Desenlace mortal (Thriller – en grym film)

5 comentarios en «Desenlace mortal (Thriller – en grym film)»

1. …ese ojo de Christina Lindberg, guarecido de pestañas postizas tan rígidas como cuchillas, ese único ojo que apunta como el ojo de un rifle a la cámara y del ojo de la cámara al ojo del espectador, ese ojo que parece trazar un sendero entre fuera y dentro de los encuadres haciéndonos virar del papel de ofendidos a ofensores, ese ojo es corazón, centro y cerebro de una historia destinada a la oscuridad por su propio carácter y sin embargo, tan parecida a la salida del sol después de una tormenta como sólo pudiera ser una historia verdadera sobre la venganza.

2. Pararse a desmembrar una película tan horrible y tan mal rodada como Thriller es algo sumamente complicado por la infinita multitud de defectos que contiene la supuesta obra maestra de Bo Arne Vibenius. Puedo llegar a entender que sea venerada como una de las inspiraciones de las que Tarantino se nutrió para la aclamada Kill Bill (con la que la mera comparación es causa de sonrojo), pero que lo sea como película de culto es algo cuanto menos de juzgado de guardia. Una obra tan pretenciosa, tan sumamente vacía, aburrida y tan pendiente de escandalizar que se queda en simple agua de borrajas en todas y cada una de sus intenciones.
   
   Y es que los principales argumentos sobre los que se sustenta esta supuesta obra transgresora es en lo explícito de su violencia (lo más explícito que veo aquí son los pinchazos en vena de la aguja, ya que los disparos y los golpes son en cámara (muy) lenta y las escenas más desagradables se encuentran en off) y de sus escenas pornográficas, las cuales se reducen a unas simples imágenes de penetración y choque de huevos con culo que a lo mejor hace 50 años ponían cachondo pero que a día de hoy nos causan completa indiferencia. Como peli erótica aporta bien poco, y como cine de acción aún menos, con unas luchas a cámara hipermegalenta que reducen cualquier atisbo de emoción y las convierten en un auténtico sopor (reconozco que en algún momento las tuve que pasar para adelante porque cualquier movimiento del brazo de la protagonista duraba 20 segundos, sin exagerar) lo que debería de ser algo imperdonable.
   
   Desgranar el guion sería algo risible viendo el despropósito que podemos contemplar aquí. Es cierto que quien busque credibilidad en el cine quizás debería buscar otra peli diferente cuyo argumento no sea el de una prostituta que aprende artes marciales y a manejar armas de fuego para vengarse de sus captores, pero el hecho de que los diferentes acontecimientos sean presentados con tal sudapollismo y falta de detalles resulta alarmante.
   
   A) La chica entra y sale cuando quiere del burdel en el que la tienen retenida… ¿contra su voluntad?
   
   B) Por algún motivo que desconocemos, la prota conoce el paradero de todos y cada uno de sus viles clientes.
   
   C) También los malotes saben donde encontrarla en el momento preciso.
   
   D) La policía está demasiado ocupada para hacer acto de aparición. Quizás se encuentre poniendo parquímetros o cosas productivas.
   
   E) La reacción de los padres de la chica es tan creíble como cualquier discurso de Rajoy. Aunque teniendo en cuenta la efectividad de la policía en esta película, no parece que sea lo más rentable hacer uso de la autoridad.
   
   F) La heroína no solo te vuelve adicto, sino que también te puede matar en cuestión de horas si no la ingieres. Por lo visto, en Proyecto Hombre deberían ir tomando nota.
   
   *MENCIÓN ESPECIAL: Los coches explotan si se rozan entre ellos. Como combustible en lugar de gasolina quizás lleven nitroglicerina por dentro.
   
   Un cate muy, pero que muy merecido para una exploitation con ínfulas de transgresión que envejece fatal, y que representa el reflejo de aquello que en su momento quiso ser agresivo y actualmente no pasa de cándido y obsoleto.
   
   ·LO MEJOR: El magnetismo que desprende a ratos.
   
   ·LO PEOR: Un montaje absolutamente pésimo. Las infumables escenas de acción a cámara (súper) lenta.

3. Joya oculta esta Thriller: a cruel picture que gracias a usuarios de FA he podido degustar. De lo más violento de los 70 que he visto, sin por ello descuidar la historia en absoluto, que es mejor no destapar. Se nota mucho su influencia en filmes posteriores como Ángel de Venganza de Abel Ferrara o Kill Bill de Tarantino.
   
   Recuerda su estilo visual al cine de Peckinpah, aunque en absoluto lo copia. Muy recomendable, por la historia, sus escenas de acción, el rostro angelical de su protagonista y el estupendo final. Va más allá de la mayoría de las películas de vendetta, siendo muy digna en todo su conjunto. Si conoceís más películas de este director, por favor, decídmelo.

4. Es una de las mejores películas que he visto en mi vida, una historia violentísima, seca, durísima, sin concesiones, poética…una obra maestra.
   
   Se nota que hicieron con la historia lo que les dió la gana, a cada minuto te quedas impactado por la forma en la que está tratado todo, te transmite miles de sentimientos y emociones y hace que disfrutes con cada uno de los muchos planos magistrales que tiene.
   
   Tiene algunos factores de serie B pero a la historia le vienen perfectos. La primera mitad es magistral, con algunas escenas de sexo real y otras de extrema dureza (homenaje a Luis Buñuel incluido). Luego hay un tramo intermedio que es el de la antesala de la venganza, que disfrutas tanto como la protagonista. Y ya la segunda mitad en un cúmulo de escenas míticas que te dejan boquiabierto.
   
   Hay que tener muchos cojones para realizar una película como esta. Se la recomiendo a todo el mundo que quiera disfrutar de cine de verdad, de ese que te enriquece, de ese que te impregna los sentidos, CINE CON MAYÚSCULAS.

5. La etiqueta película de culto es una de las más manidas del cine, calificándose así a bodrios infumables y a estúpidas y pretenciosas películas. Sólo en contadas excepciones se está ante una auténtica obra maestra. Thriller: A Cruel Picture es una de esas obras que de las que se puede decir bien alto que es una película de culto por muchas razones. Dirigida por el sueco Bo Arne Vibenius, prácticamente desconocido aunque había sido ayudante de Ingmar Bergman (y es obvio que del maestro aprendió mucho), puede incluirse dentro del género giallo o eurocrimen, especie de equivalente europeo (de origen italiano) del pulp y el slasher americano, esto es, cine exploitation en su máxima expresión, con altas dosis de violencia y sexo explícito que conllevan en sí una crítica de la violencia y de la explotación, explotación sexual a la que es sometida la mujer en este caso. Y ese es el gran tema de la película. Eso y, cómo no, la venganza, pues a quien está sometido a la violencia y a la explotación siempre le cabe la posibilidad de revolverse y acabar con esa situación, utilizando la violencia que han ejercido sobre él y devolviéndosela a sus explotadores multiplicada, los cuales, además, ya no podrán ejercerla sobre otras personas. Thriller: A Cruel Picture es, pues, una película de justicia vengadora, un género que tuvo su gran momento en los años setenta del pasado siglo y que ha dejado algunas obras maestras, aunque también una ingente cantidad de bazofia.
   
   A destacar el plantel de actores casi desconocidos (o conocidos pero exclusivamente dentro del circuito del cine de serie B, Z y porno light) y que sin embargo realizan un trabajo magnífico, especialmente la protagonista, la bellísima Christina Lindberg (decir que está magnífica es hacerle poca justicia). Con su parche en el ojo, su cara de niña, sus pezones erguidos y su mirada de odio empuñando la escopeta… Sin duda es uno de los personajes femeninos más apasionantes de la historia del cine. El guión es arriesgado y no se corta un pelo a la hora de mostrar escenas de violencia o de sexo, hasta el punto de incluir varias escenas de penetraciones (dejemos a los pajilleros la discusión sobre si era la propia Lindberg la que protagonizaba esas escenas o era una doble), pero siempre con un sentido claro: el de contar una historia lo más crudamente posible, no suavizar ni esconder la realidad para hacer que sintamos una cierta empatía (que jamás puede ser completa) con la mujer obligada a prostituirse. El trabajo de Christina Lindberg ayuda mucho en ese sentido, su cara de dolor, de odio y de infinita tristeza al ser humillada por sus clientes hace que nos revolvamos en el asiento. Las escenas de violencia son también de una belleza poco usual, especialmente con el uso de la cámara lenta (la influencia que tendrán estas escenas en Tarantino es evidente, pero también se dice que influyeron bastante en la saga Matrix).