Puente aéreo
Sinopsis de la película
El puente aéreo Madrid-Barcelona es el nuevo objetivo de una anciana que dirige un top less. Sabe que puede funcionar, ya que el viaje son cuarenta minutos y en ese período de tiempo el público concentrado son ejecutivos y hombres de negocios con dinero. De esta manera podrá hacer repuntar su negocio, que no se encontraba en su mejor momento.
Detalles de la película
- Titulo Original: Puente aéreo
- Año: 1981
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
3.7
32 valoraciones en total
Miren el póster, ¿lo ven? Ciertamente demodé, ¿verdad? No es exactamente ese el único problema de esta película (si sólo fuera ese…). Pero no, hay bastantes más. Trataremos de relacionarlos:
* Sobre la dirección: inexistente. Se opta en realidad por una serie de planos muy largos (no llegan a ser planos-secuencia, pero casi), siempre con sonido directo —lo cual hay que reconocer que tiene cierto mérito—, que provocan, como efecto no deseado (quiero pensar) que se compruebe la nulidad actoral de la muy guapa Iliana Ross, las carencias enormes de la ya no tan jovencita Esperanza Roy, y se asista al lamentable espectáculo de ver cómo el gran actor José Luis López Vázquez NO es dirigido en absoluto, protagonizando un festival de gestos y muecas bastante lamentable (particularmente en la escena de la monja).
* El guión: sí, vale, lo co-firma Azcona, pero ¿dónde está la gracia? Francamente no se la veo ni al principio ni durante ni al final.
* La música: Puenteeee aéreooooo Madrid-Barcelona-Madrid…. Puenteeee aéreooooo Madrid-Barcelona-Madrid…. . ¿Juan Carlos Calderón no supo aportar otra cosa?
* Secuencias absurdas, situaciones pasadas de rosca (los comentarios que profiere Esperanza Roy sobre la violación en la ducha tienen particularmente muy poca gracia), pretensiones (se busca hacer humor, supongo, y no se consigue —p. ej. escena metida a martillazos del padre catalán de la barba y su hijo—), cosas surrealistas (¿las hermanas Hurtado trabajando en un top-less? quizá se pretendía hacer gracia y no me he enterado), cosas raras (curioso cómo la cámara hace literalmente lo imposible para que no se vea que el avión es de la compañía, ya desaparecida, Aviaco ), etc.
Con todo ello, lo único que evita el suspenso radical es la buena actuación de José María Caffarel (lástima, en este sentido, de un desaprovechado —por no dirigido— Alfred Luchetti, secretario del personaje del mencionado Caffarel). Señalemos, en lo relativo a Agustín González, que aquí no actúa bien (poco creíble) ni mal (no cae en los gestos y maneras de López Vázquez en esta peli), sino todo lo contrario, no sé si me explico…
Como punto final, y a título de curiosidad, si alguna vez les dicen que en Internet está todo, sepan que es mentira: no sabemos nada de qué es actualmente del actor José María Cañete, participante en esto, ni de la propia Iliana Ross. Desaparecidos en combate… y quiero pensar que no fue a causa de este filme.
Menos mal que luego Masó encontró más o menos su sitio en las exitosas series de televisión Anillos de oro y Segunda enseñanza , eso sí, tras mejorar muy notoriamente los guiones. Verdaderamente hacía falta.
Historia picante cuyo humor natural y porte desenvuelto llega hasta la pantalla con un estilo narrativo directo para que no haya confusión.
R. Azcona y P. Masó realizan una notable labor de como guionistas y consiguen desarrollar el argumento con soltura y cierta elegancia en el contexto de un destacado dinamismo expresivo.
La comedia fluye como si reconociera su propio camino, las escenas se encadenan con sencillez y cuando parece que el estro amenaza con la extinción, nuevas tramas, a veces francamente divertidas, representan otras tantas vías para que el sentido del humor se encuentre a sus anchas.