Bajo el cielo de Arizona
Sinopsis de la película
Una niña india mestiza que ha quedado huérfana de madre, se convierte en propietaria de unos terrenos donde existe petróleo. Chris Morrell (John Wayne), vaquero y padrastro que ayuda a la nativa americana a encontrar a su verdadero padre de raza blanca que se encuentra en paradero desconocido. Ella cobrará la suma de 50.000 dólares de los terrenos que le han sido expropiados por el gobierno, si hay o no indicios de su padre. El villano Sam Black tratará de impedirlo con el fin de hacerse con el dinero del valor de los terrenos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Neath the Arizona Skies
- Año: 1934
- Duración: 52
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Opinión de la crítica
4.5
75 valoraciones en total
Chris Morrell (John Wayne) está a cargo de una niña huérfana de madre en lo que encuentra a su verdadero padre. Las cosas se le complican a Chris, una banda de maleantes buscan secuestrar la niña para cobrar $50,000 depositados a nombre de ella y su desconocido padre por el gobierno. Además un asaltante de banco trata de confundirse con Chris para cubrir su fechoría.
Nuevamente Yakima Canutt (Sam Black) labora junto a John Wayne en el personaje del villano principal. El film nos presenta un cowboy de buen corazón que protege a una niña huérfana, pero a la vez es osado y valiente cuando combate con una banda de criminales que le quieren hacer daño.
Neath the Arizona Skies (1934) es un film de 52 minutos, y es parte de la colección John Wayne-Ultimate Collection 25 Movies. Esta colección tiene parte de las veinte películas que filmo John Wayne desde 1933 al 1937, que no superaban la hora de duración y sus presupuesto excedían por muy poco los $10,000.
Estos filmes eran parte de las dobles o triples tandas que se presentaban los fines de semana en los cines, en algunos casos eran mejores que el film principal de la cartelera.
He buscado concienzudamente comentar sobre un western de antaño (década 30) realmente me ha sido difícil la elección el western tal como lo conocemos de acción crepitante se puliría mucho navegaría sin rumbo entre géneros de dramas, melodramas, comedia etc. los de Errol Flynn y Randolph Scott no me convencieron ahora lo hago de la mano de gran John Wayne ahora flaco se le ve gigante, mantiene esa sonrisa sarcástica muy suya desde muy joven, sabe de montar, de lazar, bonachón y con un gancho derecho que no le había visto…..este film es el reflejo de ese western eterno que se niega a envejecer.
En este remake de Circle Canyon de 1933 El hace de tutor y protector de una niña mestiza que recibirá una cuantiosa fortuna al fallecer su madre regalías a la exploración petrolera del gobierno, desafortunadamente la banda de Sam Black va tras ellos y otros par de maleantes se les unen al llegar al rancho de su padre son emboscados, su amiga Clara Moore es mantenida de rehén en este punto las cosas se ponen feas. Sus inicios de John Wayne visionada en color.
Al parecer hay importantes yacimientos de petróleo en los asentamientos indios de Arizona (nunca ha sido este estado rico en combustibles fósiles, pero vaya …), y el Gobierno está pagando buenas sumas a sus propietarios. De esta forma a Nina (Rickert), huérfana de madre, con el padre perdido por el mundo pero adoptada por el bueno de Chris Morrell ( papá Chris , Wayne), le corresponden nada menos que 50.000 dólares a condición de que se presente también el padre para cobrarlos.
Y de esto va la cinta, de buscar a Wally, digo al padre biológico de Nina. Y a eso se pone Chris y la banda del malvado Sam Black (Canutt) que también se ha enterado del negocio. Todo ello mezclado con el robo de una estación de correos, persecuciones, traiciones, amores vertiginosos, tiroteos humeantes y un final feliz según es la costumbre.
Como sucede con las obras de bajo presupuesto en los inicios del cine sonoro, buena parte de la película transcurre en silencio, sin diálogos ni música, solo con las frases imprescindibles. Falta todavía experiencia para combinar adecuadamente la ambientación sonora con el ritmo y la acción de la obra. De hecho el sonido que mejor se escucha es el trocotrón, trocotrón, trocotrón de los cascos de los caballos en las cabalgadas.
En realidad se trata de dos pequeñas historietas entremezcladas, todo bastante inverosímil, con un guion rudimentario donde las cosas y las casualidades pasan porque pasan, sin una mínima explicación que las justifique o que prepare al espectador para entenderlas. Ya lo dice el propio Chris: Algunos hombres parecen libros escritos en una lengua desconocida y no hay quien los entienda . Pues eso.
Como siempre, destaca la actuación de Wayne, lo mismo que la de Canutt. No podemos decir lo mismo de la niña repipi que hace de india con sus buenos mofletes siempre en primer plano.
Solemos contemplar con simpatía (y juzgar con benevolencia) estos primeros westerns sonoros, sin embargo este no pasa de regular. Por no tener no tiene ni siquiera esos magníficos especialistas que animan la película con sus saltos y cabriolas increíbles. De todas formas se puede ver la cinta.