Backbeat
Sinopsis de la película
Stuart Sutcliffe (Stephen Dorff), John Lennon (Ian Hart), Paul McCartney (Gary Bakewell), George Harrison (Chris ONeill) y Pete Best (Scot Williams) son miembros de un grupo de rock de Liverpool: The Beatles. En Hamburgo los contratan para tocar en un club. En la ciudad alemana conocen a un joven artista y a Astrid Kirchherr (Sheryl Lee), una guapa fotógrafa cuya relación con Stuart, pondrá en peligro la estabilidad del grupo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Backbeat
- Año: 1994
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5.9
79 valoraciones en total
Primera película dirigida por Iain Softley, que rememora los primeros pasos de los integrantes del grupo The Beatles antes del éxito que les acompañó entre 1963 y 1970. Los productores fueron Stephen Woolley ( Michael Collins ) y Finola Dwyer ( Innocencia robada ). Ian Hart debuta como actor.
Narra, con algunas licencias, la creación en Liverpool de un grupo musical, liderado por John Lennon (Ian Hart) y Stuart Sutcliffe, Stu (Stephen Dorf), al que se une en 1962 Paul McCartney (Gary Bakewell) y algo más tarde Ringo Starr (Paul Duckworth). Consiguen un contrato para actuar en un pobre local nocturno, el Kaiser killer , de Hamburgo, donde conocen a Klaus y a su novia de siempre, Astrid (Sheryl Lee), fotógrafa, que realizará un histórico reportaje sobre la presencia del grupo en Alemania. Entre ésta y Stu surge un apasionado idilio que lleva al bajo del grupo a abandonar su puesto, que ocupa Paul, a dedicarse a la pintura (su pasión de siempre) y a quedarse junto a Astrid. El grupo continuará adelante en busca de la fama.
La música, que incluye numerosas canciones del grupo, corre a cargo de un acertado y más que correcto Don Was. La fotografía recoge la emoción de las primeras actuaciones en directo del grupo en locales cerrados, a la que añade perspectivas exteriores, trabajadas con gran sentido de la pulcritud y de la estética. La película constituye un testimonio del inicio de los Beatles, con especial referencia a Stu , llamado el quinto beatle . Añade, además, un retrato de los jóvenes de los primeros años 60 y de su música. No evita las referencias al consumo de anfetas y alcohol, a la sordidez de los locales marginales de Hamburgo y Liverpool y a los profundos cambios sociales que arraigan entre la juventud nacida en la Postguerra. Se deleita rindiendo tributo de homenaje a Jean Cocteau ( Les enfants terribles ) y François Truffaut ( Los cuatrocientos golpes , de 1959), cineastas de la nouvelle vague , y a la actriz Brigitte Bardot, mito erótico de la época.
Película realizada con corrección, realismo y sinceridad, que se ve y se oye con placer.
Interesante recreación de los primeros balbuceos de la mítica banda y de la historia del quinto beatle, Stuart Sutcliffe. Rodada con notable acierto estético y con una banda sonora plagada de excelentes canciones, Backbeat se centra en la estancia de los Beatles en Hamburgo, donde pierden los dientes de leche, cuando todavía no habían sustituido los tupés y las chupas de cuero por las parkas y los flequillos. Cuando se divertían aullando buen rock&roll vacío y hedonista, en lugar de lanzar trasnochadas soflamas lisérgicas con cara de honda contrición. Cuando John Lennon era un cínico anarcoide y no un eslogan con gafas de abuela.
La trama gira en torno al personaje que interpreta Stephen Dorff, un Stuart Suttcliffe un tanto idealizado, y su relación con Astrid Kirchherr, una Twiggy curvilínea que lo arrastra al reverso tenebroso de lo beatnik para bien del pop y de un Paul McCartney celosón y cascarrabias.
Destacan, además de la magnífica banda sonora antes citada, al ritmo ágil y desenfadado con que discurre la película, las frescas interpretaciones del joven reparto y el parecido, asombroso en el caso de Gary Backewell y su McCartney, entre los actores y los universalmente famosos personajes a los que ponen rostro.
Vale que los actores secundarios sean bastante penosos, vale que la sangre de mentira sea muy cutre y que a la mayoría de los Beatles se los pasan por el forro, pero no veo por qué se le tiene tantísima manía a esta película en la que la interpretación de Dorff es prácticamente impecable (ver spoilers) y en la que tenemos a Ian Hart, sí, sí, al po-po-pobre y tartamudo profesor Quirrell enseñándonos, no sin talento, lo violento, alterado y rarete (pero brillante) que era John Lennon en sus comienzos. No se me ocurre mucho más que decir, pero me alegra muchísimo haber visto esta película y creo que, aunque su fidelidad historica sea cuestionable en algunos aspectos, en otros es la mejor biografía audiovisual (y creo que la única) que los fans de los Beatles encontrarán de los días en Hamburgo y que no deberían dejar de verla.
Oh, y una cosa más: El primer plano de el McCartney de la película me dejó muerta. Era igualito.
De sobra es conocida por la mayoría la historia de un cuarteto de jóvenes humildes de Liverpool que agitaron el mundo en los años 60 con un pop-rock genial.
Esta película deja de lado esos años y esas anécdotas para centrarse en un personaje menos conocido pero muy importante en los Beatles: Stu Sutcliffe, gran amigo de John Lennon y brillante pintor que tocó en el grupo durante una temporada a pesar de sus limitadas cualidades para lo musical.
Al margen de errores temporales y la mala descripción de algunos personajes, como la primera mujer de Lennon o el mismo Paul McCartney, en esta película destaca Stephen Dorff en el papel de Sutcliffe, genio incomprendido que dejó pasar el tren de uno de los mejores grupos de la historia por la mujer a la que amaba.
Es difícil hacer la crítica de una película que narra los inicios de un grupo musical que ha marcado tu vida (y nací en el 86, así que de la época no soy). Backbeat relata los inicios de la banda musical más grande de todos los tiempos.
Iain Softley debuta en la dirección contando el principio del grupo que marcó su niñez y lo hace huyendo del formato documental. Sin embargo, se las apaña para retratar bien a la sociedad de la época utilizando como armas imágenes televisivas y la relación de los personajes entre sí, desde los protagonistas hasta los que aparecen unos pocos segundos. El mayor acierto de Softley está en unas escenas musicales trabajadísimas en las que la iluminación y la soberbia fotografía se funden con temas de la época más rockera de los de Liverpool. La actuación tras consumir drogas, con el notable cambio que experimentan sobre el escenario, está filmada con el mismo nervio con el que está interpretada y la caracterización, pálida y con el pelo mojado, contribuye de sobremanera a una ambientación ya de por sí, como digo, realmente buena. Pese a que esa sea una gran escena, me quedo con el Please, Mr. Postman, en el qe Softley convierte al ya cuarteto en estrellas con una sola canción, apoyándose en planos que nos muestran al público y que, a la postre, tan característicos se convirtieron en todas las actuaciones de The Beatles y que han llegado hasta nuestros días contaminándose poco a poco hasta ver haciendo cola a dos chicas, una con Andy escrito en la frente y la otra igual con Lucas .
Stephen Dorff, jovencísimo, está a un nivel altísimo interpretando al que Iain Softley decide poner como protagonista de la película, un Stuart Sutcliffe que nos dejó demasiado pronto y se llevó con él la respuesta de hasta dónde podría haber llegado su talento con la pintura, del que hablan maravillas. Ian Hart, con casi 30 años pero una apariencia juvenil, interpreta al Lennon más bipolar, el que podía unir y desunir, y lo hace de maravilla, además de aprovechar cierto parecido que se potencia con una muy buena caracterización. Gary Backewell se parece un huevo a McCartney. Se le nota a 20 km que el tío no es actor, pues le cuesta utilizar el lenguaje corporal, pero tampoco desentona ni se hace molesto en pantalla y, sea dicho, está muy bien en las escenas musicales. Sheryl Lee realiza un trabajo realmente frío, más incluso qu su personaje. Icono televisivo de unos 90 que no requerían demasiado talento (parece que no hemos cambiado tanto), pasea ojazos y sonrisa… y poco más.
Resumiendo, que es gerundio: Rock & Roll Music, Twist and Shout, Long Tall Sally o Cmon Everybody forman parte de la banda sonora de esta película que retrata una de las caras menos conocidas de The Beatles, sus inicios, permitiéndose ciertas licencias. Tras los hechos que nos narra Softley, llegó el boom con I Want to Hold Your Hand y, el resto, como suele decirse, es historia.