Código Negro (Serie de TV)

2 comentarios en «Código Negro (Serie de TV)»

1. La cadena estadounidense CBS (basándose en la serie documental del mismo nombre sobre Los Angeles Memorial Hospital, centro con la sala Urgencias de los Estados Unidos con más afluencia de pacientes y menos medios para ello) nos ha propuesto en este 2015 el drama médico Code Black .

   Para empezar decir que, como espectadores, vayan predispuestos a visionar un nuevo melodrama médico (los ha habido tantos y tan variados en la pequeña pantalla que cuesta nombrarlos. Aunque se destacan series como Urgencias , House , Anatomía de Grey , Chicago Hope o nuestra cañí Hospital Central ) y no un peliculón de Spielberg o algo de ese nivel (porque aquí, en Code Black , desde luego no lo van a ver).

   Y es que Code Black es casi casi un melodrama médico más, con sus mismos tics en defectos… y virtudes (en Code Black nos vamos a encontrar con todo tipo de casos médicos desde disparos, sobredosis, cánceres hasta resfriados o desvanecimientos… con unos pacientes que a veces ocultan incluso crímenes. Y con unos doctores muy bien definidos en sus personalidades con pequeños dramas personales o amistades y compadreos que no molestan a las tramas principales… y que son otro enganche acertado (aunque algo tópico) para con el espectador). Que dramas como Code Black ya los hemos visto antes y que no nos va a sorprender (o turbar en demasía) es algo tan evidente como que el sol sale cada día.

   Ahora bien, muchos espectadores se van a cautivar sin remedio del nivel de intensidad de cada episodio (la condensación y envergadura de Code Black es una maravilla. Se imprime siempre que el tiempo es el gran enemigo de esta sala de urgencias de inquieto y angustiado personal médico), de la calidad actoral y de la seriedad en el tratamiento de la serie (esto no es Hospital Central o Anatomía de Grey , es decir: los médicos no tienen tiempo para quitarse la ropa y enrollarse en cualquier esquina del hospital ni para gastar minutos en charlar sobre los conflictos románticos forzados a los que se enfrentan. No, no, aquí no hay nada de eso). Code Black basa sus casos en un gran documental y se mueve continuamente entre el docudrama y el drama de ficción.

   La serie presume de ambientación y de cinematografía de gran calidad. Su diseño de producción opta por el realismo con elegancia y, desde Urgencias no se habían visto unos escenarios tan identificativos con lo que es realmente un hospital (admito haberme hartado de ver en la ficción hospitales perfectos con todo impoluto, con avanzadísima tecnología y sin pacientes apilados. En Code Black hay boxes colmados, camillas en pasillos, sangre por el suelo, vómitos, libros de paginas amarillentos… lo que viene siendo la sanidad más atiborrada. Su fotografía de ocres, verdes y de limitada iluminación ayuda a impregnar ese ambiente de intensidad, confusión y ardor.

   La realización por su parte se luce. Sencillamente correcta en los pocos momentos de escasez de pacientes, y tremendamente habilidosa y ducha en los momentos de caos y diligencia (con notables cambios rápidos en los planos y montaje, con atinadísimos planos contrapicados y cerrados, y con talentosos time-lapses y slow-motions).

   Porque la realización en este drama es una de las grandes claves para que se de el éxito, pues las tramas son completamente aceleradas, continuamente están sucediendo avatares de enjundia y llega a resultar abrumadora ante tanto grave y relevante ajetreo (los diálogos son de una rapidez inmensa, pero en esta sala de urgencias se habla rápido porque se debe actuar aun más rápido). En Code Black apenas hay silencios (aunque los que están son muy bien medidos) y prácticamente cada detalle del guión resulta interesante (ya sea por su relevancia médica o por su simpatía entre los compañeros) sucediéndose siempre todo con gran con agilidad y presteza. Los casos se tratan con realismo y erudición (desde luego, quien tenga cierto interés por los temas médicos tiene en Code Black un verdadero caramelo), se lleva a escena con notabilidad y se interpretan de la mejor manera posible.

   Porque otra de las vistudes de Code Black es el casting. Un reparto capitaneado por la multinominada y oscarizada Marcia Gay Harden. Harden es la House , la Vilches de toda esta historia, una doctora experimentada, sagaz, despierta y muy talentosa con una inmensa capacidad de reacción y resolución a la que apenas se le escapa gente a la muerte. Con una interpretación soberbia en sutileza, calidez, carisma y multitud de matices, Harden cautiva. Aun con todas las virtudes de este drama, son Harden y su personaje el mayor sostén hipnótico de la serie. La actriz está muy bien acompañada por unos intérpretes que esta vez no se presentan en un drama médico como supermodelos sino como realistas profesionales de todo tipo (destaco a todos los que hacen de residentes de la doctora Rorish y a Luis Guzman como experimentado enfermero que comparte gran química con Harden, ayudando a esa majestuosa relación de amistad entre ambos personajes).

   En fin, a Code Black le sobra en su guión varios detalles tópicos en sus minutos (que abarcan esos melodramas entre pacientes y médicos, con implicaciones personales poco o nada realistas (más en spoilers), con lágrima fácil y reflexiones sentimentales de los pacientes a sus doctores (o viceversa). También el libreto erra al no cuidar algunos detalles de las investigaciones médicas por culpa de esa aceleración de compás de cada episodio (algo que se corrige en cada capítulo posterior por cierto).

   Es un drama convencional que ya hemos visto, pero resulta tan efectivo como las mejores series del género… y su diferencia la marca en este caso la cabeza de su reparto, el ritmo y la puesta en escena. Entretiene, interesa y se disfruta en casi todo momento. Recomendable.

   Lo mejor: Marcia Gay Harden. Su realización. El guión que es equilibrado.
   
   Lo peor: Que el piloto haya sido su peor episodio pues…

2. Y creo que el título de mi crítica lo dice todo. Ni de lejos se acerca a la serie E.R.: Urgencias, al menos hasta la temporada 10, tras la que a mi parecer empieza a decaer. Es un sucedáneo que te puede gustar sólo si no has visto la original. Si alguien pensó que ya era hora de actualizar esta serie, pues simplemente no escogieron a las personas adecuadas para hacerlo.