Animal
Sinopsis de la película
Después de ser testigo de un violento incidente, Javier conoce a la víctima, Laura, quien tiene una relación tortuosa con su novio, Martín, un chico cubano que vive en la periferia de Madrid. Javier comienza a ver a Laura en secreto a pesar del peligro que supone que Martín se entere, a la vez que le es infiel a su novia, Mercedes. Pero las cosas se tuercen cada vez más entre Laura y Martín, por lo que Javier decide tomar cartas en el asunto, poniendo en riesgo su propia vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: Animal
- Año: 2015
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
3.5
40 valoraciones en total
Dijo Fernando Balihaut en la rueda de prensa posterior al pase de su película, Animal, en el 18º Festival de cine de Málaga, que su intención a la hora de hacer esta cinta fue provocar reacciones en los espectadores, buenas o malas. Pues bien, desde luego si algo no se le puede negar al realizador argentino es que ha conseguido exactamente lo que buscaba. No hubo más que ver las caras de periodistas y público o escuchar algunos de los exabruptos a favor o en contra que retumbaban en la sala del Cine Albéniz en la que se proyectó el filme.
Animal es un reto. Un reto enorme para cualquiera que la vea. Y lo es porque efectivamente va a ser amada u odiada sin medida y sin término medio de puro extrema que es. Para quien esto firma se trata de una de las películas más desagradables y extremas que se pueden encontrar por ahí, de todas las épocas y pelajes. Imagínense: una mínima historia (un joven que conoce a una chica víctima de violencia por parte de su novio y decide ayudarla… o no) esbozada en apenas tres trazos, contada principalmente mediante imágenes y con escasísimos diálogos (algo reconocido también abiertamente por Balihaut, enamorado del poder de la imagen y muy poco de las frases en boca de los actores… y la verdad es que la realización es una de las mejores cosas que tiene la película), y enteramente al servicio de una de las colecciones mayores de mal gusto que se recuerdan. Animal es la provocación por la provocación, sin sentido y por puro vicio, como si Balihaut hubiese hecho una lista de cosas transgresoras y habitualmente escandalosas y las hubiera metido todas en una coctelera. No hay más que fijarse en Javi, el personaje protagonista al que interpreta Georbis Martínez, un tipo putero, que esnifa cocaína, infiel a su novia, mentiroso compulsivo, irresponsable en su trabajo, adicto al sexo, al que tanto le da hacer el amor con mujeres o con hombres y que busca compañía en sórdidos ambientes nocturnos, con una madre prostituta, capaz de observar un crimen y no hacer nada para ayudar a la víctima, capaz de tener sexo en las situaciones más inesperadas (el momento previo al final es simple y llanamente asqueroso y enfermizo)… vaya, una joyita de hombre solo superado por el personaje de Fidel Betancourt, que es todavía peor porque encima es un criminal. Entre medias de todo, planos de semen en el suelo después de una masturbación, muchos desnudos, sangre y gore (cosa a aplaudir sin embargo porque es el único momento en que hay algo de tensión) y el personaje de Bárbara Hermosilla pululando por allí y concentrando en su piel lo increíble de la historia (imposible creerse que Laura tenga esa actitud con Javier después de sus vivencias con Martín).
Animal es, en pocas palabras, una película sin nada que ofrecer, sin historia, sin personajes interesantes, sin ritmo (es aburridísima además, por si le faltaba algo), y un ejercicio irritante para el sufrido espectador. Continuamente se tiene la sensación de que nos están tomando el pelo, hasta que llega ese final tan hardcore que convierte el de Musarañas (2014), por citar un ejemplo reciente, en Blancanieves y los siete enanitos. Lo malo es que cuando llega ya no se sabe muy bien si uno se alegra de ese desenlace porque es seguramente lo mejor de la película o porque al fin se acaba el suplicio… quizás ambas cosas.
En definitiva, un despropósito de proporciones épicas, un monumento al mal gusto y una película sin nada que contar y ofrecer más allá de su catálogo de aburrimiento y asquerosidades varias. Transgredir y provocar está bien y es muy sano, pero siempre que haya algo más detrás. Aquí no lo hay.
Lo mejor: La realización de Balihaut y el esfuerzo de los tres protagonistas, aunque no sea suficiente para levantar la función (poco más podían hacer con un material tan malo).
Lo peor: Está vacía por dentro, absolutamente vacía, y solo le interesa provocar por provocar.
En la división entre la torpeza y la sugerencia se sitúa la construcción de personajes que Fernando Balihaut desarrolla en Animal (2015). Su opera prima juega a la parquedad en la narración, que funciona con su protagonista, del que interesa saber más acerca de sus conductas erráticas. Las atmósferas ayudan a potenciar esta sensación, aunque se palpa cierta tendencia -muy habitual en el cine actual- al efectismo formal de una fotografía muy contrastada y de trucos de montaje. La película mantiene el tipo en la primera mitad, pero pierde el norte al decidir hacia dónde quiere ir. En esa elección está implícita la vía fácil, la habitual, la más vista. Y no sólo se conforma con ello, sino que no hace nada por destacar. Un inicio con cierto interés acaba en poca cosa.
Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
Alargar una cosa que siendo corta a lo mejor podria interesar es lo peor que puede pasar en un pelicula. Los personajes estan desdibujados, la camara se situa en plan intenso y no se mueve ni un milimetro en algunos planos que se hacen aburridisimos. No es explicable la actitud de ninguno de los personajes, ni los entiendes. En conjunto es un horror aburrido y sin morbo, muy a pesar que aparente que lo tiene. NI para echar la siesta.
Animal daba para un corto, pero no para un largometraje. No tengo nada en contra de los personajes disfuncionales, pero que un tipo moderadamente normal esté dispuesto a matar al novio de una chica que acaba de conocer, por muy encoñado que esté, resulta poco creíble.
La primera mitad de la película, quizás más, parece rodada por aficionados, por unos cuantos amiguetes que deciden hacer una peli por diversión. Luego mejora y parece más profesional.
Frente a este final convencional, yo hubiese optado por uno más atrevido, que expongo en el spoiler.
No soy capaz de recomendar esta indigesta película a nadie ni aunque me hubiese gustado (que tampoco ha sido el caso). Animal es al cine lo que Belén Esteban es a los premios Nobel. Y no hablo que sea una película de calidad baja sino que es una película tan desconectada de lo que (personalmente) entiendo como cine que me da vergüenza incluso hacer esta crítica. Es demasiado evidente la provocación que pretende su director y cuando algo es tan evidente pierde su fuerza ( Animal es cualquier cosa menos sutil) porque la película avanza a golpe de situaciones limite ante las que el espectador se supone que debe reaccionar, pero en mi caso no ha sido así. La realidad es que si esta película me ha provocado algo lo que ha sido es un fuerte rechazo y un profundo aburrimiento. No me creo ni sus personajes ni las situaciones. No me interesa lo que cuenta e incluso me parece que es absurdo alargar una anécdota que apenas da para un corto a la categoría de largometraje. Si este drama innecesariamente provocador e innecesariamente sexual es cine entonces apaga y vámonos. Un despropósito indigesto, vamos.