El abuelo
Sinopsis de la película
Asturias, principios del siglo XX. Don Rodrigo de Arista Potestad, Conde de Albrit, Señor de Jerusa y de Polán, creía saber qué era el honor. Hasta que regresó de América viejo, casi ciego y arruinado. A su llegada descubre un amargo secreto: una de sus dos nietas -Nelly y Dolly- es ilegítima, no lleva la noble sangre de su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: El abuelo
- Año: 1998
- Duración: 140
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Opinión de la crítica
Película
6.9
84 valoraciones en total
¡Infravaloradísima película! No puedo creer que una película como esta tenga de nota media un 6,6 cuando algunos truñacos consiguen llegar al 7 sin problema.
Tampoco digo que se la tenga que considerar una obra maestra, pero bueno sinceramente creo que se merece una mejor valoración.
¿Es acaso porque es española? existe una tendencia a despreciar todo el cine español de nueva factura y a ensalzar otras mas antiguas (no hay mas que ver la nota del espíritu de la colmena, el sur, o por ir mas lejos, incluso calle mayor) cuando (aunque estemos de acuerdo en que se hace mucho cine malo) hay películas que verdaderamente merecen la pena y esta, en mi opinión, es uno de estos casos.
Solo las buenas películas son capaces de basar toda la acción en conversaciones sin que esta llegue a aburrir.
En el personaje que interpreta Fernando Fernán Gómez podemos ver, desde mi punto de vista, una de los mejores interpretaciones de su carrera.
Una fotografía y banda sonora que consiguen emocionar.
Si bien es cierto, que las niñas me tocan un poco los cojones, pero esto es algo que se puede perdonar.
De verdad, me pregunto que nota habría tenido esta película si no fuera española.
Muy recomendable.
La mejor de las nueve películas de corte galdosiano de José Luis Garci, y una de las más importantes del cine español en la década de los noventa. Desde la dirección, magistral, pasando por todos los elementos técnicos y terminando por un colosal Fernando Fernán-Gómez, podemos decir que es una película casi redonda, si no fuera por el sonido y la presencia de una lamentable Cayetana Guillén Cuervo y otros detalles menores.
Lamentablemente la Academia española comenzó a partir de aquí la caza y captura de Garci con la leyenda urbana de la compra de votos. La niña de tus ojos ganó a mejor película, y El abuelo que iba a ser su gran noche se llevó un premio de trece, evidentemente el del señor Fernán-Gómez. País cainita el nuestro.
Por cierto, hace unos meses estuve en la casa-museo de Galdós en Las Palmas, uno de los encargados de enseñarlo me decía que no recibían muchas visitas, a parte de las típicas concertadas de colegios. Hoy ya nadie lee a Galdós, se prefiere a Paulo Coelho, Dan Brown, o peor aún sagas inmundas como Millenium. Esto pinta muy mal.
Esta crítica va dedicada a mi amigo canario de FA, que como Galdós, tiene tanta clase y criterio propio que no necesita que le pongan etiquetas ni carnets de ningún club. Ser un librepensador es lo más hermoso, gratificante y solitario del mundo. Pero no nos van a cambiar.
Nota: 8,4.
No le tengo especial manía a Garci –es más, yo era de los telespectadores fijos de su programa ¡Qué grande es el cine! –, pero como cineasta no me ha impresionado con ninguno de sus trabajos.
Me habían dicho que la interpretación de Cayetana era admirable, pero yo, francamente, la encuentro muy normalita. Las apariciones de las nietas están repletas de ñoñerías, y su doblaje es bastante malo. Es una manía de Garci (y de bastantes directores españoles) doblar a los actores cuyas voces no le convencen, especialmente a los niños, de hecho, la productora de Garci (Nickel Odeon) fue condenada por vulnerar en esta película los derechos morales e intelectuales del actor Antonio Valero al doblársele sin su consentimiento. Si os fijáis, en sus películas las intervenciones de los personajes están calculadísimas y especialmente planificadas para que no se solapen las voces, es precisamente por ello por lo que sus desarrollos parecen (son) lentos y en ocasiones pesados.
Sólo me gustaron Fernán-Gómez y Rafael Alonso (también doblado, aunque por un grande como Félix Acaso). Sólo ese viejo cascarrabias y ese profesor buenazo fueron los que estuvieron a punto de arrancarme unas lagrimillas, pero no lo consiguieron finalmente. También son desternillantes las conversaciones que mantienen sobre el suicidio.
El Abuelo, Don Rodrigo de Arista Potestad, conde de Albrit, señor de Jerusa y de Polán, viejo y excéntrico personaje que pertenece a una clase aristocrática española (ya venida a menos), regresa de América completamente arruinado, pero mantiene todavía el orgullo de su nombre y el honor que los regios blasones de su escudo le confieren, honor que quiere dejar en herencia a los que por legítima descendencia les corresponda. Este es el comienzo de la magnífica obra El Abuelo de Benito Pérez Galdós, notablemente llevada a la pantalla por José Luis Garci.
Aparte del inmenso retrato, que de los personajes nos dejó Galdós y que son la base primordial de la adaptación cinematográfica, debemos destacar de la misma, los maravillosos exteriores, los decorados, la excelsa música que Manuel Balboa escogió para la película (que nos invita por una parte a la reflexión, pero por otra nos sumerge en ese mundo un tanto deprimente y sin sentido, en el que el abuelo intenta encontrar un último sentido a su vida), la fotografía, y lo más importante el enorme reparto de actores que merece un capítulo aparte y que a mí modo de ver, es un homenaje a la mayoría de ellos.
Fernando Fernán Gómez (memorable Don Rodrigo, faltan calificativos para poder honrar su trabajo), y es que todo le acompaña, su esbelta figura, su pobladísima barba, su lenguaje pulcro y preñado de tonalidades. Rafael Alonso (magnífico Pío Coronado, maestro y tutor de las niñas, de bondad excesiva, la expresión bondadosa de su rostro no la lograron borrar ni los años ni tampoco los pesares personales), Senén (soberbio Agustín González, siempre sobrio en su trabajo, en éste papel quizás lo está un poco más). A mí modo de ver en estos tres personajes se apoya parte de la obra, los tres tienen mucha fuerza aunque sin la figura de Fernán Gómez, quizás no existiría El Abuelo. El resto de actores todos cumplen a la perfección, evidentemente unos sobresalen por encima de los demás.
Todos ellos, arropados por una exquisita recreación de ambientes y un cadencioso montaje, dan como resultado una película cautivadora. Llena de matices, con unos diálogos superiores, con varias lecciones y lecturas que a muchos de nosotros nos iría muy bien aprender.
Pues lo reconozco, hace mucho que no he visto El abuelo. Se que en su día me gusto. Y mucho. Sé que en su día me emocioné. Y mucho. Sé que e su día admiré a ese viejo y tozudo cascarrabias de Fernando Fernán Gómez.
Escritor de mil y un estilos, actor y director. Una de esas personas que son llamadas intelectuales. Uno de aquellos tipos que hacían levantar el ala del sombrero cuando entraba en el Café de Ruiz o en el Casino de Madrid. Su importancia en la cultura española del siglo XX es primordial y su legado un magnífico bálsamo para todos aquellos que quieran acercarse a esa España de idas y venidas, a una patria difícil, diferente, altanera y peligrosa… como nuestro Quijote.
El abuelo es su mayor éxito, su entrada en una fama en la edad moderna que nunca ha buscado. Su personaje es el propio Fernán Gómez: arrugado, cascarrabias, maestro de todo y vigoroso. Aquí acaba la vida de uno de los grades del cine español. Casi sin avisar, igual que empezó.
Maestro…. descanse en paz.