Cero en conducta
Sinopsis de la película
Obra maestra donde Jean Vigo (muerto a los 29 años con tan sólo cuatro películas en su haber) retrata sus recuerdos infantiles a través de la historia de cuatro jóvenes estudiantes franceses que, sujetos a un estricto régimen escolar, deciden rebelarse contra la institución. Filme prohibido en Francia en su estreno por su presunto mensaje antipatriótico.
Detalles de la película
- Titulo Original: Zéro de conduite: Jeunes diables au collège
- Año: 1933
- Duración: 49
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Opinión de la crítica
Película
7.4
20 valoraciones en total
Nunca antes una película me había sacado tantas sonrisas de añorada melancolía . Desde la primera escena (en la que dos niños que se dirigen al internado compiten por ver quien tiene un mejor juguete) ya notaba un apacible hormigueo recorriendo mi memoria de cuando fui niño. La forma de divertirse en aquella época, las peleas con tus hermanos, primos, amigos, etc. Como con cualquier cosa te montabas la mejor película de todos los tiempos en la que eras lo que quisieras ser. Como siempre veíamos cualquier decisión de los adultos era para algo malo, nunca bueno. Esta es la sensación con la que empezó la película.
Después de esta primera escena, nos presentan a un grupo de niños que están en un internado y sólo pueden salir los domingos, en caso de se porten bien y no les pongan un Zéro de conduite .
Aquí es donde entran en escena cuatro niños a los que siempre castigan y quieren hacer algo para solucionar las injustas decisiones que toman los adultos profesores.
La película en sí no tiene un argumento muy elaborado ni nada por el estilo, pero por el contrario tiene unos personajes muy simpáticos y surrealistas [1…] aunque con unas actuaciones algo débiles, aunque para mi gusto, en este caso, no le resta puntos debido a que no son para nada de primera importancia.
Este mediometraje nos deja con unas escenas inolvidables[2…], ya sea con mejor o peor sabor de boca.
Por último, decir que tiene unos toques surrealistas en algunas escenas y personajes, imagino que debido a la época y la forma de expresar sus emociones en cuanto a toda su infancia y la historia de Francia [3…]
En fin, una película de las vivencias de un niño cuyo padre era anarquista y que murió estrangulado en la cárcel cuando Vigo tenía sólo 12 años de edad.
Vigo es poesía pura y dura. Sus imágenes son de una tremenda expresividad (llenas de fantasía, ensueño, surrealismo…) pero no es sólo belleza lo que nos proporciona, también conocimiento en la planificación de escenas (parece mentira que hablemos de un tipo que falleció con 29 años y que sólo rodó dos documentales, un largometraje y este mediometraje). Los recursos del cine mudo están presentes en todo momento (en los gags y en la propia forma de narrar) de tal forma que el director emplea la imagen como recurso tanto puramente estético como instrumento al servicio de lo que está contando y, aunque bien es cierto que en ocasiones se aprecia cierta inexperiencia, se nota el talento que atesoraba (hay que tener también en cuenta que la cinta tuvo un escasísimo presupuesto).
La sencillez es el tono que inunda la cinta, tras ella y su dulce comicidad se esconde un antecedente directo de la película If… de Lindsay Anderson.
Los niños de un internado se amotinan durante una noche oponiéndose a la severidad de la institución en la que están encerrados. Un canto a la rebeldía, al anarquismo, a la libertad y una entrañable mirada a la infancia.
Para siempre quedará la pelea de almohadas y el desfile a cámara lenta de los niños, unas imágenes que ocupan ya un lugar destacado en la historia del cine, igual que el último plano, una extraordinaria forma de representar ese amor a la más absoluta y feliz libertad de la niñez, único momento en que somos de verdad libres. Vigo vivió en un internado y eso se nota en la nostalgia con que recrea la vida de estos niños y la virulencia de su experta visión sobre estos centros (y digo virulencia ya que a pesar de su aparente ingenuidad, al menos actualmente puede parecer ingenua, fue una obra prohibida por las autoridades francesas).
Homenajeado por Truffaut en los 400 golpes años más tarde, el espíritu libre de esta película sigue siendo a día de hoy de un extraordinario vigor, no es de extrañar la influencia en los directores más vanguardistas de los 60 y el prestigio del que disfruta actualmente.
He de reconocer el carácter transgresor, innovador y surrealista de esta película inclasificable y cuasirevolucionaria. Ahora bien, con este tipo de cine, creo que por encima del placer de su visionado y del entretenimiento que pueda producir, lo que me motiva es su carácter de rareza cinematográfica que hay que ver y que metes en tu curriculum de cinéfilo sin apasionamiento.
Entonces, que decir ¿buena?, ¿mala?, no, interesante.
A un siniestro internado regresan tras las vacaciones varios escolares uniformados. Con ellos se incorpora el nuevo vigilante, poco identificado con su trabajo. Descubre enseguida los preparativos de un complot estudiantil pero hace la vista gorda muy contento.
Antes de concluir su corta vida (29 años), Jean Vigo le ajustó las cuentas a la institución pedagógica con esta vitriólica y frontal burla del principio de autoridad, encarnado por el personal docente: el director es un enano de voz aflautada, el supervisor general, un lunático (atención a su mímica), el profesor de ciencias, un sobón que acosa a Renèe, el alumno melenudo.
Bajo bandera pirata, el motín ácrata se cuece, y tampoco las instituciones militar y clerical están a salvo del escarnio. Este mediometraje estuvo por ello censurado hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
El rasgo combativo se combina en la película con ráfagas poéticas, destacadamente la conocida guerra de almohadas, la nevada de plumón cayendo a cámara lenta en el dormitorio del internado.
Cine de expresión vigorosa, teñido del dadaísmo y el surrealismo en la vanguardia de la época, incluye un experimento de dibujo animado, resuelve algunas dificultades luminotécnicas en escenas nocturnas, y se mueve siempre en lo satírico.
Todo ello rodado de principio a fin con un potente motor libertario.
Algo me he perdido en ésta película para no darle una mayor puntuación, intento comprender la razón de que este mediometraje esté tan bien considerado y sobrevalorado, algo me he perdido o tiene algo que no llego a entender, lo siento mucho.
Entiendo y apoyo su crítica al régimen casposo y reaccionario de un sistema educativo, donde el profesor es una especie de policía represor o carcelero y el alumno no es más que un delincuente en potencia al que hay que castigar hasta convertirlo en un respetable burgués. Todo eso lo entiendo, pero no llego a entender las formas, los modos que se han utilizado para hacer esa crítica, los profesores y también los alumnos son meras caricaturas, grotescas y aborrecibles, si la intención era que me pusiera de parte de los alumnos, pues no, me parecían tan estúpidos como los profesores.
Recuerdo otros ejemplos mejores, donde se ha plasmado con mejor fortuna esa crítica al sistema educativo, como los 400 golpes o If…, ésta última se dice que es un remake de Cero en conducta, hace años que la vi y no la recuerdo bien, pero me impactó, tengo pendiente de revisionarla.
En fín, se me hace bastante dificil valorar mejor este mediometraje, que sí que en su tiempo sería rompedora, pero no me convence su forma de expresar ese mensaje anarquista que quiere transmitir.