Así habla el amor
Sinopsis de la película
Minnie Moore trabaja en un museo y vive con un hombre que la maltrata. Seymour Moskowitz es un viejo beatnick aparcacoches que no encuentra su lugar en el mundo. No tienen nada en común, excepto su soledad. Se conocen en un parking, cuando Moskowitz defiende a Minnie de la agresión de su acompañante. A pesar de sus diferencias y su amargura, descubren la gran necesidad que tienen el uno del otro.
Detalles de la película
- Titulo Original: Minnie and Moskowitz
- Año: 1971
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
7.3
35 valoraciones en total
Los opuestos se atraen, querida Minnie Moore, pero a veces se solapan en vez de completarse. Tu historia (te interpreta como siempre inconmensurable Gena Rowlands) es un filme de diferencias: sociales, culturales (eres tan sofisticada, culta pero tan idiota en temas románticos que te la dan doblada o en toda la cara). Él, en cambio, (hablo de Seymour Moskowitz) es simple y básico, directo, al fin y al cabo. Nada que ver con tu ideal de hombre, ese que ves junta a tu amiga en todas esas películas.
¡Oh! esa locura del amor, de la vergüenza que nos puede hacer sentir a veces, cuando, por ejemplo, te tapas, reina mora, con esas enormes gafas emulando a King África (algo que sucede a cada momento, por cierto, del metraje de tu película). Y esos trompos y giros de la ‘fragoneta’ de tu ¿novio? Bueno, no desvelo a tus espectadores, nada de lo que sucede en tu historia, que podría resumir como lo práctico y físico frente a lo emocional.
La película a nivel cinematográfico es todo un señor churro pero como es de Cassavetes le subiré la nota… y ese final (del que no desvelo nada y que no merece ser contado ni en un spoiler) que queda tan sinceramente mal en todo el conjunto y filmografía del marido de la mujer que te interpreta.
Te cuento todo esto Minnie porque al igual que tu vivías en un mundo idealizado por Hollywood y esos hombres perfectos yo también vivo en ese mundo de hombres idelizados. Al final mi destino ha sido encontrar a un hombre simples y básico como tu Seymour.
Fdo. Carla Bruni
Nos encontramos con el film más directo de John Cassavetes como director, ( Big Troubles es una comedia donde apenas se ve el toque de dicho cineasta ).
Aunque la típica coctelera de Cassavetes, aquí funciona a ratos, ( Pasión, conversaciones extremas, stress en resumidas cuentas…. ), la sensación que impregna toda la película es de una cierta liviandad. John Cassavetes apuesta desde dos personajes con muchos puntos de personalidad distantes, ( solo hay que ver lo arraigados que estan en su status social ), por el amor.
Sí la física dice que polos opuestos se atraen, el guión de Cassavetes hace que se cumpla dicha ley.
En general , la película es más agradable de ver que otros títulos de dicho director más fuertes y duros en su desarrollo y exposición , como Husbands ó Una mujer bajo la influencia , por citar solo 2. El guión aquí está más redondo y la narrativa es más lineal.
Las interpretaciones estan muy bien perfiladas, Seymour Cassel y Gena Rowlands hacen 2 buenos registros.
Poco más que añadir, simplemente intentar dejarse atrapar y envolver por esta cuasi-deliciosa cinta.
Un saludo, Efelson.
No somos más que un cúmulo de experiencias rumbo a ninguna parte y el amor no es como lo presentan en las grandes producciones de Hollywood. Nunca aparecerá ningún Charles Boyer, un Bogart, dice Minnie, borracha hasta las trancas, el cine nos condiciona y no podemos escapar de su influjo. Nos miente. La vida no es así.
Nunca aparecerá una Rowlands en mi vida.
Esta es la historia de dos personas opuestas que terminan por complementarse tras múltiples colisiones, cuando se dan cuenta de que el amor no aparece en los lugares comunes, sino que se esconde tras el esfuerzo que supone asimilar las diferencias del otro. Al fin y al cabo, en palabras de Cassavetes, esta película es un cuento de hadas dedicado a todas las personas que se casaron con quien no debieron hacerlo.
Una comedia romántica. En las manos del director de Faces. Imagínense. Pura forma cassavetiana fusionada con el espíritu del slapstick delineando un conjunto de personajes únicos, a base de incisivos ataques, desgarradoras conversaciones y delirantes situaciones. Así, la ligereza inicial de una cita a ciegas acaba convirtiéndose en un crudo y grotesco monólogo que desvela al espectador las mismas entrañas de un personaje (curiosamente secundario) que, en su patetismo, acaba cobrando una entidad impropia de un personaje de tan poca importancia. Y así con todos. Cassavetes puebla su obra de pequeños personajes que terminan siendo enormes, por poco que sea el metraje que se les dedique. Esto no sólo se debe a su mano para retratarlos, sino también a las tablas que demuestra el elenco elegido, encabezado por su mujer Gena Rowlands y Seymour Cassel.
Uno de los mitos a derribar ligados al cine independiente es el de la supuesta improvisación perpetua que se le asocia, bien sea a nivel de guion o de trabajo de actores. Cassavetes, actor además de director, entiende todos los dilemas y neuras que pueblan la mente de un actor a la hora de abordar un personaje, y les permite explotarlos con una libertad que en ocasiones puede llegar a hacer peligrar la integridad del film (un ejemplo sería Husbands), pero siempre con un guion sólido en el que respaldarse. No es un viva la virgen.
Esta confianza ciega en sus actores y, de un mismo modo, en los personajes que representan resulta a la vez virtud y lastra, convirtiendo a la película en una de esas grandes obras que destacan no a pesar de, sino gracias a su irregularidad.
Y bueno, ayer di carpetazo con tristeza a mi ciclo Cassavetes repasando esta pequeña joya, seguramente la película más modesta que filmó al margen de los estudios.
A excepción de Faces, que he de admitir con amargo escozor que se me vino un poco abajo en esta revisión, cosa que no me sorprende al pensar lo mitificadísima que la tenía y que no la había vuelto a ver desde la primera vez, 14 Years hace ya, y de Love Streams, que vi por primera vez recientemente, todas y cada una de las películas de su buena época han subido un escalafón en mi ranking personal. Y ésta no ha supuesto la excepción. Aquí Cassavetes saca a pasear como en ninguna de sus obras ese romanticismo de doble filo que tan bien manejaba, adoptando también un ritmo narrativo más ágil, para facturar lo que sería una comedia romántica a la Cassavetes. Gena Rowlands, la gran Gena Rowlands, a parte de estar tan impresionante como de costumbre, también luce especialmente bella, y Seymour Cassel, con ese delicioso look de cuarto hermano de los Freak Brothers, brilla también con luz propia. Ambos dos conforman una de las parejas más arrebatadora y desesperadamente románticas que recuerdo. Una delicia de película.
Qué bonito fue mientras duró.
Hasta pronto, Cassavetes.
En esta película Moscowitz es un hombre perdido, de pocos modales, que hace lo que puede y un día se cruza con Minnie, empleada de un museo, abandonada cruelmente por su amante, culta, hermosa y elegante como sólo Gena puede serlo.
Excelentes actuaciones y un guión precioso con diálogos diminutos y deliciosos.
Durante toda la película vemos como estos dos opuestos se atraen y se repelan constantemente y se recriminan el no tener nada en común, pero el espectador sabe que sí, hay algo, los dos aman las películas de Bogart y nos desesperamos, dan ganas de gritárselos, pero no es necesario, porque así habla el amor de Minnie y Moscowitz.