Balas sobre Broadway
Sinopsis de la película
David Shayne es un autor teatral fracasado que, por fin, consigue financiación para una de sus obras. Pero a cambio tiene que aceptar una condición: darle un papel secundario a Olive, la incompetente novia del productor, el gángster Nick Valenti. Olive acude a los ensayos acompañada de su guardaespaldas Cheek, que, lejos de limitarse a vigilarla, se permite sugerir cambios para mejorar la obra. A fuerza de ceder a los consejos de Cheek, David empieza a dudar hasta tal punto de su talento dramático que acaba encargándole a Cheek que reescriba la obra.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bullets over Broadway
- Año: 1994
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
7.5
68 valoraciones en total
Allen desaparece otra vez del reparto en este nuevo viaje en el tiempo que es Balas sobre Broadway. Según confesión propia, el director norteamericano se consideró en demasiada edad para interpretar al protagonista, un joven autor teatral que intenta hacerse un hueco dentro del mundo de las bambalinas. Por ello le da vida un muy convincente John Cusack.
El humor que se destila en Balas sobre Broadway reside en la palabra, lógico si la película gira en torno al mundo del teatro. La crisis creativa y de pareja vuelven a ser los temas en un film en el que Allen nos muestra de nuevo una época, los años 30, un estilo de vida, unos personajes perfectamente diseñados. El viaje de Cusack por los senderos que conducen al éxito es el camino que Allen aprovecha para enseñarnos las grandezas y las miserias del universo teatral y un insospechado lado creativo de los gangsters. Casualidad o no, en dos películas de Allen que incluyen a Broadway en el título (ésta y Broadway Danny Rose), aparece el mundo de la mafia de por medio.
Dentro de una tónica habitual esos años, la noche de los Oscar se llenó de nominaciones para sus actores. La interpretación de Diane Wiest como diva de Broadway le valió un merecido Oscar a la mejor actriz secundaria, título que se disputó junto a otra participante en el film, una casi novel Jennifer Tilly. Asimismo
el film conoció nominación al mejor actor secundario para un casi desconocido Chazz Palminteri, en lo que fue la confirmación de Palminteri como actor de reconocido talen-
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Film nº 24 de Woody Allen. El guión es de Allen y de Douglas McGrath. Se rueda en exteriores y escenarios reales de NYC (Broadway, Brooklyn, Central Park, Upper West Side…) y en estudio. Nominado a 7 Oscar, gana uno (actriz reparto, D. Wiest). Producido por Robert Greenhut, se proyecta por primera vez en público el 16-X-1994 (Toronto Film Festival).
La acción tiene lugar en NYC y Boston entre septiembre y noviembre de un año situado entre 1920 y 1930. El autor teatral David Shayne (Cusack), natural de Pittsburg, consigue representar y dirigir su tercera obra a cambio de algunas concesiones al productor mafioso Nick Valenti (Joe Vierelli).
El film suma los géneros de comedia y crimen. Plantea diversas cuestiones relacionadas con el teatro y, por extensión, con el arte. ¿El fin del teatro es distraer o enriquecer el espíritu? ¿Es el arte superior a la vida? ¿Es compatible el arte con las concesiones?¿El arte es un objeto de lucimiento? ¿Es caprichosa la creación artística?¿El artista debe aceptar la existencia de límites morales o puede construirse un universo moral propio? La película no aporta respuestas. Formula observaciones, ofrece sugerencias y abre vías de relfexión. Relaciona los interrogantes con hechos tomados de la vida misma, al objeto de incentivar la reflexión y el debate. El realizador no quiere dar soluciones, sino interesar al espectador en el arte y en los grandes temas que lo rodean. Enfenta el mundo del arte y el mundo del hampa, porque el encuentro de ambos arroja luz sobre los temas planteados y hace que el espectador se sienta capaz de generar respuestas. La constatación que emerge por encima de todas las consideraciones es que el artista nace artista, que el artista no es necesariamente un ser virtuoso, que no es artista el que quiere serlo sino el que lo es.
El relato se basa en un guión coherente y sólido. La acción se enmarca en una rica y convincente ambientación de época. Las interpretaciones principales y de reparto corren a cargo de un elenco de lujo. La cinta está punteada de humor negro, que se desgrana en ocurrencias sutiles y, en algunos momentos, adquiere forma y dimensiones de oleada o tromba. Es muy hilarante la sátira sobre los caprichos de la creación artística.
El film aporta citas literarias (Poe, Chejov), dramáticas (Eugene ONeill, Shakespeare, Strindberg), plásticas (Van Gogh), melómanas (Kern, Ira Gershwin) y filosóficas (Nietzche). La reiterada expersión No digas nada , de Helen Sinclair (Wiest), según comentaristas es una parodia de la madre de La rosa tatuada (Daniel Mann, 1955).
La música crea una sugestiva banda sonora de época, con temas tan atractivos como Toot, Toot, Tootsie (Al Jolson) y otros de Kern y Hammerstein, Cole Porter, Gershwin, etc. La fotografía, de Carlo Di Palma, ofrece una exelente narración visual con aproximaciones y travellings emotivos, planos largos, barridos, ambientes de cine negro y una intensa coloración crema que atenúa los colores y la luz.
Inspiradísimo guión. No hay que contar nada de ella, hay que verla. Si con esta crítica consigo que alguno de vosotros lo haga -y casi estoy seguro de que os gustará, aun no siendo seguidores de Allen-, me daré por satisfecho.
PD: Si has participado activamente en el proceso creativo de alguna obra de teatro, o de cine, o de cualquier otro tipo de manifestación artística, te gustará aún más.
Balas Sobre Broadway es una divertidísima película ambientada en los años veinte que mezcla con una soltura impresionante y en clave de comedia unos ingredientes tan dispares como son en principio teatro y gángsters.
David Shayne es un escritor originario de Pitchburg que lleva un buen tiempo viviendo en Nueva York con su pareja en busca del éxito de alguna de sus obras teatrales. Aunque ese éxito parece no llegar nunca, David se considera un artista fiel a sus principios y con posibilidades para conseguir la fama, así que para que no se repitan los anteriores fracasos profesionales por los que ha tenido que pasar, decide y se promete tener el control absoluto sobre la dirección de la que sea su próxima obra. Como el joven autor no quiere que de nuevo le ocurra que entre presiones y chantajes, los productores, actores y actrices terminen modificando sus textos y desvirtúen su trabajo, David se ha puesto por principio una norma, no ceder nunca más, así conseguirá llevar su arte al público tal y como el autor lo concibe.
Pero cumplir esa promesa en el difícil mundo de Broadway es muy, pero que muy complicado, y mucho más delicado es aún si la mafia te hace una de esas ofertas que como bien diría Don Vito no podrás rechazar . Así que como no podía ser menos, David accede a las peticiones de los gángsters a cambio de una mejor financiación para su obra, y la petición a la que accede no es otra que darle un papel a la amante del jefe de la banda, una inculta y chabacana cabaretera de Broadway a la que siempre sigue algún guardaespaldas con muy pocos modales.
Así que entre rudos gángsters (y no tan rudos), ajustes de cuentas, actores de capa caída, viejas glorias y muchas sorpresas , David tendrá que arreglárselas para estrenar la que será su nueva obra, una obra en la que tiene puesta todas sus expectativas.
Ésta fue la original propuesta de Allen para el año 1993, una cinta que con un guión fluido y magistral nos engancha literalmente durante los 100 minutos que dura su metraje. Si unimos a su buen desarrollo un genial y muy adecuado reparto, una recreación de la época y del ambiente de Broadway increible, y la frescura habitual de Allen, tenemos un cinta más que notable.
Ya pueden ir apuntándosela pues, y si les gusta el teatro pues doblemente recomendada.
Disfrútenla.
Una de las tres películas que más me gustan de Woody Allen junto a Acordes y desacuerdos y Delitos y faltas . Me lo paso cojonudamente bien con ella. Aunque en general disfruto bastante con el cine de Woody Allen. Dice la leyenda que Rizzo sería incapaz de dar menos de un 7 a una película de Woody Allen aunque está fuera la peor película de la historia del cine. Porque seguramente me seguiría riendo con ella y porque si que es cierto que a Woody lo tengo en un altar. Cada año espero que se estrene su nueva película y aunque sea una película menor disfruto con ella.
Y una de las grandes ventajas es que no está protagonizada por Woody Allen. Y que sí, que John Cusack hace de Woody Allen. Pero me da igual ya que entre los que han intentado imitar el papel que suele hacer Woody Allen, Cusack es el que mejor parado sale gracias a su talento. Cusack es de esos actores que siempre cumplen haciéndolo bien y que es conocido pero pasa desapercibido. Aquí está asombrosamente bien. Y el resto de actuaciones son inmensas. Me rio mucho con el actor obeso interpretado por Jim Broadbent, con la manipuladora actriz interpretada por Dianne Wiest, con la chillona Jennifer Tilly, con ese carismático gangster que hace Chazz Palminteri y también con el gran gangster interpretado por Joe Viterelli. Y luego presencias como las de Jack Warden, Mary-Louise Parker, Rob Reiner o Tracey Ullman de las que nada malo tengo que decir ya que están bastante bien todos. Como pequeña curiosidad decir que salen Tony Sirico y Edie Falco (Paulie y Carmela en Los soprano ). Por supuesto Sirico sale haciendo de gangster.
El guión me parece muy gracioso. Un guión de teatro que el escritor ve perfecto pero que a medida que avanza la obra lo cambia absolutamente todo no sin antes tener problemas para elegir los actores especialmente por el problema que supone el tener impuesta a Jennifer Tilly por obligación con el productor gangster. Tiene momentos cojonudos como los momentos que comparten Palminteri y Cusack o la relación entre Broadbent y Jennifer Tilly. El final tenía que ser así. No cabría esperar otra cosa. Me gusta y me parece que está al nivel de la película.
En fin que para mi es una auténtica maravilla. Disfruto con ella y paso algo más de hora y media muy entretenido que es lo que importa. Sin dudas una película que no me cansaré de ver nunca.
-Yo soy actor.
– Pues cuando me quitabas las bragas no eras un actor, eras un campeón .
No te dabas cuenta que en todos mis orgasmos decía ¡David, David!
Yo creí que decías ¡dame, dame!