Danny Boy (Angel)
Sinopsis de la película
De carácter taciturno y parco en palabras, Danny, un hombre de unos treinta años, ejerce de saxofonista en locales nocturnos de Irlanda. Su errática existencia se ve una vez más alterada cuando es testigo del asesinato de su manager a manos de una banda armada a los que, de forma individual, no logra ver sus rostros. En una similar situación se encuentra Annie, una chica sorda que asimismo ha presenciado el homicidio por parte de un grupo que, en su mayoría, cubren su rostro con unos pasamontañas. Tanto Danny como Annie, quienes a partir de entonces mantienen una singular relación sentimental, creen que se trata de un mero ajuste de cuentas, pero pronto descubren que el ejército para la liberación de Irlanda está detrás del asesinato a sangre fría. Así pues, el pasado de Danny aflora al saber que el IRA ha acabado con la vida de su representante y eventual amigo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Angel aka
- Año: 1982
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
5.4
100 valoraciones en total
Vigoroso debut en la dirección del irlandés Neil Jordan, en un film producido por John Boorman.
Asombra el poderío visual -espléndida fotografía de Chris Menges- y narrativo desplegado por Jordan, poco habitual en una opera prima. El cineasta saca todo el partido al que se convertiría en su actor-fetiche, Stephen Rea, que compone a la perfección su papel de ángel vengador, hay matices en su desconcierto por el asesinato de la chica, y son magníficos los pasajes musicales con él al saxo, o las canciones interpretadas por Veronica Quilligan, una de las cuales da título al film. En la atmósfera típica de cine negro, Jordan reconocía una deuda con el cine de Nicholas Ray, pero lo singular es que tal aire lo combina, de modo asombroso, con una iluminación propia de musical, aparte de que abundan los pasajes de canciones y jazz. No obstante carga un poco el fatalismo desesperanzado de la cinta, de modo especial en la relación del protagonista con una viuda, que adquiere un desconcertante tinte trágico. Está presente además ese peculiar elemento sobrenatural que impregna otras cintas de Jordan, no sólo por la imaginería católica -el Sagrado Corazón-, sino por el milagroso desenlace. Y hay inteligencia en no insistir en el ambiente político de violencia, sólo una pintada del IRA apunta a que la banda criminal está vinculada a este grupo terrorista.
Danny es un carismático saxofonista que tras una actuación es testigo del asesinato del manager de su orquesta y de una joven sordomuda que se encuentra en el lugar. Aunque los asesinos iban embozados, Danny reconoce a uno de ellos y su vida da un giro radical.
A pesar de este argumento que se presenta interesante, el surrealista desarrollo y el nulo mensaje de la película han contribuido a que sienta que he tirado a la basura una hora y veinte minutos de mi vida. El protagonista puede estar en babia debido al shock sufrido por los asesinatos que ha presenciado, pero el resto de personajes tampoco parecen estar en sus cabales. Película a mi juicio vacía y aburrida.