De latir, mi corazón se ha parado
Sinopsis de la película
Tom tiene 28 años y está destinado a seguir los pasos de su padre en el sórdido y a veces brutal negocio inmobiliario. Sin embargo, gracias a un encuentro casual, concibe la ilusión de llegar a ser pianista como su madre. Con gran determinación, empieza a prepararse para una audición con una experta pianista china. Como ella no habla francés, la música será el único medio de comunicación entre ambos. En estas circunstancias, su trabajo diario le resultará cada vez más sórdido e insoportable.
Detalles de la película
- Titulo Original: De battre mon coeur sest arrêté
- Año: 2005
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
6.8
88 valoraciones en total
Notable película y notable dirección de Jacques Audiard. El espectador no queda indiferente, no se aburre. La historia que se presenta es tan poco corriente, pero tan vital, animada y bien conducida, que ante ella cabe descubrirse y decir: ¡Chapeau! Magnífico y sugestivo el desarrollo de las relaciones entre el hijo y el padre, el amigo y sus amigos, el amante y la amante o el europeo con la asiática. Y el final es de calidad artística.
Fej Delvahe
Bum, bum, bum, bum, bum, bum…
[Suena una melodía en un piano]
Bum, bum, bum, bum…
[Las múltiples cuerdas se encadenan con los sonidos]
Bum, bum…
[Las teclas, los martillos que rebotan inmediatamente]
Bum…
[Las cuerdas no paran de vibrar y se hizo la MÚSICA]
B…… … …
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Con un título tan precioso es imposible resistirse ante el filme de Jacques Audiard. Una muy buena historia transmitida en su guión, aunque su personaje sea un cabrón integral… Pero llega la música a su vida, la vía de escape ante una vida criminal que le tiene amaniatado, ante una lucha entre su madre muerta y su padre corrupto… y debe elegir entre las teclas blancas o negras…
Pero este último cine premiado en la ceremonia de los Césars deja la sensación de déjà vu en cuánto a dirección: cámara al hombro e inestable (como el protagonista) intentando captar la realidad mediante el docudrama. La escurridiza, o cómo evitar el amor hizo lo mismo el año anterior con los mismos resultados: mejor película.
Aunque es verdad, la música amansa a las fieras. Bueno, a todas no: me refiero a las que les gusta pulsar tanto el botoncito de NO en las críticas.
De latir mi corazón se ha parado es el hermoso título de esta película francesa de Jacques Audiard, director de Un héroe muy discreto , que remakea el film americano de los años 70, Fingers (Melodía para un asesino) de James Toback.
Romain Duris es Tom, un joven extorsionador con negocios inmobiliarios en Paris, que ve la posibilidad de cambiar de vida tras dos encuentros fortuitos, primero con el agente de su fallecida madre, concertista de piano, y posteriormente, con la mujer de su socio.
Buena parte de la película esta rodada con la cámara al hombro, lo que propicia una atmósfera sórdida durante todo el metraje. También hay muchos y bellos primeros planos, sobre todo del protagonista.
El film, que intercala escenas de turbadora violencia con otras extremadamente sensibles, es técnicamente perfecto. La fotografía y la banda sonora, esta última de Alexandre Desplat, favorecen la creación de este escenario, unas veces malsano y, otras muchas, delicado.
La genial interpretación de Romain Duris es el puntal sobre el que se sustenta la película, siendo su personaje el centro de la trama y casi único protagonista. Es la primera película que veo del francés, pero su maravillosa recreación de este cabrón con sentimientos, me anima a recuperar alguno de sus trabajos anteriores.
En fin, una película sobre la podredumbre del alma humana, la perdida, las relaciones paterno-filiales, el destino, la incomunicación y/o la comunicación a través de la música, las segundas oportunidades, la posibilidad de redención y el amor.
(Casi) nunca Paris fue escenario de una historia tan mísera y a la vez tan bella.
Lo mejor: Romain Duris.
Lo peor: Dos años después deja algunas incógnitas sin resolver.
Veo que algunas críticas destacan su falta de argumento. Pues bien, precisamente creo que el argumento es una de las bazas de la película, al enfrentar exageradamente en el personaje los dos lados que todos en cierta manera tenemos, el sensible y el oscuro. Y esa dicotomía llevada a los extremos se me hace perfectamente creíble, con el suspense de ver que lado prevalecerá al final.
Y el final es donde quizás me decepcionó, viéndolo como una solución fácil a todas las situaciones creadas. Mi esposa dice que el ritmo de la película es como una pieza musical, con su crescendo y diminuendo . Particularmente, a mi me hubiera gustado un desarrollo final mas arriesgado.
En resumen, una buena película que te mantiene enganchado y diferente a la mayoría del cine actual.
De Latir, mi Corazón se ha Parado es un drama crudo, intenso, a ratos bastante sórdido, sobre un joven que, cerca ya de los 30 años, decide replantearse parte de su vida. Tom es un joven que quedó vivamente marcado por la muerte de su madre, a la que parecía fuertemente apegado. Debido a la falta del anclaje emocional e intelectual que suponía su madre, adopta de su padre cierta visión vital, aunque está claro que sus formas de percibir el mundo y percibirse a si mismos son bien distintas. Tom mantiene su carácter y personalidad, pero en un ambiente que lo corrompe.
A través de su padre se adentra en el mundo inmobiliario, de negocios, donde desarrolla el papel más vil: extorsionador, casi empleado de una mafia donde el dinero domina sobre cualquier otra cosa. Y parece dársele bien el asunto, pese a que por mucha triste y mezquina secuencia con la que el film nos introduzca en ese mundo, también nos muestra a una persona no exenta de cualidades morales, si bien estas no estén en su momento cumbre.
Nuestro protagonista atesora ciertos valores y sentimientos que lo hacen no encajar realmente en el mundo en que se mueve, que esa industria en que se halla no le resulte del todo cómoda. Esa propensión emocional y el chispazo necesario comienzan a alejarlo de esa realidad escabrosa. Se reencuentra con una de sus pasiones de juventud: el piano, la música. Es algo que cree dará un nuevo enfoque a su vida, una oportunidad para el verdadero desarrollo personal y restablecer su autoestima, volcarse en algo ajeno al materialismo que desde hace tanto tiempo lo ha tiranizado, y establecer así también un vínculo con su madre, pianista profesional, y de la que heredó el gusto por la música. Ha visto la luz.
La crudeza de lo que vemos no mengua un ápice en todo el metraje. Pero el empeño que pone en algo creativo y anímico suaviza un poco el sucio mundo que recorremos.
Película con mensaje tenuemente consolador, difícil leer entre tanto caos moral y roña humana. Su ritmo avieso y enérgico la hace además entretenida de ver.