Como el gato y el ratón
Sinopsis de la película
Tras años de solicitarla y sin resultados, una noche por fin llega la luz eléctrica a las calles de La Estrella, un barrio marginal de Bogotá habitado por desplazados de la violencia en Colombia. Rápidamente, los vecinos toman ilegalmente esa energía para iluminar sus casas, ante la firme oposición del edil. La alegría generalizada pronto se transforma en conflicto cuando, por unos cables mal tendidos, dos familias muy amigas entre sí se enfrentan hasta el límite.
Detalles de la película
- Titulo Original: Como el gato y el ratón
- Año: 2002
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
Película
6.4
51 valoraciones en total
Es una muy buena pelicula, nos deja un mensaje sobre la tolerancia y el respeto por los demás, está cargado de buen humor y refleja la realidad de los pueblos latinoamericanos…
Esta es la historia de un pueblo que ha aguantado pobreza, carencias de todo tipo, mentiras y promesas que no se cumplen… un pueblo que sobrevive a fuerza de aguante y de tesón, que termina por aceptar que debe vivir en una tierra de nadie, donde se necesita mucho sacrificio para poder levantar una familia, y donde no se cuenta con el apoyo del Estado sino hasta el momento en que necesitan sus votos.
La Estrella es un barrio de invasión en plena capital y contra todas las negaciones que les ofrece la vida, sus moradores aún viven unidos y tienen ahora un objetivo común: que, a sus calles y a sus casas, llegue la energía eléctrica que les permita mejorar un poco sus condiciones de vida. Y el día ha llegado: La empresa de energía ha prometido que para hoy tendrán luz en sus caminos… Se encienden velas, se canta con alborozo, y entre las personas se entremezcla el optimismo de unos con el pesimismo de otros.
Y el milagro se cumple. Las familias más representativas del barrio, los Brochero y los Cristancho, celebran con sus vecinos. Como buenos compadres, Cayetano Brochero y Miguel Cristancho, se emborrachan juntos para celebrar la buena nueva… Pero, habrán pasado muy pocos días, cuando un pequeño incidente, se convertirá en una cadena in crescendo de agresiones, maltratos e intolerancia que pronto alcanzarán el paroxismo ante la incredulidad del edil quien, empeñado en la armonía y en la paz de sus congéneres, de pronto ve como empieza a derrumbarse su esperanzado sueño.
Rodrigo Triana logra una eficaz ópera prima donde demuestra el fragor que puede alcanzar la ira contenida durante años y años, la cual puede estallar hasta con los mejores amigos o los seres más queridos. Cualquier hecho insignificante sirve para reventar el dique, y es así, cuando el instinto fiero y salvaje comete los improperios que jamás habíamos imaginado. No hay aquí gente mala, tan sólo seres humanos que, cual olla a presión, llega a un punto en que no consigue contener más sus frustraciones, y apagada en un instante la razón, se desemboca una fuerza agresiva que, sólo liberándola escapan de la locura de la impotencia, para caer enseguida en la locura del daño moral, físico y social.
Un cuento bien contado, con personajes efectivos en su caracterización e interpretación, situaciones bien trazadas desde el efecto emocional y social que nos tocan ineludiblemente, y una ambientación de cierto toque neorrealista que logra a plenitud su cometido.
Mínimos baches técnicos y el craso error del título -pues aquí no hay un gato dominante y un ratoncito atrapado, sino dos familias de lobos adormecidos que, un día abrirán sus fauces de igual a igual-, no empañan lo suficiente esta significativa e impactante película. Ah! Y queda el personaje de Edson como el perfecto…, bueno, usted será capaz de añadir la palabra que falta.
Este es el cine que refleja una triste realidad… que debe cambiar, porque nuestro pueblo tiene derecho a una vida digna.
La nota de la presente rebela un gusto extraño por las trifulcas de arrabal, que en retrospectiva generan humor negro, ese que aprovecha Triana en esta película lo suficientemente impetuoso para mantenernos hasta el final. Las peleas entre vecinos suelen darse por hechos irrelevantes y suelen magnificarse, caso sin omisión para el director que raciona el hecho a través de lo chusco y conducirla por el género de comedia negra con un desenlace insospechado.
Un barrio pobre de Bogota será el centro de atención para esta trama, con falta de servicios públicos vitales para la organización de los nuevos asentamientos humanos y que el gobierno (para variar) ha olvidado de proveer. Los vecinos se han organizado para cumplir objetivos en bienestar de la comunidad, la luz ha llegado por fin a la Estrella, pero solo a las calles, por tanto los vecinos han decidido tomar medidas extremas para que llegue a sus domicilios. Este hecho desatará algunos altercados entre algunos habitantes del lugar y culminarán caóticamente, sin que los espectadores adelantemos la conclusión.
Aquí todo el hilo argumental para una historia que habla de otra Colombia, ajena al narcotráfico y en la que el receptor se mantendrá entretenido por la serie de sucesos planteados con la tónica especial para provocar una que otra carcajada. La comedia es bien elaborada, no se auspicia en el sexo para fortalecer al género.
Interesante