El amigo de la familia
Sinopsis de la película
Geremia, un sastre y usurero de avanzada edad, es un hombre repulsivo y tacaño que vive en una casa destartalada con su madre enferma. Su relación con el dinero es morbosa y obsesiva, y suele usarlo para entrometerse en los asuntos de los demás, fingiendo ser un buen amigo de la familia. Un día, un hombre le pide dinero prestado para la boda de su hija, de la que el avaro se enamora a primera vista.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lamico di famiglia
- Año: 2006
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
Película
6.8
24 valoraciones en total
Me resulta difícil asignar un puntaje a esta película, porque no existe una categoría para calificar a una película que no la considero mala, ni floja, ni regular, sino fea. Ante la obligación de calificarla para poder hacer una crítica decidí ponerle Mala. Esta apreciación no se debe a los aspectos técnicos cinematográficos ni a las actuaciones, por cierto muy buenas y efectivas para lo que el Director y Guionista quiere transmitir, pero lo que se quiere transmitir es muy desagradable: un fragmento de la vida de un personaje sucio por donde se lo mire, detestable, abusador, avaro, hipócrita, manipulador e insensible con el prójimo. Tal vez lo que me resultó más perturbador es que no se trata de un prototípico mafioso, pistolero, asesino serial o ricachón mezquino, sino de un tipo casi común, de los que seguramente existen más de los que se evidencian, cuyo anonimato contribuye a que sus características despreciables se naturalicen, y así, aunque su proceder produzca el sufrimiento y la degradación de muchas personas, no exista hacia ellos un rechazo colectivo de la sociedad.
Entre la notable Le conseguenze dellamore y antes de Il Divo sus dos películas más celebradas, Sorrentino realiza su propuesta más libérrima, más abstracta, dificil y finalmente seductora. Da la impresión de que si Sorrentino sigue en la buena línea por la que transita y se termina convirtiendo en una figura importante del cine italiano, habrá que volver a LAmico di famiglia como ese film poderoso, reflexivo y de catarsis que forja una personalidad cinematográfica fuerte y personal. Como el Fellini más suelto y divertido, como ese Buñuel que hallaba pedazos de auténtica verdad en las más surrealista de las acciones, Sorrentino construye una película tan a vuela pluma, tan fragmentada por sus locuras y juegos visuales y de composición que extrae finalmente belleza cinematográfica. Geremia, su personaje central interpretado con gran solvencia por Giacomo Rizzo es uno de esos monstruos tan humanos que crea el cine, tan reales como esperpénticos, que caminan entre la debilidad, la compasión y el más rancio de los comportamientos, como buen usurero que es. Y entre ese eje tan potente de su rol principal y las formas de la película se crea una historia extrañamente emotiva, introspectiva, fascinante, una rara avis de las que hay que cazar al vuelo porque la acumulación y el exceso de ofertas a veces dejan en un segundo plano.
Casi la peli que más me gusta de Sorrentino. Sin casi. El actor protagonista más desagradablemente bueno de los últimos años viene de Italia. En otras circunstancias resultaría prácticamente inverosímil que te creyeras lo que le pasa a ese protagonista sin que se te saltara una risa. Pero poco a poco, en un ejercicio de prestidigitador, Sorrentino logra atraparte con unas historias en apariencia inocentes pero que acaban dotadas de crudeza y realismo. Amigo, lo que hay detrás de cada gesto, de cada plano, de cada mirada en esta película. Y esa relación amor-odio de la rubia con el protagonista, que uno acaba por creerse…
Después de Las consecuencias del amor y sirviendo de antesala para su cinta más reconocida, Il Divo, Paolo Sorrentino sorprende con este fascinante drama en el que nuevamente deja constancia de su gran capacidad para la elaboración de personajes controvertidos, siniestros, metódicos, peculiares y con todo un mundo oscuro a sus espaldas que espera ser desvelado por el espectador, como el ocultado por el protagonista de la historia de El amigo de la familia, un usurero que hace las veces de sastre o más bien dispone de ese negocio como una tapadera de lo que se encuentra detrás, que es todo un ejercicio de pequeños préstamos relativamente menores que Geremia (Giacomo Rizzo) concede a quienes lo necesitan con unas comisiones bestiales y para colmo creyéndose caritativo por el trabajo que realiza para la comunidad.
Geremia cautiva por la supuesta pobreza moral de su despechado personaje, sin sentido de la amistad y con una peculiar forma de andar, por lo monstruoso de su figura. Su total ausencia de belleza se ve acentuada por un brazo escayolado y un inseparable manojo de llaves amarrado por un mosquetón que cuelga junto a su bolsillo. Es calculador, muy inteligente y vive aparentando una pobreza infinita, con su madre enferma y obesa tirada en la cama, viendo todo el día la televisión en una casa triste y mugrienta, hogar incomprensible para alguien que vive de prestar su dinero al prójimo con la idea de multiplicarlo. Acompañado de su fiel escudero Gino (Fabrizio Bentivoglio), que le ayuda en su trabajo, y escoltado por dos mellizos que bien pueden recordar a los célebres hermanos que componen el dúo Los del Río, Geremia disfruta haciendo girar su vida en torno a lo económico y la tacañería, rebuscando entre el césped del parque relojes abandonados cuando nada le costaría agenciarse él uno mismo con dinero de su bolsillo.
Con todo lo citado, esta película se propone el reto de ofrecer una visión tan original como moralista de un desarrapado personaje que encontrará en el espectador igualadas dosis de amor y odio, encuadrados todos los elementos de la película en una atmósfera inquieta que inicia su recorrido con unas primeras escenas que aparentemente, no nos dicen nada. Pero Sorrentino, como buen genio y exponente del mejor cine contemporáneo italiano, sabe cómo jugar a esto que se llama cine, dando como resultado una encantadora película que sin duda puede perdurar en la retina de muchos. La hipocresía y la mezquindad se verán entrelazadas con la búsqueda del significado de la palabra amistad y la confianza plena sobre una persona. Un humor muy negro bañará algunos de los muchos buenos momentos de los que dispone esta película, que en su totalidad es una notable obra, lección de calidad de gran cine europeo.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
Lo que se ha dado a llamar el Renacimiento del cine italiano tiene, a mi entender, tres directores capitales: Giordana, Amelio y Sorrentino. Cada uno de ellos ha contribuido, desde su personal manera de entender este arte, a elevar de nuevo el nivel de un cine que siempre ha sido referencia y que ha vivido constantemente en la vanguardia del panorama internacional. Giordana y su especial capacidad para emocionar, Amelio con su visión humanista y real de la vida y el atrevimiento y originalidad de Sorrentino, han introducido, de la manera más brillante posible, el cine italiano en el siglo XXI.
Y es Sorrentino el que más importancia ha tomado, al menos a nivel de popularidad y reconocimiento. A esto ha ayudado notablemente el éxito obtenido por Il Divo pero también al enorme grado de aceptación por parte de crítica y público en sus dos presencias en Cannes: Las Consecuencias del Amor de 2004 y esta El Amigo de la Familia de 2006 dejaron un gran sabor de boca. En la primera ya se atisbaba un aroma especial y moderno con aquella historia criminal insólita y ese personaje sombrío interpretado por un Toni Servillo que anticipaba claramente su excepcional representación de Andreotti años después en Il Divo. Pero es sin duda en este film, El Amigo de la Familia, donde Sorrentino sorprende y sitúa su nivel cinematográfico en las alturas. El cineasta construye una película de las que no hay que saber nada: ni su argumento, ni su desarrollo, ni , evidentemente, su final. Solo sentarse a verla para empezar a disfrutar de unas composiciones de planos increíbles, de una utilización de la música ejemplar o de la presencia de unos personajes titánicos, gigantes. Fellini, Buñuel, Antonioni…influencias claras de un simbolismo y surrealismo que aparecen constantemente para dar forma a una historia donde las miserias humanas son las verdaderas protagonistas.
Un final sublime sirve para que el espectador ser trague hasta los títulos finales de crédito y le nazca esa curiosa sensación, mezcla de placer y felicidad, que hace de El Amigo de la Familia una experiencia inolvidable. No se la pierdan.