Carlos, Rey Emperador (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2015-2016). 17 episodios. Serie histórica sobre Carlos I de España y V de Alemania, nacido en 1500 y fallecido en 1558, que reinó las Coronas de Castilla -incluyendo el Reino de Navarra- y Aragón entre 1516 y 1556, y que asimismo fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V de 1520 a 1558. Carlos fue nieto de los Reyes Católicos e hijo de Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla. Un joven cuya fuerza de voluntad, tesón y determinación lo convertirán en el hombre más poderoso de Europa, a pesar de la hostilidad que lo rodea y de la gran talla de sus rivales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Carlos, Rey Emperador (TV Series)
- Año: 2015
- Duración: 78
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Opinión de la crítica
6.2
98 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alberto San Juan
- Àlex Brendemühl
- Alfonso Bassave
- Álvaro Cervantes
- Andrés Lima
- Ángel de Andrés López
- Blai Llopis
- Blanca Suárez
- Carlos Kaniowsky
- Daniel Pérez Prada
- Elisabeth Larena
- Enrique Berrendero
- Eric Balbàs
- Eva Rufo
- Félix Gómez
- Francesc Orella
- Guiomar Puerta
- Helio Pedregal
- Iazua Larios
- Irene Ruiz
- Israel Elejalde
- Javier Villalba
- José Luis García Pérez
- Juanjo Puigcorbé
- Juanma Lara
- Laia Costa
- Laia Marull
- Lucía Barrado
- Marina Salas
- Mélida Molina
- Meritxell Calvo
- Mingo Rafols
- Mónica López
- Nathalie Poza
- Nelson Dante
- Ramón Barea
- Roberto Álvarez
- Susi Sánchez
- Tamar Novas
- Víctor Clavijo
Cuando se anunció la producción de una nueva serie de corte histórico dedicada al rey Carlos I y V de Alemania, fue inevitable que nuestros pensamientos se posasen en Isabel , serie dedicada a Isabel la Católica, que retrató con indudable riqueza y exactitud la vida de la magna reina de Castilla. Isabel tuvo una acogida tan brutal entre el público que los creadores de la serie quisieron repetir el éxito continuando la saga familiar dedicándole una serie a su nieto Carlos, el primero de su nombre.
Hay un dicho que dice Segundas partes nunca fueron buenas , y esto se cumple en Carlos, Rey Emperador , pero sólo a medias.
En el apartado estético, la serie no tiene ni un solo punto flaco. Ambientación muy lograda, vestuario impecable, música que acompaña la trama y la enriquece… Podría achacarse un exceso de iluminación que los puretas históricos (entre los que me cuento) echamos de menos en ciertas producciones televisivas o cinematográficas. Pero tampoco se trata de un fallo imperdonable. Además, el reparto de actores es más que aceptable. Tenía serias dudas sobre Álvaro Cervantes después de verle en bodrios como Calenda y El corazón del océano , pero ha sido capaz de adaptarse a la interpretación que se esperaba de un rey tan grande como Carlos I.
En conjunto, Carlos, Rey Emperador es la muestra del enorme esfuerzo de producción que hay detrás. Los guiones están muy trabajados, no se dejan cabos sueltos. Y sobra decir que el asesoramiento histórico es muy riguroso, hay ciertos gazapos, desde luego, como la rapidísima hispanización de Carlos o la quema del testamento de Cisneros, pero se pueden considerar meras licencias que no influyen para nada en el transcurso de la trama.
Pero la serie también tiene sus lacras que, si bien no la suspenden, han conseguido que baje su nota en mi puntuación personal. La serie se hace lenta, muy lenta en ocasiones. El exceso de cosas que contar satura los capítulos, haciendo que el espectador se pierda entre tantas traiciones, conspiraciones, casamientos por conveniencia, embarazos, partos, abortos, cartas al Papa, cartas a otros reyes, la conquista de América…
En realidad, se nota mucho que Carlos… ha nacido para estar a la sombra de Isabel . Es inevitable comparar ambas series, y en la mayoría de los aspectos la reina de Castilla se come con patatas al Emperador del Sacro Imperio. Insisto en que es una serie muy trabajada y cuidada, muy exacta en todo y que supera con éxito el difícil reto de meterle al español medio algo de Historia en las mientes de una manera comprensible. Pero, con todo, no puede superar a su antecesora.
Y es que Isabel es sinónimo de excelencia en la realidad y en la ficción.
Es justo decir que era muy difícil hacer una serie de 17 capítulos sobre la vida del emperador Carlos. Pocos personajes históricos (incluídos Napoleón y Julio César) tuvieron una vida tan difícil de resumir.
Carlos fue el personaje central de la Europa del siglo XVI, por eso explicar su vida es más difícil que hacer lo propio con personajes periféricos de la misma época, tales como Enrique VIII de Inglaterra, Francisco I de Francia, Martin Lutero, Hernán Cortés y Solimán el Magnifico. Carlos estaba en el centro, como única relación común entre todos estos personajes que no tuvieron ninguna relación entre sí. Cortés tenía el problema de conquistar México, y sólo ese problema, Enrique VIII tenía el problema de sus mujeres y el cisma con el Papa, Lutero tenía el problema de su reforma religiosa, Francia tenía el problema de superar a Carlos en poder, Solimán tenía el problema de intentar conquistar Europa. Pero solamente Carlos tenía, al mismo tiempo, todos esos problemas. Era el único personaje que estaba implicado en todo, en lo que pasaba en el Imperio Otomano, lo que pasaba en la hereje Alemania del norte, lo que pasaba en Francia, en Inglaterra y en España (en especial durante las revueltas de los Comuneros y las Germanías), así como lo que pasaba en México y (aunque esto ni se haya mostrado en la serie) también lo que pasaba en Perú, que fue conquistado por Pizarro, así como lo que pasaba en las Filipinas, a las que Magallanes y Elcano (que ni si quiera aparecen en la serie) llegaron durante su reinado, por no hablar del corsario otomano Barbarroja y sus acciones en el Mediterráneo.
En definitiva, Carlos es el personaje fundamental para entender la primera mitad del Siglo XVI, y es extremadamente difícil resumir una vida tan compleja como la suya en tan pocos capítulos (imagínate intentar hacer una película de un par de horas, tal cosa ya sería directamente imposible). Partiendo de esa base, considero que el intento no ha nada estado mal, y el esfuerzo realizado hasta se agradece.
Quizás no sea mejor que su antecesora Isabel , si bien es preciso indicar que probablemente Carlos no fuera, por sí mismo, un personaje más interesante que los Reyes Católicos. A diferencia de estos últimos, Carlos sólo resulta interesantísimo por lo que le tocó ser, no tanto por lo que era en esencia. El tío recibió una herencia descomunal, y su herencia le condenó a tener que estar implicado en todos los asuntos que acontecían en Europa, de norte a sur y de este a oeste, así como de los asuntos que acontecían simultáneamente en América y, finalmente, en Asia.
La historia de los Reyes Católicos era, en cierto modo, diametralmente opuesta a la de Carlos. A diferencia de Carlos, Isabel y Fernando empezaron con nada, no estaban siquiera destinados a ser reyes (pues la Beltraneja pudo haberlo sido en lugar de Isabel, y en lugar de Fernando pudo serlo el principe Carlos de Viana). Y no solamente llegaron a ser reyes, sino que unieron sus coronas, conquistaron Granada, enviaron a Cristobal Colón al Nuevo Continente, derrotaron a Francia en Italia, conquistaron Navarra, se unieron a los Habsburgo y llevaron sus reinos a su máximo apogeo. El caso de Carlos es, por el contrario, el de alguien que desde un principio lo tiene todo, y tiene como meta mantener sus posesiones. El personaje no deja de ser muy digno de atención, pero nunca tanto como los protagonistas de la serie que precedió a ésta.
¿Qué fallos tiene esta serie?
Son evidentes. Para empezar, hay que ser un friki de la historia, como es el caso de un servidor, para poder seguir todo el argumento sin perder el hilo. Muchas veces, al visualizar la serie, he tratado de ponerme mentalmente en el pellejo de alguien que no hubiera leído nada sobre los personajes históricos que la protagonizan, y realmente me cuesta entender como podrían seguirla sin perderse.
Otro fallo está en algunas interpretaciones. Alvaro Cervantes lo hace, a mi juicio, sobradamente bien, pero, por ejemplo, el actor que interpreta al hermano de Carlos (Fernando) es incapaz de hablar sin dar la impresión de ser un jodido robot.
Otro problema, quizás debido al bajo presupuesto, está en la representación de las batallas (Pavía, Muhlberg, San Quintín, la Conquista de México por Cortés, las batallas contra el Imperio Otomano, etc). El reinado de Carlos fue un reinado de grandes batallas, en muchas de las cuales estuvo presente el propio emperador, este habría sido el momento perfecto para mostrar a lo grande los choques entre ejércitos provistos de miles de hombres, pero, muy lejos de ellos, las pocas imágenes de batallas que se nos muestran son ciertamente pobres, en ellas vemos apenas a 20 hombres, en el mejor de los casos (y eso cuando nos muestran alguna batalla, porque en ocasiones incluso se las saltan con una elipsis, limitándose a hablar de ellas, pero sin mostrarlas en pantalla).
Dejando de lado esos fallos (que me llevan a reducir su nota), debo admitir que la serie me ha enganchado de principio a fin. Claro, no puedo garantizar que esta serie vaya a lograr con otro espectador lo mismo que ha logrado conmigo (de hecho, no lo hará), en tanto que aquel que desconozca por completo la historia de Carlos I, probablemente se sentirá tan confuso ante mucho de lo que sucede que desistirá en los primeros capítulos.
Bien ambientada, gran vestuario, buena banda sonora y buenísimos escenarios. Pero en general las interpretaciones en mi opinión no han estado a la altura, he echado en falta un poco más de garra y de calidad. Las hay que son aceptables pero otras que no me han terminado de convencer.
En términos generales la serie está bien, pero no tiene la magia que tenía Isabel que te enganchaba un capítulo tras otro durante las tres temporadas. Aquella serie dejó el listón muy alto en este país, muy difícil de igualar.
Al fin llegó la esperada producción sobre la vida de Carlos de Gante por parte de los mismos responsables de la aclamada Isabel , y una vez visto el primer capítulo, puede parecer pronto para escribir una crítica, pero siempre puede corregirse (o confirmarse).
Para mí, como carlista desde los tiempos de la carrera, el resultado no es decepcionante, pero sinceramente esperaba más. La serie tiene una factura impecable y se nota el esmero y el esfuerzo, si bien cabría achacar demasiada limpieza en vestuarios y estancias, pero por lo demás la imagen, el sonido o la ambientación son superiores a la mayoría de series españolas de la actualidad, desde luego TVE está volviendo por sus fueros, entre Isabel , El ministerio del tiempo y ahora Carlos, Rey Emperador . Es de agradecer el interés por entretener y enseñar a la vez, mientras se rescata cierta historia de España (pese a unas cuantas licencias, omisiones y fallos), pues el emperador Carlos apenas cuenta con películas y producciones sobre su figura, algo contradictorio teniendo en cuenta su magnitud.
Ahora bien, la serie adolece, de momento, de una larga duración (casi 80 minutos por capítulo) y de una falta de ritmo muy palpable, que lastran sin duda a Carlos, Rey Emperador . Además se quieren contar demasiadas cosas y los datos y situaciones pueden abrumar al espectador medio, como las tramas paralelas de la Corte de Francisco I de Francia, a la que se le ha dado un claro enfoque a lo La Reina Margot (1994). Espero que las siguientes entregas vayan a mejor y el primer episodio sea el ensayo .
Lo mejor:
– La calidad y el buen gusto que impera en casi todos los aspectos.
– Algunas actuaciones del reparto, como el gran Eusebio Poncela (Cisneros) o José Luis García Pérez (Hernán Cortés, personalidad que daría por sí sola para otra serie). Álvaro Cervantes no está tan mal como esperaba en el papel del joven y recién llegado rey.
– Ya era hora de que un personaje como Carlos I de España y V de Alemania tuviera una producción de este tipo.
Lo peor:
– No todos los actores y actrices interpretan tan bien. Es el caso de Marina Salas como Leonor de Austria o el que hace del infante Fernando, de quien prefiero no saber su nombre.
– Notoria falta de ritmo, poca acción y duración demasiado larga. No todos los espectadores son historiadores o amantes de la historia.
– Música demasiado rimbombante y protagonista. Esto también pasaba en Isabel .
Es inevitable que esta serie sea comparada con la serie Isabel, y en esa comparación sale perdiendo.
Mantiene el rigor histórico y un vestuario espectacular, pero hay un aspecto fundamental que echo de menos, las grandes interpretaciones.
En Isabel había dos protagonistas que se lucían, acompañados de muchos secundarios brillantes. Aquí hay actores correctos, que no producen el mismo entusiasmo, y también hay algunos muy flojos en papeles principales. Es un detalle importante en una serie que tiene una estructura prácticamente teatral.
Es verdad que la historia que cuenta Isabel es más dinámica e impredecible, pues los Estados se encuentran en su germen, una batalla podía hacer desaparecer un reino, la integridad física de los monarcas muchas veces estaba en el aire y los nobles conservaban un enorme poder. Todo esto creaba situaciones más tensas y emocionantes.
Para mí lo peor es la conquista del imperio azteca por Hernán Cortés. La renuncia a secuencias épicas de batallas puede comprenderse por motivos económicos, pero resulta demasiado pobre que los escenarios se reduzcan a un recodo de un bosque de ribera y al salón del trono de Moctezuma.
En todo caso sigue siendo un libro de Historia muy recomendable para los aficionados. En el spoiler comento los capítulos de este libro que más se quedaron en mi memoria.