El beso de la muerte
Sinopsis de la película
Un delincuente de Nueva York, Nick Bianco (Victor Mature) es herido y arrestado durante el asalto a una joyería. Tras ser condenado, el fiscal Louis DAngelo (Brian Donlevy) le ofrece conseguirle la libertad condicional, si le entrega los nombres de sus compinches. Bianco se debate entre la lealtad que debe a sus compañeros de fechorías y el deber que tiene para con su esposa y dos hijas… pero deberá tomar una decisión.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kiss of Death
- Año: 1947
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
7.3
51 valoraciones en total
El beso de la muerte… que bien podría haberse titulado la risa de la muerte, pero ya comentaré ese aspecto.
La película comienza con el ritmo bien alto ya, con un atraco de Nick Bianco (el protagonista interpretado por Victor Mature) donde nos explica una voz en off (que de momento no sabemos a quien pertenece) se produce por falta de dinero, para comprar un regalo de navidad a sus hijos. La tensión que se crea en la escena del ascensor ya predispone a que el visionado nos dejará buen sabor de boca.
Después de este atraco frustrado, digamos que empieza la trama central, cuando le ofrecen colaborar delatando a sus compañeros a cambio de darle la condicional, a lo que al principio se niega para, dado un hecho que ocurre, cambiar de opinión.
Y aquí entra en juego el personaje de Richard Widmark, que todos coinciden en que eclipsa en sus aparaciones a Mature logrando un villano de tal calado que estoy seguro que actores de la talla de Jack Nicholson, Robert de Niro o Joe Pesci han basado más de una de sus actuaciones en el personaje de Tommy Udo.
Sale pocos minutos en pantalla pero cuando sale se la come, y es así como con una de las más famosas escenas se hizo un nombre en su debut y fue nominado al Oscar.
Y es que es un personaje muy bien trabajado, que con sus miradas y risa malévola inquietan a la vez que deja huella en el espectador. Y aquí surge uno de los grandes aciertos de la película. Una vez contado y explayado el amor de Nick por su familia, en especial por sus dos hijas, contraponemos la información de la crueldad sin escrúpulos de Tommy, y cuando toque enfrentarlos en el juicio ya está creada la tensión y el clímax en el propio espectador, conocedor de ambas situaciones. No es intruducida forzosamente por el director a través de giros rebuscados en guiones ni efectos especiales ni recursos fáciles, simplemente presentado los dos personajes y contraponiendolos el uno al otro. Viva la sencillez y el talento, señores!!
Si a una buena historia como esta, con una buena actuación (Mature) y una gran actuación (Widmark) le sumamos una gran dirección de un director como Hathaway la cosa sube enteros. No deja que la historia pierda fuerza en ningún momento, dura lo que tiene que durar y muetra lo que tiene que mostrar. Cualquier director hubiera caido en planos innecesarios motrando escenas en la cárcel, la huida de Rizzo y cosas así, pero Hathaway va al grano, a lo que da empaque a la historia. Y además con una fotografía cuidada, un blanco y negro que consguie que la película sea más negra si cabe.
(Continua en el spoiler por falta de espacio, no desvelo nada)
Nadie ha tenido un debut tan espectacular en el cine como Richard Widmark. Su célebre escena ha quedado como uno de lo grandes mitos que recuerda toda una generación. Anteriormente el espectador sabía quien era el malo por lo que contaban de él, pero fue un shock ver a un malo hacer tamaña maldad en la escenita de marras.
¿Que no saben a qué escena me refiero? Vean la peli, no hay spoiler que valga.
Excelente debut en el mundo del celuloide de una de las estrellas llamadas a dejar sello en la posteridad. Me refiero a Richard Widmark, que se inició con este papel perverso,
-posiblemente no interpretó en su vida a un personaje tan maligno, psicopata y retorcido- y que le valió en su estreno una nominación de la Academia.
Mucho impactó su risa provocadora, practicamente cuenta tanto en lo diabólico de su actuación, la risa (apellidada de hiena) como el uso que hace de sus palabras en una aparición no muy larga.
Por lo demás, la película es perfecta en cuanto a la fotografía, pero adolece de algún fallo de montaje y de algunas elipsis mal explicadas. El guión bastante correcto pero le falta un poco más de ritmo.
He vuelto a ver El beso de la muerte y me ha parecido aún mejor que hace años. Los verdaderos clásicos incluso mejoran con el tiempo, sobre todo, naturalmente, si se ven en versión original. Los actores de reparto, como en toda obra maestra, son creíbles, veraces y convincentes. Sólo el decepcionante final -con una precipitada narración en off, que ya sobra desde el mismo comienzo de la película- estropea la que hubiera sido mi valoración máxima.
Engancha desde el principio con un inquietante suspense (¡ese maldito ascensor!) que no requiere de aspavientos ni trucos para ser intenso, e igualmente emocionan ciertos momentos melodramáticos con una elegante contención narrativa y expresiva… semejantes en eso al adusto rostro de Víctor Mature. Éste hace un papel magnífico como Nick Bianco, a pesar del sambenito de su torpe hieratismo: comunica más con los movimientos de sus pupilas que cualquier otro posible actor carismático, que hubiera estropeado la esencia del personaje.
Brian Donlevy interpreta con estilo y credibilidad a su personaje policial, al igual que Taylor Holmes a su convincente abogado mafioso. Por supuesto, Richard Widmark está genial, y casi todos aceptamos que el psicópata al que da forma – Tommy Udo- merece un puesto más elevado aún en la iconografía del cine negro. Pero lo curioso es que casi nunca se menciona apenas el estupendo papel de Coleen Gray, cuyos besos de vida –a pesar de las sombras de muerte- están cargados de ternura, de tenacidad y erotismo. Sin necesidad de subrayar sensualidades exageradas el guión deja vislumbrar la intensidad de su deseo: siempre estuvo enamorada de Bianco y los besos que él le da la ponen tan cachonda que hasta se marea. Besos de vida húmeda, a pesar de la sequedad amenazante…
El guión de Ben Hetch y Charles Lederer (los mismos de la fantástica Luna Nueva de Howard Hawks) es magnífico, pero queda algo estropeado por esa moralina ejemplarizante (sobre todo en off) forzada por la manipuladora censura de la época. La fotografía de Norbert Brodine también está en la línea del mejor cine negro. Y la verdad es que Henry Hathaway dirige todas las escenas con una fuerza contenida, un pulso, una tensión y una sobriedad… magistrales, con algunos conocidos momentos excepcionales.
Lástima que cuando este actor murió no se le reconoció mucho por su carrera, pero es un agrado meterme en estos sitios y ver como gente sabe de lo que habla.
Efectivamente, pocas veces, o mejor dicho, jamás he visto un debut tan espectacular como el de Richard Widmark en esta película, y no es porque lo nominasen al oscar, supongo que no fue el único en estarlo en su primera aparición en la gran pantalla, pero es que es así, está creíble en todo momento, y para todos los que la hemos visto en V.O. (subtitulada, porque mi inglés no es muy bueno XD) esa risa de psicópata empedernido nos deja impactados, además, es injusto encasillarlo de villano, es un gran actor y además versátil, pues cuantas veces habrá interpretado papeles de bueno (vale, un bueno con carácter XD)… y en diferentes géneros.
Ben Hecht siempre ha sido un buen guionista, trabajando al lado de los mejores directores, como Howard Hawks. Aquí como bien lo han descrito no se trata de un guión enérgico, más bien pausado, pero interesante en todo momento. La música de David Buttolph le da ese toque negro perfecto, siempre en películas interesantes como El signo del zorro o El joven Lincoln .
Por último, me ha parecido una de las mejores películas de Henry Hathaway, imprescindible.