El apolítico

3 comentarios en «El apolítico»

1. El apolítico es una película muy curiosa, por ser una especie de comedia amarga y melancólica, protagonizada por un José Luis López Vázquez bastante contenido (teniendo en cuenta sus interpretaciones en las películas de Ozores de los años 60) en un papel de hombre desfasado, anticuado, desconcertado por los nuevos aires que trae la democracia en 1977. El protagonista se enfrenta a unos hijos que ya tienen una vida propia, a un conflicto laboral en su propia empresa, a una imprevista infidelidad, y también a unas elecciones libres en las que no sabe a qué partido votar. En definitiva, se encuentra en crisis: y es esa crisis la que le obligará a cambiar, como cambiarían tantos y tantos españoles. Ozores propone un retrato de un español medio, sin llegar a elaborar un retrato-robot ni un estereotipo, pero sí es cierto que, por el camino, hace un retrato de toda una generación de españoles: un retrato honesto, sincero, y, por ende, bastante amargo, a pesar de las pinceladas de comedia, proporcionadas de vez en cuando y con mucho tino.
   
   Para mí, es un film que capta muy bien cierto espíritu de la Transición, entre esperanzado y descreído, entre el pasado y el futuro, y en eso enlaza con los primeros largometrajes de José Luis Garci. En cuanto a la huelga, este largometraje es como una versión amable de Con uñas y dientes (1977, estrenada en 1979), de Paulino Viota. La presencia de Emma Cohen confirmaría que es una película de Ozores diferente , es decir, catalogable como seria . En cualquier caso, es una película para ver sin anteojeras ni prejuicios, ya que el cine de Mariano Ozores ha sido siempre muy maltratado por la crítica, exceptuando Los bingueros (1979), y ya en época reciente. Si una película es buena, o al menos interesante, o al menos entretiene, ¿por qué denigrarla? ¿Sólo porque la dirige Mariano Ozores?

2. Como casi siempre ocurre con el cine de Mariano Ozores, se trata de una película mediocre, pero en este caso entretenidilla, haciendo pasar el rato de forma moderadamente amena.
   
   Su visión no molesta en absoluto y el tufo carpetovetónico que suelen tener sus cintas, en este caso no existe, al menos en líneas generales, sí, quizás, en algunas escenas, algunos diálogos, donde aspectos socio-políticos que se manifiestan, pudieran no ser del sentir general, pero, creo, se aboga en la película por la unión entre los españoles , sean del signo político que sea, criticando claramente a aquellos señores que se dedican a empobrecer a España llevándose los millones a Suiza. Como vemos, en esto no hemos avanzado gran cosa, siguiendo siendo uno de nuestros deportes nacionales favoritos (vamos, no el del vulgo, sino el de los patriotas , que seguramente despotricarán contra los nacionalismos, siendo ellos asquerosos capitalistas defraudadores y evasores del fiscal patrio, que solo miran por sus intereses). En este aspecto, el personaje interpretado por un español de pro, nada menos que Alfredo Mayo , es claramente exponente de ello.
   
   Carmen Sevilla, de muy buen ver, y Emma Cohen, con ese cuerpo y desparpajo que Dios le otorgó al nacer, alegran la vista y José Luis López Vázquez, mejor que en muchos otros trabajos de Ozores, más contenido y creíble. Su personaje, la verdad, es que es un ejemplo de honradez y decencia, haciéndose simpático (entre otras cosas, y por la parte que me agache, por tener a los leones de San Mamés como segundo equipo, tras el Real Madrid, claro) y entrañable (además de humano, al alegrar el cuerpo con Cohen).
   
   En definitiva, que no es una buena película, pero sí que es mejor que muchas del maestro (sin cachondeo) Ozores. Se puede ver tranquilamente.
   
   http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/

3. La película es una de las más correctas que ha rodado Mariano Ozores. José Luis López Vazquez dignifica a su personaje, un señor de mediana edad conservador, plasta y desfasado pero que al propio tiempo es un profesional super competente, edificante y con sentimientos, acabando reconvirtiéndose a sí mismo. Se satiriza sin maldad a los partidos políticos, activistas, campañas electorales y coyuntura existente en la España de la transición, incluyendo sus dosis de moralina. Pero no todo es una visión pesimista. Junto a empresarios y candidatos sin escrúpulos, aparecen otros que tienen alma, coexistiendo con comités de empresa con verdadero espíritu negociador y familias que toleran resignadamente las debilidades y deslices de sus miembros, superándolas positivamente. Carmen Sevilla y Emma Cohen están muy bien dando vida a dos mujeres que cambian la vida del protagonista. La obra se puede ver. No ha perdido actualidad.