Diabólicamente tuyo
Sinopsis de la película
Un hombre (Alain Delon) ha perdido la memoria como consecuencia de un accidente de coche. Está internado en un hospital, donde lo cuidan una mujer (Senta Berger) que dice ser su esposa y el médico de la familia (Sergio Fantoni).
Detalles de la película
- Titulo Original: Diaboliquement vôtre
- Año: 1967
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
Película
5.4
43 valoraciones en total
Duvivier es uno de esos cineastas que representa esa cierta tendencia… crucificada por el sanedrín de la Nouvelle Vague. Autor iniciado en el cine mudo, responde al esquema cinematográfico: el estilo es el guión, pese a lo cual cuenta en sus comienzos sonoros con interesantes adaptaciones literarias que no renuncian al abuso del escenario (incluida la sobrevalorada Pepé Le Moko), una puesta en escena que no le abandonará en su aventura americana, donde rodará con lo más granado de Hollywood, ni tampoco de vuelta a Francia. Si bien, a su regreso, sorprende con, quizá sus dos filmes más originales, Pánico (1947) y Bajo el cielo de París (1952), a partir de aquí se implicará en un batiburrillo temático y estilístico que va de los divertimientos de Don Camilo a conseguidos noir como Voici le temps des assassins (1956) o Carne de perdición (1963), una variante del Cartero siempre llama dos veces. Diabólicamente tuyo es otro huis clos en la trayectoria de Duvivier, que peca de precario en producción e imaginación: el accidente automovilístico inicial es de video-aficionado, la trama tan previsible que uno, incautamente, aguarda un giro efectista que nunca se produce. La gran baza, la pareja Delon-Berger, a cual más guapo y a cual más plano ¡Por Dios, qué desgano interpretativo! Atención a los registros expresivos de Delon durante la dramática escena final.
Cuesta creer de qué manera esta peli puede llegar a enganchar e icluso a gustar, toda vez que con cuatro individuos la han hecho. El protagonista es Alain Delon en su época de follarín de los bosques, secundado por una Senta Berger que parece que le tiene asco por muy increíble que parezca. Ella se luce más que él, se lo curra más. Pero la historia es original y está muy bien contada. Con unos exteriores muy logrados y un vestuario cuidado, Duvivier dirige esta cinta basada en el relato de Louis C. Thomas. Es recomendable para aquellos amantes del cine francés.
Película que no empieza mal del todo y que, por momentos, parece tener un encanto siniestro, pero acaba decepcionando. Tiene un estilo en su planteamiento a películas como Las diabólicas (hasta en el título) pero no es lo mismo. Una vez los personajes salen del hospital, la historia entra en una especie de punto muerto, la trama es más que previsible, esperas en algún momento la vuelta de tuerca (pero no), el final está bastante mal escrito y, o soy yo, o los actores flojean bastante. Ni Delon en su apogeo consigue salvar una cinta bastante flojita.
Veamos: Delon va por una carretera a toda pastilla y se pega una hostia importante. Despierta en un hospital con un chirimbolo en la cabeza y una amnesia de no te menees. En esto que aparece Senta Berger, toda curvas, tetas y culo, y le dice que es su esposa y que van a volver a casa. Delon empieza a pensar aquello de que es bueno ser rey y se relame por anticipado. Pero al llegar a su humilde hogar, uno de esos castillos en la campiña francesa que todos hemos anhelado poseer alguna vez, se ve recluido y empastillado por el médico residente (Fantoni) y un criado chino (Mosbacher), que se lleva un rollo de S/M con su mujer, la Berger, que se pasea por las noches con un camisón transparente (lástima que se le vean las bragas), lo cual pone a Delon más salido que la pipa de un indio. Comienza una variación de Luz de gas que no pienso descubrir ni en spoiler, de la que ves llegar la conclusión desde varios kilómetros de distancia, hasta desembocar en uno de los finales más botarates de la historia del cine, tal vez, como apunta la chica de la otra crítica, porque Delon no estaba pensando con el cerebro, sino con otro elemento de su anatomía (felicidades por lo de follarín de los bosques, no tiene desperdicio).
Esta película fue la última de Julien Duvivier, fallecido nada más finalizarla… en un accidente de automóvil. Predestinato. También abona mi teoría de que los grandes directores de las décadas 30, 40 y 50 cayeron en la desorientación más aguda con la llegada de la revolución auspiciada por la aparición de los Beatles, primero, y después por el flower power. No supieron adaptarse a los nuevos tiempos porque les pilló a contrapié, y sus esfuerzos por asimilar las nuevas corrientes dieron frutos bastante penosos. Pensad en las películas que cierran algunas filmografías gloriosas, empezando por ésta, Family Plot, de Hitchcock, Chantaje criminal, de Henry Hathaway, Peligro línea 7000, de Howard Hawks (aunque después nos legó El Dorado y Rio Lobo, al volver a sus parámetros de siempre), Aquí un amigo, de Billy Wilder, La prisionera, de Clouzot, La baby sitter, de René Clément, y tantas más. Sólo Ford nos legó un testamento majestuoso con Siete mujeres, pero él vivía al margen del devenir del tiempo.
En suma, Diaboliquement votre es un fiasco, que promete mucho y no da nada (Berger no enseña nada). Avisados estáis.