Blue Valentine
Sinopsis de la película
Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams) son padres de una maravillosa hija, pero su relación ha pasado por mejores momentos desde que tienen que compaginar las demandas y expectativas del trabajo y la vida familiar. Ante un futuro incierto de la relación, deciden una escapada romántica a un hotel, donde rememoran todos los momentos románticos de un pasado lleno de buenos recuerdos, e intentan recuperar su pasión y amor para así salvar su matrimonio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blue Valentine
- Año: 2010
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
6.9
80 valoraciones en total
Básicamente, cuando terminé de verla me quedé con la sensación de que no me habían contado todo lo necesario para que pudiera comprender la película en su totalidad. No entiendo por qué ella trataba así a su marido, me quedé con las ganas de ver cómo comenzaba a deteriorarse su relación. En general, no es una historia rompedora. Más bien, destaca gracias a los pequeños momentos que nos va regalando a lo largo de la historia. Momentos entrañables, emotivos, tiernos, cotidianos. En cuanto a las interpretaciones, considero que él lo hizo infinitamente mejor. Me permitió conocer los sentimientos del protagonista en todo momento, a diferencia de ella. Además, el personaje femenino me desquició bastante con sus reacciones inmaduras, egoístas e inexplicables. La película no habría sido lo mismo sin Ryan Gosling.
Vale que no invente nada nuevo. De hecho, en realidad todo es de lo más redundante si uno se infla a consumir películas por el estilo, esto es, dramas románticos. El caso es que dicho género, al menos para mí, no ha de depender de historias novedosas u originales, pues sería un absurdo: el ser humano, en este sentido, el del amor y sus manifestaciones, no cambia, no innova ni hace votos por parecer el menos predecible de los mortales. Es por eso que yo lo que le pido -y pediré- a una cinta de estas pasionales características es que el drama me llegue, me implique emocionalmente, me zarandee y me haga partícipe de lo que acontece en la pantalla, nada más, y nada menos. Parece fácil, lo sé, pero no lo es tanto. Y no lo es precisamente por el bombardeo al que nos vemos sometidos cada año por parte de la Empresa Cinematográfica (vamos a llamarla así) de historietas de chic@ conoce a chic@ de lo más simplonas y vulgares, en su intento por parecer exactamente lo contrario.
Y es por eso, justamente, que Blue Valentine adquiere un valor mucho mayor del que, a priori, podría tener, hasta el punto de que habrá quien vea exagerada mi puntuación, si éste no ha tenido en cuenta o no comparte lo ya comentado. Pero repito, Blue Valentine no es una cinta notable por haberme roto los esquemas, lo es por haberme brindado en primera plana una historia de amor truncado absolutamente devastadora. Y me la he creído. No hay más.
Duele, claro que sí, pero merece la pena. No todo son colorines en la vida, por desgracia.
La protagonista femenina de Blue Valentine tiene nombre de mejor amiga de Barbie, pero la cosa no va por ahí. Y aunque su partenaire sea un tal Dean (que no Ken), y lo interprete Ryan Gosling, no tenemos aquí una revisión del pastelazo de Cassavetes hijo, El diario de Noa , a pesar de que el punto de partida (un presente roto, explicado a través de flashbacks) sea el mismo. O al menos, parecido.
Blue Valentine es, ni más ni menos, que otro de esos dramas románticos independientes que aparecen en las quinielas de premios y que desde su estreno limitado en el festival de Sundance han ido haciendo ruido, casi convirtiéndose en películas de semi-culto que nadie ha visto. Hasta ahora, al menos, que ha formado parte de la sección oficial del Festival de Cine de Gijón, donde a pesar de los intentos de un par de rezagados el film no ha obtenido la ovación final que aspiraba a merecer. El problema del film de Cianfrance quizá sea que todo lo que se nos cuenta ya lo hemos visto, al menos setecientas noventa veces, en los últimos cinco años. Quizá no con tan buenos actores (Williams y Gosling están fantásticos), pero sí con más pasión. A favor, que tampoco abusa del azúcar, en contra, que no deja poso. Y que su final, una metáfora tan obvia como pobre, y un diseño horripilante -por pijo- en los títulos de crédito, empañan un poco los buenos momentos (haberlos, haylos) del film.
Total, un drama romántico correctivo, con una factura llamativa, algún gran momento y otros simplemente rutinarios. Los actores (como pasaba en otra película indie de la temporada, The Kids Are All Right ) salvan el film de la escasa ambición de su director. Se puede ver, no es molesta, pero queda lejos de ser memorable.
Me gusta ‘Blue valentine’. Está llena de vida. Contagia su felicidad, y su tristeza. Puro sentimiento movido desde el fondo del corazón. Toca la fibra sensible. Me hace sentir. Siento una terrible empatía por esos dos peones que forman parte del tablero de la vida en la batalla del amor. En ésta, un gélido azul va venciendo al cálido anaranjado. Te ve helando, te va punzando. No queda otra que lamentar el tiempo perdido, buscando en el fondo de una copa las causas de la derrota.
Es una película llena de amor, que nos habla del desperdicio del amor, de las miserias del amor. Triste y hermosa.
Blue Valentine es sencillamente magnífica, es lo único que soy capaz de decir después de verla. Hay veces que veo una película que espero que sea simplemente buena y acaba llegándome al alma, pues esta es una de ellas. Desde el minuto uno me sitúa en la piel de ambos, más en la de él que en la de ella (no sé exactamente por qué, puede ser porque me haya caído mejor o simplemente porque me haya llegado más su interpretación), sonrío en algunas escenas graciosas, me provoca un nudo en la garganta en las peleas o situaciones extremas y sobre todo, me hace llorar. Que una película te haga sentir todo eso no es fácil ni muy común hoy en día.
Me he llegado a creer las escenas tiernas rebosantes de pasión, las escenas frías e incómodas para los protagonistas e incluso las escenas más terribles y dolorosas, y eso solamente lo consiguen dos actores con un gran nivel, como son en este caso Michelle Williams y Ryan Gosling, me quito el sombrero ante su trabajo, excelente interpretación. Agradezco el haber podido visionarla en VOSE, y la recomiéndo, es increíble como solo oyendo sus voces aunque no entiendas el idioma puedas saber como se sienten, cada sensación la trasmiten con la voz, con una expresión muy real, no pienso verla doblada, me niego en rotundo.
Muy merecida la nominación para el Oscar de Michelle, pero tengo que mostrarme en contra de que Gosling haya pasado completamente desapercibido en estos premios, creo que él realiza mejor papel, a mí al menos me ha convencido muchísimo más.
La película también cuenta con una música buenísima, cuando canta Gosling y Michelle baila claqué es genial, acabas sonriéndo e incluso disfrutas tal y como ellos están haciéndo en esa escena (ver spoiler). No quería compararla con ninguna otra película, pero aunque me duela decirlo (porque Dicaprio y Winslet se ganaron hace tiempo mi respeto) esta película me ha gustado mucho más que Revolutionary road (de hecho por el momento la media de votaciones es mayor), al menos no me ha aburrido en ningún momento y le he cogido cariño a los personajes, hecho que no me ocurrió con mi adorada pareja de Titanic , sí es cierto que ambos realizaron una buena interpretación, pero no me entretuvo tanto, no estaba contada de la manera correcta.
Blue Valentine cuenta mediante flashbacks la historía de amor-drama que mantienen los personajes de Gosling y Michelle, este detalle es muy acertado, ya que ameniza la historía y esto siempre es agradecido por el espectador. A pesar de ser una historía ya vista muchas veces (amor/desamor) al ser mostrada de una manera mucho más acertada acaba convenciéndome.
Muy real y sencilla, hace que te sientas parte de ella, indudablemente la recomiendo. Despertará tu interior y sin mayores pretensiones llegaras a los créditos y te ocurrirá lo que me suele pasar a mí siempre con Eastwood, te quedarás pensando envuelto en el drama en el que está inmerso este maravilloso largometraje.