El espejo de los otros
Sinopsis de la película
Existe en Buenos Aires un lugar que pocos conocen, pero del que casi todo el mundo habla. Detrás de un paredón insípido y de una puerta que no dice mucho, están los restos de una catedral gótica, donde funciona un singular restaurante que ofrece una sola mesa. Todas las noches una última cena. Nadie viene sólo a disfrutar solamente de una gran comida, de los mejores vinos y de buena música. Los comensales que se sientan en la mesa, definen algo importante en sus vidas.
Detalles de la película
- Titulo Original: El espejo de los otros
- Año: 2015
- Duración: 119
Opciones de descarga disponibles
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Opinión de la crítica
Película
5.7
71 valoraciones en total
Y el Cine obró el milagro, reconciliarme de nuevo con el séptimo arte. Con está Película, intensa, divertida, enriquecedora, inteligente y emotiva con unas actuaciones que rayan la perfección, su banda sonora perfecta y 6 historias de cruda realidad imperfecta.
Y para acabar de desmontarme del todo, hacerme ver el último acto con el corazón en puño y aguantando la respiración, la estelar aparición de la actriz más grande que vi nunca, mi preferida de siempre, capaz de transmitir mil emociones con solo una mirada, la enorme Norma Leandro, poniendo broche a probablemente la mejor pieza de arte que he tenido el placer de ver en muchos años.
Por favor, no se la pierdan, ni renuncien después del primer acto, nada sobra en esta maravilla de puro Teatro llevado al cine. Sientan, rían, lloren, sorpréndanse y disfruten, es probable que despierten sus almas dormidas……….
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El opus 8 de Carnevale es una curiosa película coral compuesta de cuatro pequeños relatos, que sólo tienen en común el espacio convocante: un restaurante de acceso restringidísimo por donde van pasando clientes adinerados pero infelices. Atendido por dos misteriosos hermanos, interpretados por Graciela Borges y Pepe Cibrián, que observan los sentimientos y reacciones de los comensales, como los dioses homéricos o como un Gran Hermano contemporáneo.
El espacio (simbólico o no, según la lectura posible) queda en un barrio antiguo de Buenos Aires, disimulado detrás de una fachada anodina, emplazado sobre las ruinas de una antigua catedral con vitrales que replican la pintura de La última cena. Un lugar a cielo abierto pero con un pequeño escenario y músicos que amenizan frente a los exclusivos comensales que ocupan todas las noches una única y lujosa mesa, por donde desfila una fauna de delincuentes de guante blanco, ex enamorados desencontrados y otros seres furiosa o mansamente desesperados.
La espectacularidad del lugar y el nutrido elenco, que alcanzaría para mucho más de una película, reclaman un guion que paradójicamente pocas veces está a la altura en su evidente pretenciosidad. En la mayor parte de los relatos no funciona el tempo ni el lenguaje cinematográficos. Salvo en las dos historias finales (la de las tres amigas y la de los hermanos, que envuelve a los otros episodios con un desenlace sorprendente), aunque nada evita que los personajes caigan en estereotipos y en diálogos reiterativos, que van opacando el contenido, sin aprovechar los megarecursos de que se dispone.
Seguramente han de encontrar muchos cabos sueltos y que hacen que la película no llegue a ser del agrado de todos, pero nadie puede decir que el film no cumple con ciertos puntos que la hacen exquisita. He de enumerar:
1- La locación es magnífica, pocas veces he visto un lugar más atrayente en una película. La misma es una Catedral en ruinas, sin techo, donde se llevan a cabo una cena por noche, con una sola mesa, y nunca repiten comensales. Me hace acordar mucho a la película El cocinero, el ladrón, su mujer y el amante.
2- El tacto del director para elegir a los actores es sin duda su mayor apuesta, dado que todos son reconocidos en Argentina y quizás otros países, logrando que cada uno de ellos de lo mejor de si. Todos brillan, todos hacen su mejor esfuerzo, aunque mi debilidad es el gran Oscar Martinez que nuevamente me cautiva con su actuación.
3- La utilización de episodios le brinda variantes al film que logra rozar todos los géneros.
4 – La música es indiscutiblemente la mejor que he disfrutado en el cine este año.
5 – La dirección de Carnevale, siempre tan personal, siempre tan único.
Creo que tienen que ver esta película, sin esperar que sea la excelencia misma, pero estoy seguro que en algún punto, en algún episodio, en algún momento, han de saborearla y disfrutarla, como un menú que no van a volver a probar en sus vidas.
Cuatro historias distintas contadas en un excéntrico restaurante-catedral (¡?) de Buenos Aires. La película cuenta con una puesta en escena a modo teatral y el elenco de actores es excelente, aunque algunas actuaciones me parecieron un tanto exageradas. Me gustaron solo dos historias de las cuatro que hay en la película y el final me pareció mejorable.
Solo para pasar el rato.
Es una película que logra mantener el interés durante los noventa minutos, por momentos angustiantes y por momentos graciosos. Los actores son todos de primer nivel con diálogos bien articulados y creíbles. La fotografía y la escenografía merecen una mención aparte, muy lograda la ambientación y el diseño de Oscar Chichoni, ¡un verdadero maestro!. Tiene la credibilidad y el dinamismo de Relatos Salvajes con la ventaja de mantener un hilo conductor en toda la trama: los hermanos dueños del Cenáculo. Brillantes Aleandro, Cibrián, Martínez y el resto del elenco. Es una película que nos debería representar en los festivales internacionales.