Charlot en… Día de paga (C)
Sinopsis de la película
Charlot trabaja de peón. Cuando llega tarde, le regala al capataz un lirio blanco para que le perdone, pero es tan lento en su trabajo que el capataz lo traslada a la sección de albañilería, donde trabaja tan deprisa que los compañeros no pueden seguirlo. Cuando la hija del capataz aparece, Charlot pierde la cabeza…
Detalles de la película
- Titulo Original: Pay Day (S)aka
- Año: 1922
- Duración: 26
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Opinión de la crítica
Película
7.4
71 valoraciones en total
Decir que Día de paga es una de las cimas de Chaplin no es exagerado.
Decir que cuando Charlot recoge a toda velocidad los ladrillos es uno de gags más geniales del cine no es exagerado ( en alguna crítica dicen de ésta escena y el principio de El hombre mosca de Harold LLoyd las hubiera hecho distinto Tati, claro que las hubiera hecho distinto Tati, pero el caso es que él no la las hizo primero, las hicieron los dos genios más grandes de la comedia y del cine junto con Lang).
Decir que las escena memorable del tranvía y la confusión con un puesto de salchíchas no las hizo Tati.
Decir que Tati tampoco hizo el que es posiblemente el mejor final en un corto que haya visto. Lo hizo el creador más fascinante del siglo XX que no es precisamente Tati.
Uno de sus últimos trabajos para la First Nacional con la que Chaplin tenía contrato, cuando ya había creado la United Artist junto a Douglas Fairbanks, David Wark Griffith y Mary Pickford. Un mediometraje que nos muestra la vida de un obrero de la construcción durante 24 horas. Vemos a un Charlot en un papel inusual como obrero y marido calzonazos, según contaba fue uno de sus trabajos más fáciles y el rodaje duró apenas un mes. Chaplin no sólo recurre a grandes dosis de humor, sino también una fuerte carga de ironía y amargura. Porque si analizamos la trama, el vagabundo Charlot, ha encontrado trabajo como peón, está felizmente casado con una malhumorada mujer, nuestro protagonista busca refugio en la taberna y los amigotes, con los que consigue olvidar la monotonía que supone su vida. La alegría artificial provocada por el alcohol, y su posterior resaca, dan paso al comienzo de una nueva jornada laboral, al no fructificar los intentos de Charlot por descansar.
Dividida en tres actos o escenas diferenciadas: en la obra de la construcción, que para mí es lo mejor del film en cuanto a gags antológicos y con la agradable presencia de Edna Purviance como la hija del patrón, más un maravilloso e intrépido montacargas, en el club de solteros o bar, que da ocasión para que Chaplin se luzca como ese borracho que le dio fama en los musics – halls londinenses, antes de viajar a los EEUU, y el tercer acto en el que vuelve a casa de madrugada, donde le espera su arpía esposa. Una vida gris que consiste en unas costumbres cíclicas: trabajo – taberna – casa – trabajo. No obstante, incapaz de defraudar a sus seguidores incondicionales, Chaplin no duda en endulzar este mensaje tan poco halagüeño, y nos demuestra además, con el despliegue de los espléndidos gags que abundan en esta cinta de dos rollos, demostrándonos su genialidad para la comedia.
Chaplin, una vez más escribe, dirige e interpreta, creando magia a partir de gestos cotidianos, rememorando con humor su juventud despreocupada de actor burlesco, en vísperas de sus años de mayor fama y éxito. Estrenada el 2 de Abril de 1922, que el público recibió con entusiasmo y que la crítica de la revista Photoplay recoge el significativo hecho de que, hasta los acomodadores no dejaban de reír ¡Incluso una semana después de su estreno! La música compuesta por el propio Chaplin la añadiría al film mudo restaurado en 1973.
Día de paga es un cortometraje escrito, dirigido y protagonizado por Charles Chaplin (Armas al hombro, El romance de Charlot) con una duración aproximada de 20 minutos.
La historia nos cuenta como un obrero (Charlot) trabaja como albañil en una obra en construcción y las diversas peripecias que realiza mientras trabaja. Chaplin discute con su capataz porque en algunas tareas trabaja despacio y en otras excesivamente rápido. Está casado con una mujer gruñona y fea a la que siempre le oculta el dinero de su jornal.
El reparto está compuesto por Charles Chaplin, haciendo una vez más de Charlot, quien nos deleita una vez más con su encantadora torpeza, su habilidad para hacernos reír como siempre ha hecho. Mack Swain, realiza el papel de capataz de la obra. Swain ha trabajado más de una ocasión con Chaplin. Entre sus realizaciones, destacar su importante papel en La quimera del oro (1925), realizando el papel de bandido. Y por último, Edna Purviance quien interpreta a la esposa del jefe. Destacar que Purviance también ha realizado innumerables películas con Chaplin llegando a convertirse en la actriz principal de las películas de éste.
La nitidez con la que se puede visualizar la película dada la época es realmente buena con lo que podremos ver las escenas con mejor calidad y resolución. Entre las escenas se ven un andamiaje, un rincón de una calle, la casa de Charlot y la fachada del bar donde se reúne con sus amigos. La música corre a cargo del propio Chaplin, quien otorgará a cada escena un ritmo divertido y constante.
La película está llena de gags muy divertidos en especial el del montacargas, que se realiza con cierto azar y ritmo cómico. Ese azar que Chaplin utiliza a la perfección como elemento básico para arrancarnos un par de carcajadas.
Sin lugar a dudas Charles Chaplin ha sido uno de los grandes genios del cine que nos ha creado verdaderas obras de arte, y además nos ha regalado a uno de los personajes más entrañables y míticos del cine: el famoso vagabundo llamado Charlot.
En este caso Chaplin dirige un cortometraje de apenas 20 minutos que nuevamente vuelve a ser divertido y efectivo aunque hayan pasado varias décadas. Un cortometraje que se ve fácilmente y que incluso no es necesario ni leer los títulos que ponen para poder entender la historia.
Y es que la trama está tan bien expuesta con las imágenes y tan bien desarrollada, además de muy bien interpretada, que si faltaran los textos no pasaría absolutamente nada.
El director vuelve a utilizar a su entrañable vagabundo para realizar una fuerte crítica a la sociedad que se vivía en esa época. Aunque en esta ocasión se hace una crítica tanto a la parte laboral como a la social del empleado, que también era un problema de esos años.
Y es que en esta historia de apenas 20 minutos se nos expone como los capataces hacían los que querían con los empleados, obligándoles a trabajar duramente pero luego no pagándoles por ese esfuerzo y esas horas extras que realizaban. Una anarquía que tenía un gran poder debido a que los obreros preferían cobrar ese mínimo antes que perder el trabajo y no recibir nada.
Pero como decía también es una fuerte crítica al papel del empleado. Por un lado por esa falta de rebelión, y por otro porque gran parte del dinero que ganaba se lo gastaba en el bar bebiendo. Un dinero que no llegaba nunca a la casa y repercutía para que nunca se saliera de esa pobreza.
Por consiguiente el director hace una fuerte crítica nuevamente a la sociedad del momento pero con toque de humor para que el espectador pase un rato realmente agradable.
En fin, Charlot en… Día de paga es un fantástico corto que sigue siendo muy efectivo aunque haya pasado casi un siglo desde que se realizó. Y ello es debido a que el ojo crítico e incisivo del director exponiendo una triste realidad pero con cierto código de humor, es una visión que funciona independientemente de la época.
Charlot es un mal pagado obrero de albañilería, que si bien no es un maestro con la pala se defiende maravillosamente, sobre el andamio, haciendo acopio de ladrillos. En casa le espera una ceñuda y recaudadora parienta, nada que ver con la hija de su capataz, por eso alarga cuanto puede su llegada al dulce hogar.
Muy en la línea del personaje habilidoso que sobrevive haciendo arte de la picaresca. Nuestro héroe del bombín y el bastón vuelve a enamorarnos por su capacidad de driblar, hasta con elegancia, cualquier problema que se cruce en su camino.
A destacar la corta y luminosa presencia de Edna Purviance, la que fuera compañera y actriz fetiche de Charles Chaplin.