Cravan vs. Cravan
Sinopsis de la película
En 1918, el poeta y boxeador Arthur Cravan desaparece en el golfo de México sin dejar rastro. En la actualidad, otro boxeador y artista, el director de cine Frank Nicotra, inicia una investigación que lo llevará tras los misteriosos pasos de Cravan desde Suiza hasta México, pasando por París, Londres y Barcelona.
Detalles de la película
- Titulo Original: Cravan vs. Cravan
- Año: 2002
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.9
53 valoraciones en total
Lacuesta lleva a cabo en Cravan vs Cravan una magistral aproximación a la vida de Arthur Cravan, personaje inclasificable que se jactaba de ser poeta, boxeador, conferenciante, crítico de arte, sobrino de Oscar Wilde, desertor, bohemio, provocador nato, y que fue un precendente y un referente para dadaístas y surrealistas.
Cravan vs Cravan se puede calificar de documental ficción, pues recorre la vida y la misteriosa desaparición de Cravan mezclando ficción y realidad, documentación histórica y creación, cine documental y cine de autor. ¿Y qué mejor forma de reconstruir la fantasmagórica vida de Cravan que ésta, mezclando como hizo él mismo en su vida, la realidad y la ficción, la pose y la autenticidad, la vanguardia y la incorrección política, el lumpen y la alta sociedad?
La vida de Arthur Cravan es una de las más apasionante del siglo XX y también una de las más misteriosas, especialmente todo lo concerniente a su desaparición en México. Esta película le hace justicia a esa misteriosa y fascinante vida de boxeador, provocador, poeta y fugitivo.
¿Cómo indagar sobre un fantasma? ¿Cómo seguir los pasas de un personaje que decía: aceptémonos múltiples? Cravan jugó a vivir la vida, a esconderse en diferentes personalidades, a buscar las distintas aristas de la vida. Nunca anónimo, siempre embaucador, Cravan es una sombra, un personaje cuya realidad se confunde con la ficción, una leyenda difusa y complicada de seguir.
La dificultad para seguir la vida de Cravan, para separar lo real de lo inventado, para intentar al menos, dibujar el contorno de esa sombra que es Cravan, es un trabajo de envergadura que Isaki Lacuesta realizó con una madurez extraordinaria cuando aún no había cumplido la treintena.
Isaki Lacuesta demuestra que existe una forma diferente de hacer cine, demuestra que el género está obsoleto, que no existen límites a la hora de ejercitar tu capacidad creativa. Este profundo trabajo, sigue los pasos del personaje a quien persigue, Lacuesta crea un documental provocativo, dadaísta, donde realidad y ficción están unidas e indivisibles. Ya es algo que hizo Guerin en Tren de sombras o mucho antes Welles con Fraude.
Lacuesta recoge opiniones enfrentadas, testimonios directos, fotografías, recortes de periódicos e imágenes video de limitada calidad de su combate de boxeo con el campeón de pesos pesados Jack Johnson en Barcelona. Toda esa información desde su nacimiento en Suiza hasta su muerte en el golfo de México es un Cravan contra Cravan.
Frank Nicotra (poeta y boxeador) alter ego de Cravan sigue los pasos de este poeta, postmoderno, agitador y misterioso personaje. Cravan llega a París donde obtiene la amistad de Marcel Duchamps, André Bretón, Francis Picabia o Marcél Cané, de quien se dice que brinda un homenaje en su corto Entreacto tras la desaparición de México. Posible pintor, ensayista, boxeador, editor, aventurero, soñador, prófugo de la justicia, vagabundo o en definitiva, múltiple como a él le hubiera gustado que le recordaran, siguió los pasos de su padre intelectual (y tío carnal) Oscar Wilde. Nicotra imita a Cravan y Cravan hace lo propio con Wilde en este espléndido documental donde lo de menos es saber si verdaderamente, Cravan existió.
Pretencioso documental que recalca ya desde el principio que Cravan era poeta y boxeador varias veces, como si lo único que importase fuera eso. No analiza ninguna de las dos vertientes, solo rasgos superfluos de su personalidad que parecen indicar por qué le interesaron ambos caminos. Pero no estamos hablando de Cristobal Colón ni de Jack El Destripador , dos hombres que hicieron, supuestamente, grandes y nefastas cosas por las que pasaron a la historia y cuyos misterios potencian sus personajes, no. Hablamos de Cravan que, en caso de que supiéramos más cosas de él… daría igual, pues no cambió nada el mundo ni del arte ni del boxeo. El documental está lleno de cosas supuestas que no llegan a ser interesantes, pues parece que el lado más interesante de Cravan es el juerguista y el polémico… pero nada más. O él no era interesante o Isaki Lacuesta no sabe hacerlo interesante. También analiza mucho que Cravan estaba muy interesado en Oscar Wilde (que era su tío)… ¿Y qué? Boxeador y poeta. ¿Hay que admirarlo? Admiro antes a las amas de casa que son cocineras, psicólogas, madres… y sacan a sus hijos hacia adelante sin ayuda siquiera de sus maridos, pero no, aquí el héroe es Cravan: que daba puñetazos y escribía versos, enhorabuena Lacuesta, pero tu documental me ha hecho tener únicamente esta reflexión. ¿Se hubiera hecho este documental si Cravan no hubiera sido familia de Oscar Wilde?
Isaki Lacuesta reflexiona sobre un personaje misterioso debido a su controversia, su extravagancia, sus mentiras y su vida aventurera.
Arthur Cravan es poeta y boxeador, se fue a París y vió nacer las vanguardias artísticas (el futurismo, el fauvismo, el impresionismo), pero sobre todo Cravan se declaró dadaísta, rechazando todas las convenciones artísticas y sobre todo practicando la provocación. Cravan alimentó su mito en vida, con pseudonismos, con sus supuestas conversaciones con su tío Oscar Wilde una vez muerto este, con su modo raro de actuar.
A pesar del problema que es acercarse a la figura de Cravan, Isaki Lacuesta lo intenta y de muchas formas diferentes. Lacuesta consigue films que aportan información sobre su figura, como los entrenamientos de boxeo que grabaron los pioneros del cine los hermanos Baños o la teoría de que film Entr´acte de René Clair trata sobre Cravan.
Isaki Lacuesta reflexiona sobre la historia, el tiempo y la imagen al igual que el director francés Chris Marker. Y es que la imagen, las fotos, los films no nos permiten saber quién fue Cravan sino que alimentan más su misterio, aún así es el tiempo el que ha dado importancia a esas imágenes, el tiempo ha hecho cambiar la percepción que se tenía sobre ellas, siendo las mismas imágenes cuando fueron hechas que años después. El tiempo ha completado la información y ha enriquecido la imagen que se tomó ingenuamente.
Lacuesta también reconstruye sus hechos cuando no hay imágenes y colabora con estudiosos de la figura de Cravan y admiradores que se sienten próximos a él para conocerla. Pero la realidad no es palpable cuando faltan tantas pruebas y documentos y lo que se convierte en real son los múltiples Cravan que habitan en cada persona. Cada uno completa la información de la manera que cree mas plausible, de este modo para algunos fue un pintor y para otros no. Para el boxeador y poeta Frank Nicotra la figura de Cravan vive en cierta manera en su propio ser.
Cuando no tenemos datos suficientes necesitamos hacer memoria histórica y no historia. No es contraponer la mentira con la realidad ni mucho menos. pero a falta de pruebas, se puede jugar con el halo mítico que rodea a Cravan.
¿Falso documental? Documental, sencillamente, aunque en la línea experimental de la Pompeu Fabra. Apenas hay un par de escenificaciones, para ilustrar la investigación. Lo dudoso es el personaje cuya existencia se intenta documentar, a partir de un material escasísimo: típicas fotos de álbum familiar, fragmentos de noticiarios filmados, postales de época, tomas de lugares de residencia… La figura del biografiado es borrosa y escurridiza donde las haya.
Nacido Fabian Avenarius Lloyd en Suiza, a finales del XIX, y sobrino de Oscar Wilde, de éste adoptó como mandamiento que la realidad imitase al arte e hizo de su vida una continua ‘performance’, huyendo del encasillamiento en la identidad fija.
Llegado al París donde bullían las vanguardias, con Apollinaire al frente, pasó a ser Arthur Cravan, y en su revista unipersonal Maintenant, que vendía por la calle en un carrito y de cuyos contenidos era autor exclusivo, fabulaba ser hijo secreto de Wilde, y heredero mesiánico de su espíritu.
Fanfarrón y dandy, robusto y mujeriego, borracho y rebelde, su forma de estetizar integralmente la concreta vida diaria originó un estilo protodadaísta, bronco y radical. Entre amoríos y uno que otro poema, se ganaba el pan como profesor de boxeo. Para evitar el alistamiento en la Primera Guerra Mundial vivió una temporada en Barcelona, donde daba sus clases en el Marìtim de la Barceloneta, y donde su condición de pugilista y aventurero dio lugar al episodio más destacado de su vida pública, episodio bufo: el combate con Jack Johnson, campeón mundial, en la plaza de toros. Tras una noche de farra, el boxeador poeta se presentó vacilante en el ring para aguantar seis asaltos, en un espectáculo adulterado.
Después a América, sin interrumpir la sucesión de amoríos, y allí su rastro se pierde, en una travesía marítima.
Para hilvanar con mínima consistencia los aislados datos disponibles, unas pocas sombras mezcladas con reflejos fugaces, se recurre a un elemento conductor que personifica la investigación, una especie de ‘alter ego’, también boxeador con inquietudes intelectuales, el campeón, escritor y cineasta Frank Nicota. Él es quien, mientras explica su comprensible curiosidad, se desplaza a los lugares donde Cravan dejó alguna huella, como el ruinoso palacete familiar de Lausanne, y quien se entrevista con personas que tienen algo que decir, como el pintor Eduardo Arroyo o la autora de la única biografía del enigmático púgil, Maria Lluísa Borrás, quien expresa las fuertes dudas sobre que los lienzos atribuidos a Cravan, por otra parte mediocres, sean realmente de su mano.
Como Tren de sombras, de Guerín, pero con menos riqueza visual y menos misterio en las imágenes, y como Blow up, de Antonioni, el documental de Isaki Lacuesta enfoca hacia ese campo límite donde la realidad se desvanece en unas huellas que, más que servir de indicio, con su mínima entidad velan el rastro, aún más mínimo.