Concursante
Sinopsis de la película
Ácida sátira de la sociedad actual. Martín Circo Martín, el afortunado ganador del mayor concurso de la historia de la televisión, recibe un premio valorado en tres millones de euros. Sin embargo, el golpe de suerte de Martín dará un vuelco a su vida convirtiéndola en una auténtica pesadilla. Un golpe de suerte… puede arruinar tu vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Concursante
- Año: 2007
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
6.5
46 valoraciones en total
O-B-R-A M-A-E-S-T-R-A
Película ultra frenética, alocada, enrevesada, rapidísima.
Tiene un montaje complejísimo, de lo mejor que he visto en muchos años. El guión es como para disfrutar con cada una de sus palabras y situaciones.
Es super exagerada y algo surrealista, algunos personajes son de coña.
Es increiblemente innovadora en todos los aspectos, los movimientos de cámara y la estética son IMPRESIONANTES.
Critica de una manera brutal la economía y los concursos. Pero el mensaje principal es que el dinero lo mueve todo, que somos capaces hasta de morir por dinero.
El mundo en el que vivimos esta lleno de muchisimas mentiras… y todos nosotros formamos parte de ellas. Vivimos como si no existirieran, pero sabemos de sobra cuales son.
Es más fácil vivir así, fingiendo que somos ignorantes, todo aquel que se rebele contra esas mentiras posiblemente acabe como el personaje magistralmente interpretado por Leonardo Sbaraglia.
Podría escribir muchas más cosas de la película, pero es mejor verla. Tampoco quiero aburrir demasiado al que lea esta crítica…cosa que por otra parte no consigue en ningún momento Concursante .
Ya es de mis películas favoritas.
El tema es muy interesante, un concursante agraciado con el mayor premio de la historia de la televisión, ve como se arruina su vida y economía por lo que se supone que debería arreglarle toda la vida.
Se aprovecha para ir poniendo en evidencia el sistema bancario y económico del sistema.
El planteamiento es muy bueno y este tema me apasiona y debería haber mas películas como esta, pero la forma de cómo es llevado arruina totalmente la finalidad.
El director parece que usa y abusa de todos los recursos que le enseñaron en la academia de cine, cambios de plano constantes, voz en off, paradas de cámara, flashbacks. Una amalgama de estilos carentes de personalidad mil veces vistos.El ritmo es mas de un corto que de una película de 90minutos. Los personajes no son debidamente introducidos, algunos resultan exageradamente cómicos, se aprovecha cualquier encuentro discusión o conversación para soltar el correspondiente alegato contra el sistema, de un modo directo y vehemente.
El resultado es que el espectador no se lo toma suficientemente en serio y la crítica no es efectiva.
Un ritmo mas pausado que te deje reflexionar, un discurso mas sutil, unos personajes mas creíbles y habría sido mucho mas eficaz.
Una lastima.
¿Es ete filme tan valioso como Ciudadano Kane (Orson Welles, USA 1941)? ¿Por qué no? Al menos éste es tan demoledor o más que la obra de Welles, contra los usureros legales y sus enchufados los políticos. Hoy muchos no lo apreciarán, pero el tiempo le dará su justa y merecida perspectiva valorativa.
Quizás a algunas personas muy conscientes, si le regalan 500 millones no se le ocurriría en modo alguno pedir un crédito de 100 millones más. Pero a mucha gente que los bancos esclaviza (hoy en día de forma peor y con más mala leche que los esclavistas del tiempo de Platón) por medio de créditos demoníacamente usureros e hipotecas de auténticos ladronazos, les pasaría igual que al protagonista de este filme, es decir que son camelados por esos estafadores de cuello blanco a quienes los Estados les permiten campar a sus anchas.
Este filme es todo un Master en Economía Aplicada, de más valor que cualquiera de los que ofrecen las universidades convencionales y que no valen para casi nada bueno, moral ni humanista.
Un filme que nos conciencia con un discurso como el que sigue, sólo puede ser un producto de mucha yema y más clara:
«*La economía es un arma. Gracias a políticos y economistas vivimos en un mundo irracional.
*La cifra diaria de dinero electrónico globalizado es de dos billones (con b ) de dolares.
Sólo el 5 % de dinero que circula en el mundo es real, puede tocarse y olerse, el 95 % restante es dinero falso, ficticio.
*Hay que crear la gran mentira de que los bancos son solventes. No lo son. Están al borde de la quiebra.
*El mayor deseo de los bancos es que no les paguen para quedarse con los bienes concretos. ¡Traten de devolver un crédito antes de tiempo, a ver qué cara les ponen!
*¿Por qué los principales bancos nunca salen afectados por los ciclos negativos o crisis profundas de la economía, sino que por el contrario ganan más en tales momentos? Se diría que anticipan esos ciclos, ¿verdad?, tal vez saben como crearlos.
*Estamos acostumbrados. Estamos ciegos. Estamos en el paraíso de la usura legal.
*Ahora los Bancos regalan, en vez de dinero, cacharos en su mayor parte inútiles que no le cuestan nada a cambio de promoción.
*La gran ética de usureros bancarios consiste en como convertir a la gente en esclavos del Banco por nada y a cambio de nada .
*Cuando hay un exceso de dinero sólo hay dos formas de equilibrio: o se hace desaparecer el 90 %» del dinero, es decir el ficticio (cosa que de momento no va a suceder) o se hacen crecer los precios entre diez y quince veces» (cosa que suele suceder casi siempre, por ej. ahora mismo en la progre España, donde una simple sandía que nunca había costado más de 50 centímos de euro la unidad, hoy nos la están vendiendo y la gente imbecilizada comprándola a 3 euros la mitad de la pieza).
Esto es cine de economía a voces. ¡Enhorabuena a Rodrigo Cortés y a los productores de esta contundente película espabiladora!
Fej Delvahe
Dicen que el cine español está mal, no me extraña si menospreciamos películas así, no nominándola a ninguna categoría.
La película dura 88 minutos fréneticos, irónicos, a toda mecha, con un ritmo increíble. En 2 minutos sabemos quién es el personaje, lo conocemos todo sobre él. Nos introducimos en su mundo a velocidad de vértigo, nos sumergimos en un cuento a la locura. Despreciamos a ratos al personaje, un economista que se ríe prepotentemente de otro que aboga por un mundo mas justo, para después identificarnos con él, cuando por fin abre los ojos y ve la cruda realidad.
Buenísima y más que lúcida visión (excelentemente escrita y llena de ironía) de por donde hace agua la sociedad del capital. Puñetazo absoluto del arte al materialismo, un arte de compromiso con las preocupaciones del individuo de a pie, canalizador de su indignación, y erigido en alegato de protesta ante el malestar que la sociedad del bienestar genera en sus serviles súbditos . Enorme ejercicio catártico consistente en poner sobre la mesa verdades como puños, que oídas así resultan aún más indignantes y patentes, y en escupir en la frente de los verdaderos dueños de todo esto, legales usureros, expertos engañabobos vendedores de humo, vampiros a largo plazo de un esfuerzo colectivo de muchos a cambio de algo que ellos verdaderamente no poseen.
Quizás sea ésta una de las más honestas, inteligentes, demoledoras, cáusticas, comprometidas y críticas propuestas cinematográficas que he visto en los últimos años. Son muy necesarias voces como ésta en el arte de masas para ver si logramos espabilar de una vez por todas las idiotizadas mentes de millones de superficiales consumidores de telebasura que viven en la inercia de las cosas son así y el qué le vamos a hacer, más preocupados de ulisquearle el culo día a día a la Pantoja que de echarse a la calle y paralizar el país cada vez que los usureros nos suben el Euribor o se inventan impuestos tan injustificables como el IVA (por cierto, ¿alguna vez nos hemos parado a pensar la cantidad de dinero que genera día a día este impuesto que ya nos pasa completamente desapercibido? ¿y a dónde va a parar todo eso? ???).
Debo reconocer que me encanta el cine de denuncia, siempre que no sea panfletario, arquetípico, parcialista o simplificador, en resumidas cuentas, bien hecho, como en este caso.
Qué gustazo ver películas como ésta, destapadora de vergüenzas, sin ningún tipo de miramientos ni concesiones y que sirven para demostrar que aún queda gente que no comulga con la moto que se nos pretende vender. Buenos, sí, pero no tontos…
Por todo esto… ¡¡¡Chapó!!! (…) Perdón… Mejor con mayúsculas ¡¡¡CHAPÓ!!!