El Babysitter
Sinopsis de la película
Emilio Ortíz (Sebastián Badilla) es un adolescente que se dedica a animar cumpleaños durante un verano junto a su mejor amiga Berna (Denise Rosenthal), juntos realizan esta apacible labor la cual se verá revolucionada con la llegada al barrio de la exuberante Sol (Javiera Acevedo), una chica que llega a cuidar a sus primos pequeños a la casa de sus tíos. Emilio verá en ello la oportunidad para acercarse a quien parece ser la ideal y perfecta chica de sus sueños, transformándose en el babysitter de sus vecinos y comenzando así una serie de curiosos acontecimientos, de lo único que aún no se ha percatado es que a veces el amor está más cerca de lo que él cree.
Detalles de la película
- Titulo Original: El Babysitter
- Año: 2013
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
2.5
45 valoraciones en total
Comedia chilena totalmente prescindible pero supongo altamente efectiva para niños y/o adolescentes latinoamericanos de pocas neuronas, con altas referencias y lenguaje a su cultura popular. Es por ello que este producto está dirigido único y exclusivamente para su comercialización en Latinoamérica.
Tras El limpiapiscinas, Sebastián Badilla, este joven empresario y cineasta de 21 años debuta como director (no así como guionista y actor) en esta El babysitter junto a su hermano Gonzalo (también productor) y se incorpora al reparto con algunos actores que ya vimos en la cinta anteriormente citada. La pareja protagonista sigue siendo la misma pero el humor escasea y el resultado comienza a irritar. Que posee algunos puntos memorables (la explicación con niña en brazos de por qué debe finalizar la fiesta, el amigo que siempre va vestido de dinosaurio) es cierto, pero son bastante escasos, más aún que en la entusiasta El limpiapiscinas. Sebastián Badilla tiene el buen hacer de empatizar con el público, no así elaborando guiones y dirigiendo como flagrantemente lo ha demostrado. Pese a un guion tan manido, convencional y cargado de clichés, sin chispas, y una dirección paupérrima, demasiado infantil, inexperta y cargada de errores de manual, que al espectador le siga quedando un mínimo de interés por el protagonista dice mucho del Badilla actor. Aunque la realidad es que termina aburriendo por muchas razones, y no está de más que se lo hagan mirar los chilenos cuando en largometrajes de adolescentes con ansias de pololear como sea y chicas despampanantes, no salgan ni unos pechos en pantalla, ni un torso varonil desnudo o escenas más picantonas (esos besos de tornillo son de los años 40). ¡Por favor, si ya salen hasta en la mayoría de cintas made in USA!
Para terminar debo hacer mención a la producción de este filme, ya que no había visto en toda mi vida cinéfila una película con la publicidad encubierta más descarada, más pesada y repetitiva. ¿Nuevo modelo de financiación a la vista? No, por favor.
Sebastián Badilla vuelve a la carga junto a su hermano Gonzalo para dar vida a una nueva entrega cinematográfica que recuerda en demasía su anterior proyecto por lo reciente, lo estético, el público objetivo y los protagonistas.
El Babysitter (2013) resulta entonces una suerte de eco más depurado de parte del staff realizador pero no por ello mejor favorecido por su calidad. Nuevamente la debilidad del guión y el remate de las escenas y la historia general no puede simplemente pretender esconderse en la premisa que existe público para todo. En este sentido, la decepción abunda.
Es cierto que Badilla como actor posee un toque especial pero detrás de las cámaras quedan muchos ripios por mejorar y por favor, profundizar. Es imperdonable a esta altura la sobre explotación de clichés y de escenas ¡calcadas! de El limpiapiscinas (2011), incluso con el placement publicitario a un nivel casi grotesco. Se entiende la necesidad del cine chileno (como en la saga de Nicolás López Que pena…) de obtener financiamiento, pero cuando esto distrae y hace un ruido notorio visualmente resulta perjudicial.
Son contradictorios los esfuerzos de internacionalización de algunos aspectos como modulación y mostrar el estilo de vida estándar -muy de película estadounidense- siendo que en Chile apenas el 2% vive en esas condiciones, y que contrastan con chistes y jerga muy local.
Las actuaciones no son tema en medio de este tipo de temáticas, aunque para quienes están familiarizados con el elenco, vale el esfuerzo de uno que otro que no maneja oficio actoral y se muestra bastante decente en el set, Sobre los cameos a figurillas del medio nacional, algunos sobran y parecen haber sido incluidos de modo forzado. Badilla en lo suyo ha adquirido cierta experticia, mientras las divas de turno no se esfuerzan demasiado por las características de sus papeles, Acevedo casi no interpreta y Rosenthal coquetea con el lente del modo tierno que nos tiene acostumbrados. Mención para las duplas importadas que funcionan y muestran juego de conjunto (Larraín-Izquierdo, Carrera-Zamora).
No cabe duda que como representante de la comedia chilensis El Babysitter fuera del país no tiene futuro, mientras dentro será un producto aún extraño y no exento de críticas.
Recomendación:
Casi regular. No le basta con invertir la víctima del friend zone.