Contigo no, bicho

5 comentarios en «Contigo no, bicho»

1. Desde el inicio ya se ven por donde van los tiros. Tras 15 minutos se genera la inevitable duda: que mala es, ¿ la quito?. Estoy seguro que muchos se decantan por esa opción, y el resto que valientamente decidimos llegar hasta el final, sabemos en que condiciones lo hacemos. Condiciones que básicamente implican un guión que..bueno en realidad no podría afirmar categoricamente que haya uno, nisiquiera que se haya hecho un casting para elegir a la mayoría de los actores. Yo creo que fueron cogiendo a los primeros que pasaban por la calle. A veces da la impresión de que los diálogos son improvisados o que los actores no se toman en serio la película. La trama, por otro lado, es para darle de comer aparte. Nisiquiera un adolescente de 14 años se cree la mitad de las cosas que pasan. ( Mención especial a la pelea en la discoteca).
   
   Habiendo dicho todo esto, y seguramente fruto de las expectativas tan bajas que te creas desde el primer momento, se podría hacer una analisis menos riguroso. Análisis con pocas pretensiones y muy conformista con el que valorar que es una película entretenida, que en ningún momento aspira a nada que no sea hacerle pasar un buen rato al espectador, y aunque no es graciosa en general, el chaval de gafas con bigote postizo a veces tiene sus puntos graciosos ( seguramente porque cualquier cosa aceptable sobresale por contraste con el resto)
   
   En fin, película muy mala de apenas 80 minutos ( yo creo que hasta los productores se estaban aburriendo mientras la hacian y decidieron terminar rápido), en la que casi nada es salvable pero que al menos te entretiene. Más allá de eso es complicado decir nada bueno.

2. Estaba buscando una película para ver y me encontré con esta película que me llamó la atención al ver el título. Recordandome a una frase antigua que se puso de moda en internet hace unos años. Me picó la curiosidad. Que desgracia la mía. Me he encontrado una película que intenta ir de American Pie a la española pero a un nivel muy lamentable y mediocre. Debo reconocer que me he reído pero no porque los gags fueran buenos, sino porque era tan casposa que hasta hacía gracia. Pero sigue dando vergüenza ajena. Tanto las actuaciones, como los dialogos, como la trama en general y el final absurdo pensando ya está? así acaba? En fin, la peor película que he visto en muchísimo tiempo.

3. Todos los clichés de la típica película juvenil de enredos a la americana un poquito subidita de tono (siguiendo la estela de American Pie, a la vez hija o nieta de aquellas épocas de Porky´s, etc.) están en la coctelera de esta Contigo no, bicho : Jóvenes, desmadre (sexo, drogas), enredos, persecución, situaciones que superan a los protagonistas…. Si bien tiene alguna situación que puede resultar divertida, no son muchas, y los actores protagonistas dejan, en general bastante que desear, dotando a todo el filme de un tufillo muy amateur.

4. Lo mínimo, cuando escribes un guión cinematográfico inspirándote en el título de un vídeo de 2 minutos que circula por youtube, es tomarte la molestia de que éste no sea más divertido que tu propio largometraje. Justo cuando Contigo no, bicho debería comenzar a jugar las cartas de la escatología, en un relato presuntamente gamberro sobre unos imberbes que viajan a Torremolinos para perder la virginidad, la cosa comienza a torcerse, y la trama -por decir algo- se descubre tan inocua, pueril e ingenua como cabría esperar, pero sin llegar a compensar sus limitaciones con un gag redondo que te robe la carcajada. ¿Cuál es aquí el problema? El de todas las comedias malas. Esos chistes que en la cabeza de los guionistas -y, en este caso, directores- son una jartá de graciosos pero que cuando aparecen en tu película, y el público paga por verla -si es que esto llegó a estrenarse en cines-, son más feos que enviar a tu abuelo a comprar droga. Por cierto, esta última expresión la cojo prestada de la única broma que me ha hecho reir -sólo un poco- durante 80 plomizos minutos. Y por favor, dejemos ya de alimentar la falsa creencia de que cualquier gilipollez es graciosa si la dice un señor con acento andaluz. No siempre funciona.
   
   Eso sí. Contigo no, bicho (2018, Álvaro Alonso & Miguel Jiménez) es la primera película no pornográfica en la que puedo afirmar con rotundidad que lo mejor es la interpretación de Amarna Miller, tanto por la naturalidad que muestra como actriz convencional como por la exquisita fotogenia con que nos obsequia en una deliciosa (y soft) secuencia de sexo con planos dignos de figurar entre los mejores cortometrajes pornográficos de MetArt Films. Por cierto, y efectos de sonido mediante, Miller vuelve a demostrar que es la pornstar que mejor besa en este país. Y probablemente fuera de él.
   
   Y ya está. Lo demás es pura chatarra.

5. Tras una frase que años atrás se hizo viral, nos llega una comedia adolescente que usa dicha frase como pretexto para mostrar los vaivenes de 3 adolescentes que quieren salir de casa y disfrutar (y explorar) la vida de desmadre que tienen por delante. Antes de analizar la película es interesante saber que tanto su casting como su BSO se buscó activamente a través de Instagram y que en todo momento ha buscado la sinergia de diferentes partes para poder realizarse. Si bien al final no han encontrado distribuidora y los pases para verla han sido reducidos, tiene su mérito que esta película haya sobrevivido hasta llegar a las plataformas de streaming y contar con algunas caras conocidas.
   
   Centrándonos en el filme, es una amena y divertida comedia que cumple su función de hacerte pasar un entretenido rato. Se notan un poco las dificultades de producción y la falta de presupuesto y aunque los chistes abundan, varios de ellos no terminan de encajar y parece que estén puestos para hacer reír en todo momento olvidando un poco su función argumental, pero hay tambien otros que te sacan la carcajada. Tiene momentazos, tiene también escenas un poco flojas pero en conjunto te diviertes y se te hace muy corta.
   
   Un último apunte a destacar, y es que al visionar esta película te das cuenta de lo difícil que es hacer profesionalmente un largometraje, de cómo esas dificultades y la necesidad de seguir adelante con un proyecto producen un deterioro algo visible, fruto de la falta de presupuesto y de ayudas externas que no hacen sino dificultar aún más el arduo camino que es exhibir una película que esté a la altura. Por eso, al equipo y a sus ganas, chapeau. Esperemos que vengan tiempos mejores.