Grand Piano
Sinopsis de la película
Tom Selznick (Elijah Wood), un joven y talentoso pianista que reaparece ante el público tras una breve retirada por miedo escénico, se sienta al piano y se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Grand Piano
- Año: 2013
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
5.1
58 valoraciones en total
Grand Piano abre con unos títulos de crédito magníficos en los que la música de piano enlaza perfectamente con los planos cerradísimos de la estructura ósea del instrumento, siendo golpeado furiosamente por los dedos del intérprete. En este pequeño bloque de tres minutos -casi de tapadillo- se crea una sensación de inquietud que no desaparece y es más, se intensifica, en lo que está por venir más adelante. Eugenio Mira, tras la totalmente fallida Agnosia (2010) por fin consigue demostrar de la pasta que está hecho con un thriller tenso, bien ejecutado, con una serie de logros muy estimables que pasan por saber utilizar referentes clásicos para adaptarlos a un contexto actual, y medir la tensión notablemente pese a ciertas trampas de guión que podrían -de estar mal hechas- sacarnos del film.
Ambientada en un único día, desde la mañana -momento en el que el protagonista aterriza en su destino- hasta la noche, en donde tiene un concierto tras cinco años de ausencia, lo mejor del film es cómo todo el bloque del acto musical se narra en tiempo real, con relojes colocados hábilmente entre planos para que podamos constatar que así es, a la manera de Buried (aquí produce Rodrigo Cortés) o la más reciente Gravity . La cosa funciona, manteniendo la intriga muy bien, en esta especie de remake musical de Última llamada (Phone Booth, 2002) de Joel Schumacher.
Sería injusto no mencionar además el más que notable trabajo de Eugenio Mira detrás de la cámara. Acostumbrados a un cine de género (en España) cimentado en los valores de Hollywood, es una verdadera sorpresa que llegue un realizador y se permita hacer algo diferente. Planos secuencia bastante cuidados (no virtuosos pero si estimables), contrapicados que casan con la situación en que se introducen, recursos como reflejos para desdoblar momentos de intensidad e incluso una pantalla partida que tiende un pequeño puente hacia la también muy recomendable Passion de Brian de Palma. El montaje es igualmente muy potente, coordinando música e imagen a una manera casi operística. Técnicamente no se le pueden poner pegas, tampoco a nivel interpretativo en lo que respecta a Wood, que no hace un papelazo pero da muy bien el perfil. Los secundarios funcionan bien como herramienta para hacer avanzar la película.
Lo que quizá pueda ser más cuestionable (aunque personalmente, a mí me parece bien metido) sea su clímax del tercer acto. Grand Piano será comparada con Hitchcock, o en menor medida con De Palma, y no son alusiones nada gratuitas. El tender hilos a estos realizadores se crea una expectativa hacia ciertos recursos que (por suerte o desgracia) están ausentes en el cine de ahora. Son recursos anacrónicos, pero que bien usados -tal es el caso- me funcionan. Me refiero al bloque de Kerry Bishé (hermosísima, por cierto) y cierto duelo físico. Lo dejo ahí para no spoilear y termino la crítica recomendando ver Grand Piano , un trabajo al que le falta un poco para ser realmente notable pero que desde luego ofrece recompensas. Mira aún no es un virtuoso pero no necesita serlo para construir una película bastante superior a los últimos intentos de construir un cine de género con personalidad dentro de España.
Eso es lo que parece, con tanto Elijah Wood corriendo para arriba y para abajo en mitad de su propio concierto.
Empiezo por decir qué es lo que me ha convencido de esta película, ya que eso lo acabaré pronto.
-La idea, aunque no especialmente original (es algo bastante similar a lo que ya hicieron en Última Llamada ), está bien. La idea. El modo de desarrollarla va fracasando estrepitosamente a medida que avanza el film.
-Hay un par de escenas que visualmente están muy bien conseguidas, alguna que hasta resulta bella.
-La película consigue mantenerte en tensión y, por momentos, crear esa angustia que se supone que el protagonista debe estar sintiendo.
-Entretiene, aunque a veces te lleves las manos a la cabeza, entretiene. Y no es muy larga.
Y ya. Porque en cuanto a lo demás, la verdad es que va dejando que desear.
Las actuaciones… pues bueno.
Tenemos a un Elijah Wood con mucha ansiedad, pero ya desde el principio de la película. Luego cuando empieza el meollo de la cuestión, se limita a poner cara de un poco más de susto que al principio.
Tenemos un John Cusack que, si se descuidan, no lo vemos en toda la peli. Supongo que viéndola en versión original, su personaje ganará más.
Tenemos a la mujer de Elijah, cuyo abanico de expresividad se limita a dos aspectos: sonreír bonachonamente a todo el que se le cruce, o exponer una expresión de preocupación máxima hacia su esposo.
Y luego tenemos a una parejita insoportable y prácticamente de relleno (sólo está ahí para añadirle unos diez minutos a la película y enrollar un poco más la historia) y a un director de orquesta graciosete.
Nada destacable, vamos.
La banda sonora de una película que transcurre enteramente durante un concierto de música clásica debería de ser apabullante. Y no sólo es algo que olvidas a los cinco minutos de haber terminado de verla, sino que en ocasiones quieres arrancarle las manos a Elijah para que pare de tocar.
Desde luego, dudo que en cuanto a aspectos musicales más profundos esté bien planteada.
Ahora bien. Lo peor de Grand Piano es lo inverosímil que resulta. Resumiendo:
– El malo es patético y sus acciones gratuitas.
– Las reacciones de los personajes no son en absoluto creíbles.
– Se nos plantea el personaje de Elijah como un pianista que abandonó temporalmente el mundo de la música por cometer un error supuestamente garrafal mientras tocaba en uno de sus conciertos. Él decide retomar su carrera, pero está de lo más nervioso (comprensible). Y bueno, también está el pequeño detalle de que hay un loco que se lo quiere cargar si comete algún error. Pero a pesar de todos estos factores, Elijah es multitarea y va tocando el piano a lo largo que realiza diferentes acciones, como si nada. Menos mal que se supone que cometías errores, tío.
– El final es lo más decepcionante. Parece que el guionista no supo muy bien cómo darle uno más inteligente y dijo pues así mismo .
Continúo con cosas más concretas en spoiler.
No hay por donde cogerla, el guión es completamente imposible, la arbitrariedad de todo lo que ocurre es infumable. La excusa para poner al protagonista en esta situación imposible y el plan del malo de turno son algo tan peregrino, tan rematadamente poco creíble que el ridículo se apodera de la historia y no la abandona hasta el final. Realmente cuesta mucho sacarle algo bueno a la función, lo poco aprovechable son tanto Cusack como Wood que hacen lo que pueden dentro del desconcierto reinante, un auténtico desastre.
Pequeña película de fondos (monetarios) españoles y actores no tanto, con un guion poco original pues ya ha sido visto, sin ir más lejos, en Última llamada , de Joel Schumacher en 2002 y con una puesta en escena como mucho correcta. Elijah Wood interpreta a un pianista que vuelve a los escenarios tras una pausa de cinco años, angustiado y temeroso en todo momento, y se encuentra con una obra que siempre le había costado interpretar y que esta vez será el precio de su vida.
La introducción nos lleva al equívoco ya que es bastante completa y la presentación de los personajes es concisa y no deja lugar a dudas. Pero en cuanto se sienta al piano comienzan los auténticos fallos, aquellos por los que parte del público aplaude tomándolos por aciertos. Como la vida misma.
Comparar esta película con alguna dirigida por Brian de Palma o por Alfred Hitchcock me parece un insulto y un ejercicio de presunción. Nada más lejos de la realidad. Lo más relampagueante: la actuación de John Cusack. Y ese final… Pffff.
¡Nuevo género!
Atresmedia ha creado un nuevo género revolucionario: películas de inversión española pero con actores estadounidenses para que así las películas no parezcan tan malas. Pues sinceramente, creo que lo han conseguido. La película en sí no está mal, pero porque Elijah Wood sostiene con su papel toda la trama y lo hace muy bien. La película de los creadores de Buried no sorprende y tiene algunas escenas y personajes olvidables (AKA la pareja de amigos) pero por lo menos no alarga la trama más de lo necesario. Esto consigue que, lo que parezca una trama absurda, lo sea algo menos ya que no rizan el rizo, la película va a lo que va y si parpadeas te lo pierdes. Total, otro intento de internacionalizar el cine local, que se quedará en eso, en intento.
P.D. Si pestañeáis os perderéis la intervención de John Cusack, atentos.
P.D. 2 A penas dura una hora y cuarto.
P.D 3 La crítica es proporcional a la duración de la película.