Autómata
Sinopsis de la película
Año 2044. El aumento de las tormentas solares ha convertido la superficie de la Tierra en un desierto radioactivo, reduciendo la población humana a 21 millones de personas. Jacq Vaucan (Antonio Banderas), un agente de seguros de una compañía de robótica, investiga un caso aparentemente rutinario cuando descubre algo que podría tener consecuencias decisivas para el futuro de la humanidad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Autómata
- Año: 2014
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
4.8
94 valoraciones en total
Lo siento, lo he intentado de corazón. Me encanta la sci-fi, desearía que el cine español investigase nuevos caminos y dejase de repetirse una y otra vez, me cae bien Banderas, me simpatizan las propuestas hechas con poca pasta y muchas ganas, Me gusta ver cosas nuevas, apoyo a los jóvenes emprendedores, pero…
Pero no puedo engañarme a mi mismo. Autómata es una película bastante mala. Seguramente la han hecho con mucha ilusión y pocos medios, pero el resultado es, como decirlo suavemente, un calco cutre de unas cuantas películas clásicas de sci-fi. De hecho, si le quitas todo lo que han fusilado directamente de Blade Runner y Yo, Robot no te queda mucho más que la cabeza rapada de Antonio Banderas.
Si no tienes dinero, ponle imaginación. O al menos intenta darle un enfoque distinto. Pero es que todo, absolutamente todo, está copiado a pelo y con descaro de esas dos pelis. Ibañez y sus guionistas, decoradores, y encargados de efectos especiales no se mueven un pelo de los originales. Incluso los robots son tan idénticos en su diseño a las unidades primitivas de Yo, robot que si no los demandan será porque ni siquiera sabrán que existe esta película.
Y después están las incongruencias de un futuro con buscas y cabinas de teléfono. De apartamentos sin luces propias, de unas unidades-dirigibles que provocan lluvia radioactiva simplemente para que el que hace de Deckard pueda imitar mejor a Harrison Ford, etc etc,..
Lo siento, mi corazón me pide apoyar a este humilde intento. Pero mi razón me dice que un truño es un truño, lo firme quien lo firme.
Y mención aparte merece que todos los diseñadores de todas las películas de acción y sci-fi de los últimos diez años hayan decidido que los malos tienen que usar gabardinas largas.
Aunque anden por un abrasador desierto radioactivo. La madre que los parió.
Es una película a su modo tierna y humilde. Sin un gran presupuesto logra ponerte en un futuro creíble y clásico al mismo tiempo. También logra que consigas preocuparte por los sentimientos y el destino de unas máquinas que no esconden su condición.
La Ciencia Ficción tiene ese encanto de tratar temas profundos de forma muy superficial, muy de andar por casa. Puede parecer éste un defecto, una banalización de lo importante, pero creo que es una virtud, pues pone en un lenguaje fácilmente comprensible asuntos que a todos nos interesan.
Antonio Banderas no es Deckar no, ni de lejos, pero se defiende bastante bien en un papel nada fácil, con evoluciones y matices. Recuerdo yo al Antonio Banderas de Entrevista con el Vampiro y me alegro de verlo acá, perdido y encontrándose al mismo tiempo.
Autómata es una película sobre el pasado, no sobre el futuro, sobre un pasado de ciencia ficción cándida, con dilemas morales de brocha gorda y robots que le enseñan al humano lo que significa ser humano. Así hay que verla y disfrutarla.
Después del rapapolvo de críticas sufrido en el festival de San Sebastián, popularmente se está tendiendo a infravalorar sistemáticamente a Autómata , cuando su único crimen no es ser una mala película, sino no ser una buena. (Como si es que buenas películas hubiese todos los días…)
Destacar los fallos de la cinta es algo fácil y rápido de comentar por el espectador desde que se encuentra a un Banderas sobreactuado pegando vengalazos por el desierto. Su insolvente guión es otro de los blancos para más dianas, es obvio.
Sin embargo he visto dedicar menos tiempo a destacar sus cualidades, donde modestamente opino que de entrada vemos una de las mejores fotografías del cine español, que junto con las localizaciones, montaje y buen uso de la música, hace que la factura técnica sólo pueda catalogarse de excelente en una producción de 5 millones € (presupuesto según el propio Banderas). Falto de originalidad estética posiblemente, pero gran trabajo visual.
Además el film tiende por momentos, especialmente en su primera hora, a situarse en un tono minimalista que particularmente a mi me ha resultado muy atractivo y a un ritmo muy acertado, sin duda es cuando mejor funciona Autómata . El problema viene al trasladar la acción al desierto, la aparición del grupo salvaje y su tercer acto que es demencial.
Una curiosidad es que Javier Bardem aparece en los créditos finales como Blue Robot (voz), cosa que yo personalmente no he caído en apreciar en su visionado.
La ciencia ficción es un género difícil de desarrollar en España por dos razones diferentes. La primera razón es cultural: la sci-fi en cualquiera de sus subtipos no tiene una tradición sólida en nuestro país si no es combinada con la comedia, como en el caso de Acción Mutante, o, en su caso, utilizada como mera ambientación para contextualizar alguna reflexión del director (Los Últimos Días). La segunda razón es presupuestaria: la ciencia ficción es un género caro y España no es precisamente Hollywood: aquí tanto las productoras como las administraciones están mucho más limitadas económicamente y eso en la práctica acerca el resultado más a la serie B que a las grandes superproducciones estadounidenses. Es por eso mismo por lo que siempre miro con buenos ojos la valentía de creadores que, como Gabe Ibáñez, deciden romper con la tradición cinematográfica de nuestro país, mucho más cómoda con el costumbrismo azconiano que con los replicantes de Blade Runner, y ofrecer una nueva propuesta. Sin embargo, de la buena intención a la ejecución exitosa de la idea hay un largo camino lleno de obstáculos que el cineasta debe solventar con éxito si quiere que su película sea reconocida. En este caso no ha sido así por las razones que expondré a continuación, e imagino que muchos de vosotros compartiréis mi opinión.
En primer lugar la pobreza del guión, después de un primer acto interesante, se deja notar conforme avanza la trama.La historia es la siguiente: Antonio Banderas interpreta a un vendedor al servicio de una compañía de seguros que ha monopolizado la venta de robots doméstico-laborales, robots que han sustituido la mano de obra humana en un planeta semideshabitado y post-apocalíptico. La razón por la que la compañía ROC ostenta el monopolio del mercado de la Inteligencia Artificial no es otra que asegurar la lealtad de los robots a la especie humana a través del sometimiento obligatorio de todos sus productos a dos de las leyes de la robótica de Isaac Asimov, es decir: los robots no pueden matar a un ser vivo y los robots no pueden mejorarse a sí mismos . Sin embargo, en un momento determinado, algunos robots empiezan a aplicarse reparaciones a medida, lo que vaticina que los protocolos de seguridad han sido quebrantados y que los robots van a evolucionar exponencialmente hasta convertirse en la forma de vida dominante. Al margen de que, como en toda película neo-noir que intente serlo, la aseguradora funcione más como una especie de subcuerpo policial armado que como una compañía de seguros de verdad, el planteamiento de la película es sugerente, pero el guión pierde solidez en cuanto se atisban las grandes preguntas, que ni se plantean ni se contestan, y lo que podría haber sido una película maravillosa sobre cómo el ser humano reflexiona sobre su extinción termina siendo solo una breve declaración de intenciones.
En segundo lugar la relativa falta de presupuesto es más que evidente. Digo relativa porque, a pesar de contar con un presupuesto muy superior al filme español medio (cinco millones de euros), esa cantidad no basta para llevar a término lo que se había planteado el director. Es cierto que se puede hacer buen cine de ciencia ficción con una producción pequeña, como lo hizo Tarkovsky con sus dos obras maestras (Solaris y Stalker), pero para eso hay que bajarse del carro de los hologramas y del neón y pasarse al de los diálogos. Gabe Ibáñez aquí opta por algo intermedio y solo le sale bien a medias, y es que mientras la primera parte de la película es muy competitiva técnicamente, a partir de la media hora cambian los focos, la iluminación se atenúa y la acción sustituye el escenario cyberpunk de la ciudad por un descampado sosísimo. Tal vez se habría podido remediar este tipo de carencias recurriendo más a la insinuación que a la exhibición directa de decorados, pero en cualquier caso al final uno tiene la sensación de estar viendo más una película de directa a DVD que otra cosa. Por todo esto opino que Autómata tiene sus luces (más bien pocas y muy concentradas en la puesta en escena) y sus sombras, pero posiblemente habría ayudado a mejorar el resultado final otro reparto. A mí me gusta mucho Antonio Banderas, que además del protagonista es uno de los coproductores de la cinta, pero no he terminado de creerme su papel. Y es una lástima porque él ha admitido en numerosas ruedas de prensa que estaba encantado con su personaje y que el proyecto le entusiasmó desde el primer momento. Sin embargo no ha sido capaz, con independencia de su talento profesional, de transmitirme todo lo que me habría gustado encontrar en Jacq Vaucan. Y me da pena porque como he dicho profeso un gran afecto por nuestro actor más internacional, pero las cosas como son.
En definitiva, Autómata propone mucho y se queda solo en eso: en una simple propuesta. Tal vez siente un precedente en nuestro cine, pero hoy por hoy solo se la recomendaría a un espectador que quiera pasar un rato entretenido sin muchas pretensiones o a un amante de la ciencia ficción deseoso de cazar cameos a Blade Runner (la mujer de Banderas en la peli se llama Rachel), Yo, Robot, etc. Un cuatro (regular). No le pondría menos, pero tampoco más.
Cuanto postureo, cuanta tontería. O sea que Her es un peliculón, y esto un truño apestoso. Qué bofetada os metía. Ni un triste aprobado. Pero cuándo se ha llenado el mundo de gilipollas.
Supongo que ha sido un goteo constante. Vamos a ver. Autómata es una película imprescindible para el amante de la ciencia ficción, y simplemente una buena película para los demás. Tiene sus fallos, por supuesto, pero como vosotros, inmisericordes estúpidos bastardos, la hundís en el suspenso, pues yo le voy a meter un inmerecido 10. Porque me da la gana y porque yo lo valgo.
Pero la película. Autómata nos presenta un escenario más que correcto, asfixiante, en el que la humanidad ha quedado reducida a una sombra de lo que fue. Y no ha sido por no reciclar, echarle demasiado pan a los patos, ni nada por el estilo. Y esa es una de las claves de la película.
Los efectos son correctos, la película cumple en crear ambiente tanto como Oblivion, por ejemplo (lo que no es poco, ni mucho menos), con la salvedad de que aquí no nos encontramos con agujeros de guión del tamaño del iceberg que hundió el Titanic, aunque algunos tenga.
Porque precisamente, y con sus errores, la ambientación y el guión son las partes más fuertes de una película que quizá va perdiendo gas conforme se acerca al final. Otra vez demasiado metraje, me parece. Pero hay mucha tela, sobre todo rondando a por qué nadie ha podido romper el segundo protocolo de los robots. O esa mezcla de tecnología futurista y retro, provocada por la involución de la humanidad.
En fin. Que si te gusta la ciencia ficción y dices que esta película es una mierda, te recomiendo que te vayas a cagar. Ahora mismo. Si no te gusta la ciencia ficción, entonces por qué no estás viendo Mujercitas o alguna chorrada de súper héroes súper imbéciles a la que luego le cascarás un 7 o un 8, en lugar de viendo Autómata.
Ay, señor. Llévame pronto. Insisto: si te gusta la ciencia ficción, míratela. Algunos idiotas te dirán que no es Blade Runner. Joder, se habrán quedado calvos. Quién coño le llega a la suela de las botas a Blade Runner.