Duerme, duerme, mi amor

5 comentarios en «Duerme, duerme, mi amor»

1. Sin duda es esta una de las películas que mejor le salieron a Regueiro y está más o menos a la altura de sus grandes logros Amador y Carta de amor de un asesino . Fue Me enveneno de azules la película que le salió peor. Regueiro dosifica con acierto los ingredientes de Duerme, duerme mi amor reflejando el hastío y el cansancio dentro de las relaciones de pareja mezclando eso con una crítica social ácida y vibrante y reflejando con nítidez las razones de la represión sexual que dominaba al español de la época de la filmación. Todos los personajes femeninos están trazados con brillantez y hay que decir que esta fue una de las pocas ocasiones en las que el cine aprovechó debidamente las facultades de María José Alfonso que borda su papel y consigue una creación inolvidable. La poco conocida actriz Isabel Pallarés está muy bien en la escena en la que dice que está piripi ante la bombona de butano. Rafaela Aparicio vuelve a encarnar uno de sus personajes habituales pero enriquecido esta vez con una sorna nueva y sorprendente. Lina Canalejas y Laly Soldevila completan el gran equipo femenino mientras que López Vázquez ofrece la enésima demostración de su genialidad. El inolvidable tema musical de Las Grecas que acompaña a los créditos es otro de los aciertos del respetable film cuya acogida no fue la deseada en parte por su carácter arriesgado.

2. Son el leit motiv del film, la música con la que Regueiro, un director muy personal, pero también muy irregular, nos ilustra su visión de la familia en los años 70, una sátira despiadada sobre la sociedad de la época, del absurdo a lo grotesco, de la realidad al romanticismo, del flamenco pasional a la ópera soñadora y romántica. Una tragicomedia urbana sobre un matrimonio imposible de convivir que refleja los traumas, la incomunicación, las pasiones y sueños del español medio, casado y reprimido de entonces. Obsesiones y fantasías eróticas, fetichismo, represión sexual, esperpento, el suicidio y otras incongruencias. Una metáfora sobre la hipocresía del matrimonio, las tribulaciones de un marido compungido e infeliz (J. L. López Vázquez) que se muda a un piso nuevo con Amparo (María José Alfonso), una histérica, frustrada y parásita esposa que no puede perdonar el hecho de que éste no le haya podido proporcionar las comodidades que en su casa materna disfrutaba.

   Una suegra a la que nadie quiere, un yerno que busca libertad y equilibrio, un atractiva vecina, Encarna (Lina Canalejas), que viste de luto para evitar que sus vecinos se enteren de que fue abandonada por su esposo, una maruja cotilla (Rafaela Aparicio) y una pareja de recién casados que se pelean sin ningún motivo aparente. Todo ello en una comunidad de pintorescos vecinos, de un costumbrismo mordaz, que el cineasta ha despojado de ropajes suaves y llevaderos para mostrarlos desde el lado más caótico y amargo de esta pretendida comedia coral de imágenes poderosas que entronca con la comedia negra, no olvidemos que el guionista es Manuel Ruiz Castillo, el mismo que escribió El extraño viaje.

   Los personajes parecen atrapados e incomprendidos, eslabones de una cadena de la cual les resulta imposible desligarse por sí mismos, y más imposible todavía hacerlo con ayuda de los demás, ya que cada uno a su vez, foma parte de la misma cadena y se halla ocupado en su propia liberacion sin conseguirla. De ahí que la expresión menos angustiada del film nos venga de un hombre (Manuel Alexandre) que ha encontrado el modo de suicidarse sin dejar rastro, solución que interesa a nuestro protagonista como marido triste y desgraciado. Pero su falta de valor le limita a dormir a su pareja con tranquilizantes que le permitan recuperar su libertad mientras que ella duerma continuamente. El remedio es dormir y soñar ante la imposibilidad de vivir. Esta particular visión de nuestro entorno está llevada a cabo en el film con absoluta frialdad y equilibrio, con una fuerte y bien suministrada dosis de humor negro, que si bien en principio provoca la risa, va convirtiéndose, conforme avanza la trama, en una desagradable sensación de agobio y soledad. Una película discutible por el universo tan personal del director, pero que la salvan en cierto modo los actores bien elegidos para el casting.

3. Pese a que hoy en día casi nadie recuerda al gran Francisco Regueiro, la reivindicación de su obra como una de las más personales, ácidas, surrealistas y críticas de la historia de nuestro cine se hace casi imprescindible.
   
   Duerme, duerme mi amor, es sin duda una de sus películas más asequibles (ese mismo año realizó la maldita Las bodas de Blanca , mucho mejor película pero tambien mucho mas inaccesible) por tratar con un humor negro de punzante sorna y mala leche, el tema del hombre dominado por su mujer que solo ve un camino para desahacerse de ella, drogándola por las noches y dedicándose a tontear con su atractiva vecina… Requeiro siempre ha sido un cineasta de buen gusto pese a bordear a veces temas escabrosos o tendentes al exceso, pero en esta ocasión, y quizás influido por el aire vodevilesco y de semi apertura que se respiraba en el cine de la época, el resultado no adquiere la altura de otros trabajos suyos y comete el imperdonable error de dejarse ganar la batalla por la sal gruesa, algunos tics de comedia carpetovetónica hispana y el exceso algo chusco y hortera.
   
   Pese a todo nos encontramos ante una cinta muy interesante, de lo mejor del cine de la época, con impagables interpretaciones, especialmente de la sin par Lali Soldevilla que aquí encontró un vehículo de lucimiento perfecto para su gran talento. Muy difícil de ver hoy en día, títulos como este vienen a demostrar que el cine español de aquella época era bastante mejor que el actual pese a no tener un acabado formal e industrial tan perfecto. Pero en cuestiones de talento ¿donde encontramos alguien como Regueiro hoy en día en nuestro cine? Por eso resulta incomprensible que despues de su excepcional MadreGilda de 1993 no haya vuelto a realizar ninguna película. ¿Es esa una buena manera de cuidar el cine español?

4. Regueiro construye un film bien ideado que quizás ha envejecido mal. Pero no pierde frescura en la espontaneidad de sus excelentes actores que como siempre sobre todo López Vázquez se come la pantalla. Tiene grandes momentos y otros no tan logrados pero en conjunto es una buena comedia que hará la delicia del mejor humor español de siempre. Acompañado de unos grandes secundarios que siempre están a la altura de lo que se les pide… Un marido tiene una extraña relación con su mujer que la duerme… Quizás si se hiciese ahora no se podría hacer o incluso al revés… Me huele aunque no sea la intención de Regueiro a maltrato conjugal. Pero soy consciente que no es la intencióin de Regueiro. Puede ser una película mal entendida.

5. Hay un cine español, como este, entre los años 50, 60, y 70/80, que es magnífico.

   Es, o define, de alguna manera el humor general, popular, esos chistes de los que nos reímos todos porque beben de fuentes culturales propias y lugares comunes, compartidos por todos, voluntaria o involuntariamente…. lo español , la españolada , para decirlo más claramente.

   Esta película de Francisco Regueiro es un ejemplo contundente de todo esto… desde La venganza de Don Mendo , el teatro de Jardiel Poncela, más lejano en el tiempo: Quevedo… hasta la renovación – no tanto – de Pedro Almodóvar, o las aventuras guarrindongas de Torrente de Santiago Segura, de él mismo como actor y personaje mediático, los chistes de Eugenio, de Arévalo o de Paco Gandía …Martes y Trece…los insuperables Faemino y Cansado… (sin saltarnos, por supuesto, a F. Esteso, A. Pajares, el grandísimo Pepe DaRosa, los hermanos Ozores…. geniales y genuinos), Rafael Azcona y Berlanga, Alfredo Landa y el landismo , Buñuel, Chiquito de la Calzada…. sería una lista interminable, me dejo muchos nombres y figuras, y que llegaría quizás hasta Alex de la Iglesia, Carlos Latre, Paquirrín…

   El guión de esta tiene altibajos, sin embargo cuida muchísimo hasta el último personaje: esto ya no se hace hoy en día, donde los secundarios, figurantes, suelen sacrificarse en los papeles de dos, o tres protagónicos, y casi poco más (hablo muy en general), como recurso…, en esta no. Aquí, desde la primera escena coral (coro), todas las frases tienen un porqué, en este caso cómico, alrededor de la disparatada historia de José Luis López Vázquez (GENIO), en un típico papel de su coleto propio…. el de marido de la clase media, el de marido tópico y typical spanish dentro de ese mundo del esperpento y de la astracanada tan hispano, que fantasea con deshacerse de una esposa neurótica y loca perales …. sin que falte la suegra, obviamente, el vecindario, los operarios o currantes, la guapa,… hasta la música de las Grecas, con que se abre y cierra la película.

   Lo mejor es que efectivamente, la trama principal y cómica y negra está planteada contundentemente (no me voy a meter en spoiler), y que todo lo que sucede alrededor de esto es precisamente lo que tiene que ser….el papelón de Rafaela Aparicio, o de cada personaje… es que todos están muy bien.

   Lo peor: la rápida resolución, el desperdicio de una trama tan brillante y divertida…. la inmediatez con que todo se va resolviendo… pienso que Buñuel, o un Billy Wilder, por poner dos ejemplos,… le habrían dado las vueltas de más (que faltan) y que se merece….y que esto lo digo sin desmerecer al genial Francisco Regueiro, que reconozco, que no conocía… y que posiblemente, como pasa tantas veces, tuvo que rodar con unos plazos cerrados, un presupuesto ajustado (sobre tanto talento y genialidad reunida), y que no pudo estirarlo como hubiera querido, porque todo es una veta, un filón, de escenas continuo de planteamiento genial, que deja la carcajada a medias, también.

   Dentro de este cine, de la españolada y el humor negro en la españolada…. y sólo por citar alguna peli…. La niña de luto , El verdugo , La Comunidad ……son afortunadamente muchísimas…. dentro del mejor cine que se ha hecho en España, sin duda.