Delicias holandesas
Sinopsis de la película
Greet y Nel, dos atípicas prostitutas que viven y trabajan juntas en el Barrio Rojo de Ámsterdam, ofrecen servicios especiales a sus clientes. Mientras que Nel es esclavizada por su jefe y novio, Greta se enamora de Piet, el cual está casado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Wat zien ik?
- Año: 1971
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4.9
44 valoraciones en total
El futuro realizador de productos hollywoodienses al estilo Robocop (1987), Instinto Básico(1992), Starship Troopers (1997) o El Hombre sin Sombra (2000) ya ofrecía su sello personal como autor radical y acorde a las circunstancias sociales y políticas de su país de origen. Watt Zien Ik? muestra claramente la noche en el Rosse Buurt (Barrio Rojo) de Amsterdam y el día a día picaresco de Greta y Nell, (Ronnie Bierman y Sylvia de Leur respectivamente) dos prostitutas que viven la vida lo máximo que pueden, sin los prejuicios que supondría llevar como penúria y condición su oficio en otros países. Aunque no quiere decir que Verhoeven no exponga una línea opuesta a tan desenfrenado liberalismo (tal y como nos lo escenifica en una de las secuencias de las citas de Greta en una céntrica cafetería llena a rebosar de mujeres mayores, símbolo del conservadurismo tullido influenciado por la reina Beatriz).
Greta y Nell están hechas la una para la otra. Greta está dedicada plenamente a su oficio, satisfaciendo a sus clientes con las más extravagantes fantasías que éstos proponen, desde una operación, un velatorio o improvisar un aula con pizarra y atizador incluidos. Nell, que es más romántica y con vistas a emprender una vida más normal, ayuda a su amiga si hace falta. Greta es segura, decidida pero débil en el amor que siente por Piet, (Piet Römer) uno de sus clientes menos exigentes aunque está casado con una mujer que no quiere pese a dejarla embarazada. En cambio Nell tiene que aguantar en sus ratos libres las fauces de su misógino novio Sjaak (Jules Hamel) un macarra aficionado a la pesca y al tiempo libre.
Delicias Holandesas es el primer film destacado de Verhoeven. Se puede apreciar en la posterior Showgirls (1995) como una conversión de ésta ópera prima en cuándo a relación entre protagonistas fememinas y los obstáculos que deben afrentar. Pero Watt Zien Ik?, lejos del virtuosismo erótico de su posterior obra, se aprecia como una comedia sana, de un corte erótico picante, incluso ausente de la dosis de visceralismo bañado en los rebeldes protagonistas de Turk Fruit (Delicias Turcas), que Verhoeven dirigiría un par de años más tarde.
No conocía nada de lo que Paul Verhoeven había hecho en Holanda antes de dar el salto al cine americano. Solo espero que esta película no sea más que un error de principiante.
Tal vez en su día resultara una película fresca, chispeante y atrevida. Vista hoy no me parece muy diferente al cine español de la época del destape.
La historia de dos prostitutas que ofrecen servicios especiales a sus clientes podía haber dado pie a una historia algo más profunda y elaborada. Aquí en cambio se tratan los momentos más dramáticos con la misma frivolidad con que se enfrenta a los más ligeros.
Tanto el rotundo físico de las actrices como una la estética setentera totalmente anticuada no ayuda a hacer medianamente digerible el asunto.
Solo pequeños momentos de esa gracia y chispa que la película, estoy seguro, que tuvo en su día consiguen despertar alguna ingenua sonrisa.
Primer largo de Paul Verhoeven, basado en la novela What zien ik? , colección de relatos breves, de Albert Mol. Se rodó en exteriores de Amsterdam, del barrio rojo de Amsterdam y en plató. Fue producido por Bob Houwer.
La acción tiene lugar en Amsterdam y Eindhoven (Holanda), en 1969/70. Narra varios episodios de la vida de Greet (Ronnie Bierman), rubia, generosa, de buen corazón, prostituta, que trabaja en el barrio rojo de Amsterdam. En su domicilio ofrece servicios especiales a clientes extravagantes, que pagan precios elevados. Su vecina, Nel Muller (Sylvia de Leur), es romántica, soñadora y está cansada del oficio y del acoso de su chulo, Sjaak (Jules Hamel), sádico y obsesivo. Ambas comparten amistad, profesión, especialidad y algunos trabajos que requieren el concurso de dos chicas. Busca novio en los anuncios por palabras y se traslada a Eindhoven para ocultar su pasado y evitar a Sjaak.
La película combina los registros de drama y de comedia, con la mirada puesta en el submundo de la prostitución y de los llamados servicios especiales que clientes con dinero demandan a las trabajadoras del sexo. El relato sirve al autor para contraponer una clase social adinerada, elitista, caprichosa y snob, con otra humilde, sin recursos, explotada y enfrentada a la necesidad de degradarse y humillarse para sobrevivir. Greet y Nel, en su lucha por la vida, prestan servicios que dan satisfacción a un conjunto limitado de manías, fantasías sexuales, extravagancias y deseos masoquistas blandos de clientes ricos. Se excluyen del catálogo las aberraciones (necrofilia, coprofilia, etc.) y los servicios duros y semiduros de SM. Las imágenes, picantes con frecuencia, no van más allá de un erotismo contenido, que evita siempre la pronografía. La situaciones del relato dan pie a numerosos lances cómicos, basados en la excentricidad, singularidad, patetismo, sorpresa, surrealismo e incidencias tomadas directamente de los slapsticks clásicos. Son destacables la escena del juego del gallo y las dos gallinas, la del cliente que quiere ser aterrorizado y oir los gritos de terror de otros, la del enfermo imaginario que desea la fantasía de ser intervenido quirúrgicamente, la escena del velatorio y despedida de una muerta muy viva, las lágrimas de Piet que caen en la taza de café, el resbalón de Greet al entrar en la casa limpísima de Nel en Eindhoven. Se condena sin paliativos el sadismo de Sjaak y el masoquismo del cliente que quiere ser azotado como un escolar travieso.
La música ofrece una juguetona partitura original que se adapta a la acción y la refuerza, a la que se añaden fragmentos de Mozart y otros clásicos. La fotografía mueve la cámara con agilidad y precisión y presenta planos picados y contrapicados muy efectistas. El guión apuesta por la crítica social y el humor. La interpretación de las dos protagonistas es simpática y convincente. La dirección crea una obra fresca, hilarante, de ritmo intenso y metraje adecuado, que se ve con interés.
Tras el éxito internacional cosechado por la película erótica Delicias Turcas, Wat zien ik, primer largometrage de Paul Verhoeven, fue estrenada en España con el oportunista título de Delicias Holandesas, película que aborda en clave de humor las aventuras y desventuras de Greta y Nelly, dos simpáticas meretrices residentes en la capital holandesa. Comedia picante, setentera, prostibularia y amsterdamesa, Delicias holandesas se halla muy por debajo del nivel cualitativo exhibido por Verhoeven en las películas que le encumbraron, y es mucho más próxima, en lo estético y en lo temático, a la caspa del landismo que al cine de autor que por aquel entonces imperaba en la Europa civilizada. Deficiencias aparte, y asumida la frivolización de la explotación sexual y los malos tratos a la que tiende la ópera prima de Verhoeven, el único interés que la película puede suscitar lo encontramos en el retrato costumbrista que en ella se hace del pintoresco barrio rojo, y en las divertidas extravagancias sexuales que demandan los clientes de las dos prostitutas protagonistas. Aunque suene a sentencia tópica: sólo recomendada para los más entusiastas y acérrimos seguidores de P. Verhoeven.
Primer largometraje de ficción del holandés PAUL VERHOEVEN.
La acción catódica y lo escatológico, habituales en su cine, son aquí menos adecuados que en otros filmes. Si en DELICIAS TURCAS la hipérbolica construcción de la relación sexual se combinaba con realismo y dinamismo, gracias a un guión más sustancial y desarrollado, aquí los disparates funcionan más como excusas de provocación que como motivos argumentales en si mismos.
Las actuaciones, a modo cómico, son ciertamente exageradas y la cinta resulta altamente entretenida y divertida… pero menos estilizada que producciones posteriores.
Un comienzo interesante y una declaración de intenciones en toda regla por parte del señor Verhoeven.
Por cierto, podríamos traducir ¿QUÉ VEO…?el título del film, en una suerte de adaptación expresiva del original WAT ZIEN IK?