Be Cool
Sinopsis de la película
Chili Palmer (John Travolta), un taimado gángster, se dedica al negocio de la música, en el que tiene que vérselas con mafiosos rusos y raperos. Su protegida es Linda Moon, una joven cantante con talento. Desde el estudio de grabación hasta un concierto de Aerosmith, se las arregla para conseguir lo que quiere sirviéndose de su peculiar astucia callejera y habilidad negociadora.
Detalles de la película
- Titulo Original: Be Cool
- Año: 2005
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
5.1
30 valoraciones en total
Pues me he entretenido, si señor. Yo no pido peras al olmo. Sabía lo que iba a ver, pues ví la primera parte, y es más de lo mismo. No desentona respecto a su predecesora, y por tanto, nadi se puede extrañar de nada. A mí me hace gracia el cameo de Travolta y Thurman recordando a Pulp Fiction, y es agradable de vez en cuando ver a actores hacer el gamberro. Ni me parece un despropósito, ni una tontería, ni una decepción, y por supuesto no creo haber perdio el teimpo en verla más de lo que perdería viendo un Almodovar .
Recomiendo verla una tarde con unas palomitas y una coca-cola.
Uma Thurman y Travolta le cogieron el gusto al baile y, unos diez años después de Pulp Fiction , mueven el esqueleto otra vez juntos en esta ¿película? (no sé cómo llamarlo: si películas es lo que hace Bergman esto es, desde luego, otra cosa muy distinta, pero más vale no seguir por este camino). El meneo discotequero entre la Thurman y Travolta, pese a su aire déjà vu , es lo mejor de Be cool , cuya capacidad de vuelo, si fuera un ave, sería la de una gallinácea artrítica y cuya capacidad de adentrarse en honduras, si fuera un pez, sería la de una pegatina de esas que se ponen en la bañera para no resbalarse. Aquí todos patinan, desde el guionista hasta el último de los actores, quizá para demostrar que el talento está muy mal repartido y lo que Dios concedió a un pez, a un bruto y a un ave se lo negó a los simpáticos chicos que se unieron para hacer el ridículo en este bodrio, que es la versión yanqui y modernizada (y peor) de las películas de Rocío Dúrcal o Marisol, esto es, la historia de una niña cantarina con gran talento que busca triunfar. Todo esto se mezcla con historias de mafiosos, intereses discográficos, el mundo de la noche, asesinatos, engaños, canciones, violencia, amenazas, humor de garrafa, etc, todas esas cosas que hacen de las películas de entretenimiento algo profundamente aburrido. Travolta interpreta a un ex mafioso que se ha vuelto bueno, actor de éxito y protector de futuras estrellas. Tiene la sangre fría de una lagartija y parecidas dotes interpretativas (yo creo que actúa con careta o quizá su cirujano facial le recomendó no mover mucho los músculos de la cara). El resto de los actores están también fatal, incluso Harvey Keitel, a quien han arrojado a esta película igual que se echa una latilla de atún a una ensalada caducada, con la vana intención de hacerla más apetitosa. La presencia estelar de Steven Tyler y los Aerosmith da idea de lo que aquí se considera buena música (excelente, dentro de su calidad abisal, en comparación con lo que canta la aspirante a estrella).
Lo dicho, mucho mejor ver Rocío de la Mancha o Tómbola , que la vida es una ton-ton-tómbola y, además, muy corta como para perder el tiempo con petardos como Be cool . Que Dios les perdone.
Comedia negra, secuela de Get Shorty (1995) El mafioso Chili Palmer (John Travolta), luego de iniciarse accidentalmente en el mundo de la producción cinematográfica, decide en esta continuación cambiarse al negocio de la música.
Palmer, un cobrador de la mafia vuelto productor de cine, ahora se vuelve productor de música, asociándose con la viuda de un amigo. Las cosas se complican cuando le pone el ojo profesional a una cantante ya representada.
En esta ocasión, en vez de la industria del cine, nos encontramos en la industria de la música. Ese extraño mundo de actuaciones en vivo y grabaciones, de raperos y estrellas del pop, de cantantes que piensan que saben actuar.
El no haber visto Get Shorty y ver Be Cool, es un error. Al menos la mitad de las escenas, y casi toda la trama, tienen referencias y similitudes propuestas con la película anterior.
Tiene buen humor, por todas partes, aun más que la anterior, ejemplos de ello, tiene a The Rock como un guardaespaldas gay con ansias de llegar a ser una estrella de cine, Vince Vaughn un blanco que habla como negro, André Benjamin un rapero frustrado con ganas de apretar el gatillo, el bailecito Uma Thurman-John Travolta, entre otros.
El legendario cantante Steven Tyler de la banda de rock Aerosmith tuvo una breve participación junto a su banda.
La película tuvo un presupuesto $53 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $95,2 millones, además recibió 11 nominaciones a diferentes premios. El único premio que gano fue el del Austin Film Critics Award por peor película del año.
Get Shorty y Be Cool, son las adaptaciones de dos novelas homónimas escritas por el afamado Elmore Leonard. En ellas, un matón de la mafia muy aficionado al cine acaba entrando en el mundo de la producción de la mano de un director al que ha ido a cobrar, mientras que en la segunda la aventura de Palmer le llevará al mundo de la producción de discos.
En las dos películas, el protagonista, Chili Palmer (John Travolta) es un loco del cine que fascina al excéntrico mundo de Hollywood con el que entra en contacto. Se trata de una especie de pistolero moderno, un matón a sueldo, pero que actúa con cierta ética y principios, el perfecto prototipo de héroe del cine, pero con un toque distinto.
Las novelas de Elmore Leonard están siempre revestidas de una ácida y parodia visión de la sociedad estadounidense, desde un fascinante mundo creado por el contacto entre personajes marginados y otros de clases más opulentas, sin descuidar a los caracteres más comunes de la comunidad americana.
La mezcla de géneros, comedia musical con toques de crímenes en medio de gags y de superestrellas de todo tipo no parece haber resultado una fórmula eficaz en esta costosa superproducción. Promocionada como comedia paródica de gangsters, en ella Travolta regresa a su rol como Chili Palmer, caricatura de matón refinado que resultó convincente en Get Shorty (1995). Allí, como un delincuente simpático y osado, viajaba a Los Angeles para meterse en la industria del cine. En aquella oportunidad resultó novedosa la irrupción de un nuevo tipo de gangster moderno con relación a los estereotipos preexistentes, revelando con ironía e inteligencia los trasfondos de la industria del ocio.
Pero, como Be Cool se encarga de ironizar, un éxito en Hollywood siempre implica una segunda parte y diez años después llega esta secuela, en la que apenas se advierten los vestigios de diálogos seguramente más ligeros y chispeantes en el libro original. Entre otras cosas, la película tiene un asesinato en clave cómica, donde al matador se le vuela la peluca, desplazada con cada tiro. La víctima es un productor de discos amigo del ex gangster, que deja a una hermosa heredera (Uma Thurman) como responsable de un sello discográfico que tiene deudas con la mafia. El protagonista formará junto a ella una pequeña sociedad para lidiar con los representantes de la cantante, con la mafia rusa, un guardaespaldas gay que sueña con ser actor y raperos gangsterizados. Todo muy confuso, en medio de guerras de pandillas que no se entienden ni atemorizan ni entretienen.
Be cool se pretende como comedia autorreferencial con muchas alusiones al cine devenido de arte a negocio, pero apenas se intuye un guión previo seguramente más brillante, con ironías y juegos de palabras que al espectador inadvertido le resbalan. Muestra ligera de un mundo que transcurre entre peripecias del submundo criminal y bromas sobre las industrias del cine y la música, la cinta nos saca leves sonrisas y algún que otro bostezo. Eso sí, esta película despierta a todos con el concierto de Aerosmith y el baile sexy que reúne de nuevo a Uma Thurman y a Travolta (la recordada pareja de Pulp Fiction).
Lamentable y facilona película. John Travolta, tras Como conquistar Hollywood vuelve a meterse en la piel del mismo personaje. Sin ser una secuela trata de realizar los mismos chistes facilones sin ton ni son.
Más que ser una burla del mundo de la discografía y el cine, es una absurdez extrema llegando a aburrir hasta aquel al que le puede gustar Colega, donde está mi coche .
Por otra parte, Uma Thurman, físicamente impresionante como casi siempre, nos da la de arena en esta película. Quien espere ver, como dicen los productores en la publicidad el primer reencuentro desde Pulp Fiction se dará cuenta a las primeras de cambio del engaño.
No tiene nada que ver con Pulp Fiction, de hecho ni se le acerca por asomo. Por otra parte, aparte de que el guión es una basura, se nos vuelve a demostrar la decadencia de un actor como Harvey Keitel, que se dedica demasiado ya a este tipo de películas tras haber sido uno de los mejores secundarios de los 70 y 80.