donde desquiciará a todo el mundo que se cruce con él. No hay más pero tampoco se echa en falta otra cosa.
En este caso su humor recuerda un poco al de los hermanos Marx, lugar por el que pasa Cantiflas, lugar que se verá sumido en el caos. Esto personaje, deja al Joker de Nolan a la altura del betún, este sí es un verdadero agente del caos.
En cada momento que está Cantiflas en pantalla sabes que no va a ocurrir nada serio ni coherente. Al fin y al cabo es ver una hora y tres cuartos de Cantinflas soltando una chorrada tras otra, alguna te tiene que hacer gracia a la fuerza.
En resumen, es una peli de humor que hace reír, por lo tanto es una buena película.