De infarto
Sinopsis de la película
Un escritor sufre angustiosas y recurrentes pesadillas en las que aparecen una misteriosa mujer, un enano y un gigante negro. Los invitados que hay en su casa serán la carnaza perfecta para estos tres seres infernales. Opera prima de Oliver Stone.
Detalles de la película
- Titulo Original: Seizure (Tango macabre) aka
- Año: 1974
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
3.6
24 valoraciones en total
Un escritor que tiene pesadillas con un enano, una mujer de belleza malévola y un gigante negro con media cara quemada, seres que irán cobrando fuerza hasta ser una amenaza para él y su familia, y que como el grupo de sádicos asesinos de The last house on the left , estrenada tan sólo dos años antes, harán de ellos su diversión, matando uno tras otro.
Todo está contado de una forma extraña y el ambiente onírico, de pesadilla, con poco está muy bien reproducido (con una fotografía llena de sombras y oscuridad total en la mayor parte de las escenas).
Tampoco me dio la sensación de que estuviera mal dirigida, porque a pesar de ser la ópera prima de Oliver Stone, es un proyecto interesantísimo.
La explicación del anciano sobre qué son esos seres está bien escrita y suena convincente dentro de esa pesadilla que viven todos, y la ambientación está al servicio de la trama.
La mujer de negro, la reina, la mujer que junto a sus secuaces atormenta a la familia y a sus invitados, es representación de una diosa hindú, como se irá dejando claro a lo largo de la película, no sólo gracias a la intervención del anciano, sino que también gracias a cómo está ambientada la película y la decoración de la casa (con muchos toques orientales). En la misma línea, los antagonistas prometen estar entre los más emblemáticos del cine de los 70, aunque la cinta es tan poco conocida, que han sido olvidados junto con ella.
En ningún momento da miedo y más bien todo se pasa muy rápido, precisamente como esa sensación opresiva cuando se está soñando, de que esa pesadillla no acabará nunca, y que al despertar se ve mucho más corta de lo que parecía cuando aún soñábamos.
A pesar de su semblanza, como survival horror en un espacio cerrado, con la ópera prima de Coppola -me refiero a Dementia 13, unos pocos años antes-, no sé si debo calificar este otro debut -el de Oliver Stone- como un efecto más del consumo descontrolado de drogas que el autor de Platoon o Asesinos Natos experimentó en los años 70, o simplemente doy por sentado que, tratándose de una excusa para que su productor -y gángster buscado por el FBI- Michael Thevis lavara algo de dinero, no pudo encontrar medios mejores para abordar este alucinógeno artefacto que bien podría haberse exhibido directamente en salas X o grindhouse especializadas en sesiones dobles.
Seizure! (1974, Oliver Stone) actúa como un eficaz cóctel trash entre esoterismo pop, inframundos satánicos y torture porn que gustosamente habrían firmado William Sachs, Don Edmonds, José Mójica Marins o, sin salirnos de nuestras fronteras, el mismo Jesús Franco, con el añadido autoparódico de que aquí Stone logró convencer a un decadente Troy Donahue para reírse de sí mismo, muy lejos ya de la popularidad juvenil cosechada en los años 50 y 60.
Dejo al libre albedrío de cada cuál la opción de visionar esta curiosa ida de pinza habiéndose estimulado (o no) con las mismas sustancias psicotrópicas que Stone debía llevar metidas en el cuerpo mientras la dirigía. Me pregunto incluso si, durante el rodaje de Seizure, Oliver Stone era consciente de la existencia real de Hervé Villechaize -aquí popularizado como el pequeño Felipe González, o el enano de 007- o bien pensó que era un duendecillo travieso colaborando en esta marcianada experimental. Creo que ésa sería la forma más apropiada de describir esta extrañísima joya lisérgica que desde ya considero un placer culpable.
Como David Cronenberg con Rabia, Oliver Stone también tuvo unos comienzos bastante dudosos. El que años después nos deleito con films como Un Domingo Cualquiera o Giro al Infierno debutó en la dirección con un film de terror de los del montón tirando para abajo.
De Infarto es un film tedioso hasta sus últimos minutos y bastante extraño aunque una vez visto si es cierto que todo encaja de una manera mas o menos afortunada. Mal interpretado por un elenco de actores de segunda fila y con escenas teóricamente de terror muy mal filmadas. En defensa de Stone decir que se notaba los pocos medios con que contaba. Aún así decir que el guión que tenía entre manos no estaba mal del todo. La historia es ingeniosa y esta bien resuelta. Pero no acompañan las imágenes de una cutrez que afea la película innecesariamente. Entre eso y algún dialogo pasado de rosca que no pinta ni con cola la película se quedó en un intento de buen cine.
Solo para fanáticos de Stone que quieran ver su filmografía entera.
Lo mejor: La película es muy rara pero su final te explica muchas cosas. Y el Enano.
Lo peor: Es aburridilla y la fotografía es tan oscura que a veces no se ve literalmente nada.
La frase: No tenemos ni principio ni final. Nuestro único propósito es matar.- La Mujer.
Pues eso, el primer largometraje rodado por el más tarde gran Oliver Stone. Y se nota… para mal, claro.
Bueno, quizás me haya pasado, es cierto que hay realizadores que en su primer filme ya han dejado impronta de su buen hacer, que han pegado fuerte desde el comienzo. No es el caso.
Y es que se puede ver la película. No es vomitiva ni aburridísima. Además tiene algún momento bueno.
Lo mejor es su fondo, que lo tiene. Una crítica al bienhestar de los poderosos, del poder del dinero que gana a la honradez y decencia de las personas hasta corromperlas.
Pero todo está narrado con cierta torpeza y con un ritmo desigual que hace que a veces te tomes en serio el filme y otras parece echo de bromas.
Al final no convence aunque sí que, repito, tiene algunas cosa salvables.
Si te dicen que es de Oliver Stone pues la rechazas pero si no lo sabes igual la aceptas.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Rareza cinematográfica de un debutante Oliver Stone, en la que las buenas intenciones se diluyen en una historia tan extraña como mal ejecutada.
No sería la última incursión de Stone en el cine de terror de bajo presupuesto antes de comenzar sus cada vez menos sutiles críticas a la sociedad y política estadounidense, empezando por la guerra de Vietnam (en la que participó y alimentó sus neuras futuras) con Platoon (1986), y acabando con la aún sin estrenar Snowden (2016). Por ello se hace extraño ver unos comienzos tan alejados de sus temáticas, de las que Reina del Mal brilla por su más absoluta ausencia. También está ausente, supongo que por inexperiencia y por falta de presupuesto, su futuro pulso narrativo, ofreciendo un relato con muchos altibajos de ritmo, de visión incómoda por lo oscuro de su fotografía y de actuaciones cercanas a lo penoso.
Si nos tuviéramos que atener a los primeros trabajos, muchos directores como James Cameron, De Palma o el mismo Stone hubieran quedado relegados a meros directorcillos sin talento y sin futuro, pero por fortuna tuvieron más oportunidades y pudieron demostrar lo buen directores que son hoy en día. Sería injusto juzgar a Cameron por la infumable Piraña 2 (1981), al igual que sería injusto juzgar a Stone por esta Reina del Mal, pero están ahí y tanto para una película como para la otra no se podía haber empezado peor (sobre todo en el caso de Cameron, que lo despidieron a mitad de rodaje).
Como curiosidad, uno de los malos de la cinta es Hervé Villechaize, el actor enano francés famoso por El hombre de la pistola de oro (1974) y que en España era conocido como el doble de Felipe González. Casi nada.