El cazador (The Rover)
Sinopsis de la película
Diez años después de la caída de la economía occidental, las minas australianas continúan su actividad y atraen a los hombres más desesperados y a los más peligrosos. En medio de una sociedad moribunda, sobrevivir es una lucha de cada día y sin leyes. Eric abandonó todo. Ahora es un vagabundo, un hombre solitario y amargado. Cuando una pandilla le roba lo único que le queda, su coche, decide perseguir a sus miembros. Para encontrarlos sólo puede contar con Rey, un miembro de la banda abandonado por sus amigos cuando recibió un disparo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Rover
- Año: 2014
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
5.8
84 valoraciones en total
El mundo en su recta final tras los efectos arrasadores del colapso económico. Agonizando ya. Consumiéndose a sí mismo. Sin esperanza, sin futuro. Quizá pueda producirse un renacimiento, una reconstrucción, a partir de una vuelta a la condición primitiva del hombre. Pero el estado de las cosas en el universo perfilado por David Michôd (Animal Kingdom) no tiene arreglo, pues la descomposición es evidente: tierras quemadas y personajes condenados y malheridos, atrapados en una dinámica de caída permanente. Extinguiéndose. Y el paso siguiente, fijaos, podría no ser otro que el posapocalipsis mad max de su compatriota George Miller.
El comienzo, desconcertante, con la extraña entrada al karaoke oriental ubicado en pleno desierto, punto de encuentro marciano que operaría como puerta a otra dimensión, me recuerda, en cierto modo, a Nicolas Winding Refn y su manera de enfocar Bangkok como espacio ajeno, un tanto sobrenatural incluso, en la fundamental Sólo Dios perdona. Y es que descoloca la fusión de dos culturas tan distintas, lo cual diría que resquebraja aún más la identidad de los aussies.
Es posible que la propuesta, una suerte de mixtura western & crime drama, adolezca de alguna caída de ritmo (que acelera y desacelera a conveniencia), algún parón molesto y que se alargue más de lo prudente, pero su potencia como misil a la línea de flotación de la sociedad económica y, por extensión, a nuestra naturaleza humana no es poco bagaje. Inquietante puesta en escena donde la escasez y la devastación son prácticamente totales: paisajes infinitos y áridos, construcciones destruidas, mínimas comunidades de infraseres aislados, violencia que estalla sin previo aviso, comunicación verbal inexistente o de difícil fluidez, calor sofocante, suciedad incrustada, recursos agotados y hasta determinados elementos bizarros (el enano, la mujer) son residuos de una civilización ya en fase de coma, que muta en algo grotesco antes de vivir los últimos estertores. Una barbarie que, como apuntaba antes, iniciará un nuevo mundo o una barbarie que adelanta los síntomas del miserable final del mismo.
Un estado de crisis que se expresa tanto en ese escenario hostil como en su protagonista, encarnado por un Guy Pearce demacrado, de físico retorcido y consumido, de movimientos zombificados, casi autoprivado del habla y que persigue un objetivo: recuperar su coche (lo único que le queda) a toda costa, que le han robado tres tipos en plena huida. A partir de ese incidente, da inicio una road movie sequísima y desapacible que representa la nada, el cero, el fin. Lo de menos es la trama, que es ínfima: simplemente supone la excusa para mostrar una civilización acabada mediante la imagen abrasiva de Michôd y una música que puntea el merodeo por el infierno. Y al lado de Pearce, un sorprendente Robert Pattinson en un rol de retarded ciertamente convincente.
Su final, inesperado, conmovedor, aporta los últimos vestigios de una humanidad enferma.
Y una vez más, el cine australiano de género ofrece hipnóticos terrenos visuales, un tono de extrañeza muy característico de aquellos entornos salvajes e inmensos y una sensibilidad especial que sólo podría proceder del país de los canguros, cuya tradición cinematográfica resulta imprescindible en estas lides.
http://videodrome.wordpress.com/
Película de fotografía espléndida. Hago notar a los jueces del próximo oscar a la mejor fotografía que vayan pensando en Natasha Braier pues sin duda se lo merece con creces. Si en algo destaca esta película es en su fotografía de 100.
Luego está el fondo del argumento de esta película abstrusa y violenta, el cual se hace nítido en el último minuto de la cinta cuando al fin descubrimos que este filme en realidad es un homenaje al Lucero de Rafael Farina, aquel del que la canción decía:
Cuando ya lo dábamos por perdido, Guy Pierce vuelve a demostrarnos su gran calidad de histrión. Esta vez con una road movie australiana The Rover .
La premisa es en apariencia sencilla Un trió de maleantes – uno de ellos herido – al huir de su último y mal logrado trabajo, sufren un aparatoso accidente, entonces para continuar la fuga, deciden robar
un auto estacionado frente a un bar a la orilla de la carretera . El meollo del asunto es que el dueño del auto (Guy Pierce) hará hasta lo imposible por recuperarlo.
Ambientada en una éra donde reina la anarquía y con el desierto australiano de fondo, la cinta nos remite a Mad Max pero sin la parafernalia, es también un western muy obscuro y plagado de singulares personajes a los que el director David Michôd les da el toque exacto para hacerlos perdurables en la memoria del espectador atento.
Cabe destacar también, la actuación coestelar de Robert Pattison, que se aleja de su típico rol de niño bonito para entregarnos una actuación más que digna al interpretar a un cuasi tarado, abandonado a su suerte por sus compinches y rescatado/utilizado por nuestro anti héroe para recuperar su valioso automóvil.
Un excelente guión, con una adecuada dirección y excelentes actuaciones hacen de The Rover una cinta muy recomendable. Sin llegar a ser una cinta de acción o suspenso propiamente dicho, si es un drama que roza con los anteriores géneros y nos brinda 1:40 de tensión.
El mundo de The Rover es muy similar a lo visto en obras como The Road de Cormac MacCarthy. Esto se debe a que en esta cinta abundan los largos caminos desérticos y pequeños poblados con construcciones en mal estado, llenos de pedazos de chatarras y suciedad por todos lados. A todo esto hay que sumarle su sociedad compuesta por personas de aspecto sucio y desaliñado, sumamente hostiles, en donde los asesinatos y saqueos son el pan de cada día…….no es de extrañar con este panorama tan desolador en donde el peligro está a la vuelta de cada esquina que al final todos sus pobladores anden armados y desconfiando constantemente de todo ser vivo que se les acerque.
La propuesta suena muy interesante y lo es más aun viendo el excelente trabajo que hicieron ambientando esta Australia en plena crisis económica como si fuese un mundo post-apocalíptico, la cual también está acompañada de una BSO muy buena que resulta extraña y perturbadora y que llena de tensión cada acontecimiento que sucede, como dando una sensación constante de que algo malo va a ocurrir en cualquier momento.
Sigamos agregando más cosas. Las interpretaciones son muy buenas a nivel general pero obviamente las estrellas de toda esta historia de desesperanza y violencia son Guy Pearce y Robert Pattinson que resultan convincentes en todo momento, el primero haciendo de un tipo frio y duro por un pasado muy oscuro que arrastra consigo y que lo perturba constantemente y el segundo haciendo de un joven muy inseguro, apocado y lento de pensamiento que lucha todo el tiempo con sus temores.
Al terminar de leer todo esto uno piensa que está en presencia de una película potente e hipnótica que de seguro tendrá unos resultados magníficos…….pero lamentablemente no es así……no es así porque falla en todo este conjunto una de las cosas más importantes que componen cualquier cinta….y eso es el guion.
La historia de esta película resulta muy irregular, llena de altibajos, y lo es tanto que a pesar de que los actores hacen su mejor esfuerzo por sacarle todo el jugo a sus personajes al final los mismos se ven afectados porque no están bien definidos por un guion que no se preocupo en desarrollar mejor a sus protagonistas, es decir, da la idea básica pero muchas veces se pierde en conversaciones y sucesos banales que no aportan nada interesante a esta cinta. También tiene el problema de que se permite dejar huecos argumentales o de lógica por lo que en más de una vez nos estaremos preguntando porque suceden tales cosas. Todo esto está acompañado de un ritmo muy lento que hará estragos en los espectadores menos pacientes y que al final, cuando se termina de verla, te das cuenta de que no ha contado mucho.
A pesar de todo, The Rover resulta ser una cinta interesante de ver gracias a sus puntos fuertes, si bien su historia dista de ser perfecta también entrega algunos buenos momentos a pesar de todas sus falencias. Lo que si queda claro es que también es un buen ejemplo de cómo un material tan prometedor termina siendo solo uno más del genero por los descuidos de sus realizadores.
El protagonista de esta película es un tipo duro, y a los tipos duros es mejor no tocarles las narices. Que te roben el coche es algo cabreante, pero no todo el mundo sería capaz de perseguirte durante cientos de kilómetros para recuperarlo. El protagonista si.
En las profundidades de la Australia rural, tras una especie de cataclismo tipo mad-max, el dinero no siempre es aceptado como moneda de cambio, y la legalidad tiene una línea bastante delgada.
Gran actuación de Guy Pierce, y sorprendentemente también de Robert Pattinson, al cual tenemos encasillado como guapito chupasangre, pero con este personaje se libra perfectamente de dicha etiqueta.
Película oscura y violenta, bastante recomendable, aunque es algo lenta en algunos momentos, por lo que, a los amantes del cine de acción puede que les aburra.