Campo de sueños
Sinopsis de la película
Un granjero de Iowa (Kevin Costner), casado y con una hija, tiene un día una experiencia sobrenatural: una misteriosa voz le ordena construir en sus tierras de cultivo un campo de béisbol para que las viejas glorias de ese deporte bajen del cielo y puedan volver a jugar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Field of Dreams
- Año: 1989
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
5.8
48 valoraciones en total
Campo de sueños es una película entretenida tirando a regular, con ello me refiero a la manera de dirigirla, las ideas y el mensaje final es muy bueno pero la manera de tratar el tema resulta un poco facilón e incluso barato.
La idea de luchar por una meta, por sueño por los ideales de uno yendo contra corriente es el mensaje principal de la película, esa idea base por la que luchamos es el objetivo que la película quiere trasmitir.
Un hombre construye en medio de la nada un campo de béisbol, un sueño que quiere hacer realidad sin saber el porqué.
Lucha contra corriente, a pesar de las críticas que recibirá y de las deudas que ello le supondrá pero tiene una ilusión y un sueño por el que luchar.
¿Cuándo estamos en el cielo?, cuando nuestros sueños se hacen realidad, buena y acertada frase.
La ilusión de conseguir un sueño, es el motor que da vida a estos personajes que demostrarán unos valores familiares y humanos en contra de todo.
La esencia de la película es muy buena pero la manera de tratarla no me ha gustado nada, resulta en muchos momentos bastante barato y un poco absurdo, más que perseguir un sueño parece un enfermo mental, es lo que menos me ha gustado de la película, su manera de tratar el tema pero aplaudo el mensaje final.
Field of Dreams (Campo de Sueños en España y El Campo de los Sueños en algunos países Latinoamericanos) fue una película protagonizada por Kevin Costner en 1989 y que quizás no es muy digerible para el público no beisbolero debido a su contenido fantástico y puede que hasta empalagoso en algunos momentos. Bueno, en realidad casi cualquier película sobre béisbol no es muy accesible para personas que no les gusta este deporte en cuestión. Pero precisamente ese contenido fantástico-beisbolero de Campo de Sueños es lo que otorga a la cinta esa magia que no todo el mundo le encuentra, aunque la película no tenga un género específico, ya que también hay un mezcla de drama y comedia familiar. He leído críticas sobre esta película bastante despiadadas: Que si puritanismo yankee (la esposa de Cotsner en la película es todo lo contrario), que si nos intentan meter el béisbol (como aquí el fútbol supongo)… en muchas de ellas se admitía que no les gustaba el béisbol, como no podía ser de otra manera. A veces pienso que opinaría la gente de una versión de Campo de Sueños con jugadores de fútbol. Ojo, a mi me encanta el fútbol y seguro que la disfrutaría.
Pero más allá del béisbol, que es una metáfora, la película contiene un mensaje muy optimista y esperanzador y en ocasiones sensiblero. Pero para mí es un gran homenaje al béisbol por encima de todo y por eso me encanta esta película. Ray Kinsella (Costner), un agricultor de Iowa que perdió a su beisbolero padre sin haber tenido una gran relación con él, escucha unas voces que dicen Si lo construyes, él vendrá. Dubitativo al principio sobre esas palabras, Ray construye un campo de béisbol en su campo de cultivo a pesar de que ello le acarree problemas económicos. Cuando lo construye y al caer la noche, aparece el fantasma de Joe Shoeless Jackson (Ray Liotta), ídolo de su padre y ex jugador de los Chicago White Sox protagonistas del escándalo por amaño de las Series Mundiales de 1920 ante los Cincinatti Reds. Jackson, del cual dicen que era inocente en base a sus números en aquel clásico de otoño, se muestra nostálgico con el deporte que amaba y del que le expulsaron de por vida.
Era el juego… los sonidos, el olor señala Joe como una de las cosas que echaba de menos. Asimismo, él se queja de que los propietarios hayan conseguido que los partidos se jueguen de noche porque de esta manera se generan mayores ingresos económicos, a pesar de que la pelota se ve peor, como dice el ex jugador de los Medias Blancas. Me encanta esta parte de la película porque es un homenaje a este jugador que probablemente fue inocente debido a sus estadisticas en aquellas World Series (.370 de bateo, con 1 home run y ningún error). Jackson muestra su amor y añoranza por el juego de una forma que quizás solo los que disfrutamos este deporte comprendamos.
Al irse le pregunta si puede volver con otros amigos, que no son otros sino sus compañeros de Chicago de aquellas series ante los Reds. Ray disfruta con su familia viéndoles jugar a estos fantasmas que solo ellos pueden ver mientras su cuñado incredulo aparece en el campo interrumpiendo el partido y preguntando a Ray porque estando en números rojos ha construido un campo de béisbol en medio de la nada. Otra de las cosas de este film que me encanta son esos detallados uniformes de la época que utilizan los actores en la película. Pantalones, gorras, bateadores sin guantes, bates de madera… Y no solo aparecen los protagonistas del Black Sox Scandal sino que más adelante se pueden ver a jugadores de los Athletics, Cardinals, Tigers, etc
Sin embargo y a pesar de la magia beisbolera que desprende la película, hay algunas incongruencias históricas y arreglos de guion, como por ejemplo que el verdadero Archie Graham jugó su único partido en 1905 y no en la época de los White Sox del escándalo. El joven Graham reconoce a jugadores como Mel Ott (Giants), Gil Hodges (Dodgers) o Smokey Joe Wood (Red Sox) en el campo, que tampoco son contemporáneos suyos, aunque bien es cierto que los podía haber reconocido como aficionado. También Joe Jackson nombra a la leyenda de los Tigers Ty Cobb diciendo que quiso ir al diamante de Ray Kinsella.
Otra de las frases que la misteriosa voz le dice Ray (Calma su dolor) le conduce hasta el escritor de los años 60 Terence Mann, interpretado por James Earl Jones, y del cual había deducido a través de una entrevista que era un fanático del béisbol y que supuestamente no haber jugado nunca a béisbol era su dolor y frustración. Para ello tiene que ir hasta Boston en furgoneta para encontrar a Mann, que al principio se muestra gruñón y receloso de los supuestos delirios del personaje interpretado por Cotsner, además de desmentir que le gusta el béisbol. Pero al final le convence para ir a Fenway Park a ver un partido entre Boston y Oakland, en donde nuevamente la voz se dirige a él (Go to the distance- Ve hasta el final) con las estadísticas de Archie Graham y su localidad natal en Minnesota de fondo. Ray le pregunta a Terence si lo ha visto también, cosa que niega. Acabado ya el partido, el granjero tira la toalla dejando a Terence en su casa pero al girar la camioneta aparece el escritor delante de ella iluminado por los focos en una escena que me encanta: Ve hasta el final, eso es lo que oí, ante la complicidad y alegría de Ray.
Mi mejor amigo me ha recomendado esta peli muchas veces y cada vez que se acuerda me pregunta: ¿ ya vistes campo de sueños ? No, aún no, le respondo. Pues hoy domingo me apetecía ver una peli entretenida, de estas que lo que me cuentan me da exactamente igual, si al final logran que pase 1 hora y media sin mirar el reloj…así que me decidía a verla de una vez.
El argumento es lo suficientemente atractivo para que te sientes delante de la pantalla a visionar este producto tan interesante, la pena es que Phil Alden Robinson es muy bueno haciendo películas, pero muy mediocre de guionista. Esto queda patente durante gran parte del metraje, el guión camina de forma trastabillado, cansino por momentos y con ideas poco coherentes en relación al tema en que se basa la película. Menos mal que a medida que avanza, parece, y digo solo parece, que las piezas comienzan a encajar la una con la otra.
La idea es original pero muy loca, porque el que un agricultor que no ande sobrado de dólares, económicamente hablando, le suene una voz que le invoca a construir un campo de béisbol en sus tierras…es bastante fantástica. Mucho más cuando al restar esas hectáreas de terreno se está ganando todas las papeletas para perder no solo la granja, sino lo que es peor…su propia casa.
Muy buenos todos los momentos en los que vemos a esos jugadores que ya no están en este mundo y que se apuntan a los partidos en la granja, igual que los sucesivos viajes del protagonista a lo largo del estado para rescatar personajes para su causa.
En cuestión de interpretaciones, nadie destaca por encima de otro, están todos cumplidores, sin embargo merece un comentario la aparición de Burt Lancaster…soberbio siempre.
Lo más que me gustó de la peli, es que todo este trabajo y esfuerzo tuvo un propósito, el cual se aclara en las últimas escenas del film.
Lo dicho, bastante recomendable para pasar un muy buen rato entretenido.
Enigmáticas palabras que se me han quedado grabadas quién sabe por qué extraña disfunción cerebral.
Pero no, amigos, ésta no es otra crítica con pretensiones de agudo sarcasmo gafapastil. Simplemente, me apetecía escribir esa frase. Una frase que, más allá de la función que tiene en la película, encierra un mensaje nada sensiblero y muy real.
A veces la historia se vuelve pastelosa, pero es lo que tiene Kevin Costner. Las cintas en las que aparece suelen tener un aire de melancolía nostálgica extrañamente reconocible, lo que hace que sean perfectas para programarlas un domingo por la tarde en la tele. Esto no tiene por qué ser malo a priori, ojo.
De todas formas, me quedo con la idea que más me atrae de le película:
Si estás seguro de que tienes razón, si crees que haces lo correcto, no te dejes convencer por nadie, sigue adelante aunque te llamen estúpido, confía en tus instintos. La recompensa vendrá, quizá no de forma tangible, quizá incluso sea irreal, tal vez el premio sea una momentánea sensación de no se sabe qué, un breve lapso de razón, o la visión del trabajo bien hecho. Qué más da. Lo del campo de baseball es lo de menos. Podría haber sido una trituradora de tomates.
En cualquier caso, no te dejes llevar por lo que piensen los demás. Intenta llegar a ser el que eres. No eres más que un estado anterior de tu futuro yo . Proyecta en él tus mejores ideales, constrúyelo día a día y no dejes que se pudra.
Si lo construyes, él vendrá.
Incluida en spoiler, aunque no desvela gran cosa.