Appaloosa
Sinopsis de la película
En 1882, en Nuevo México, el sheriff Virgil Cole (Ed Harris) y su socio Everett Hitch (Viggo Mortensen) reciben el encargo de pacificar Appaloosa, una ciudad sin ley que vive de las minas y que está dominada por Randall Bragg (Jeremy Irons), un despiadado y poderoso ranchero. Pero la llegada de Allison French (Renée Zellweger), una atractiva viuda, amenaza con destruir la larga amistad entre Virgil y Everett.
Detalles de la película
- Titulo Original: Appaloosa
- Año: 2008
- Duración: 107
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6.3
35 valoraciones en total
Cuando vi levantarse del sofá a mi padre y dejarme solo ante el peligro me acojoné. Después me espetó un: Vaya mierda de película que has puesto .
Es la primera vez que lo hace y mira que el hombre ha visto westerns, comedias, dramas y eso no, pero westerns…
Y me imagino a Ed diciéndole a Jeremy que qué tenía que hacer para que saliera en su nueva peli, que si hiciera falta hasta se la comía y todo. Y con el sí de Jeremy, Ed y Viggo se fueron de vacaciones a tirarse a la Zellweger, que cada día esta peor, sino no me explico como actúa, se ve que tanto adelgazar desde el diario ese le ha venido fatal a su cabeza.
Los tres personajes principales son a cada cual peor. Actuaciones penosas, guión horrendo y diálogos penosos con demasiados tópicos. Volviendo al guión, es tan malo que no te sorprende nada de lo que pasa, todo es previsible, todo es barato… buah.
Mención aparte para la banda sonora que es de lo percito, sino lo peor, que he escuchado en mucho tiempo. Ni conecta, ni transmite. A veces, digna de una comedia.
Lo más sonrojante son sus fallidos intentos de parecerse a Dos hombres y un destino. Ed en el papel de Paul, Viggo en el papel de Robert( los dos con bigote pero Viggo con perilla, en plan original) y Renée en el papel de Katharine. En vez de ser bandidos aquí son sherifs y la otra en vez de ser una chavalita que se siente atraída por dos hombres es un putón verbenero de agárrate y no te menees. Después de ver a la Zellweger en un western no me sorprendería ver a Morgan Freeman en una porno. Lo consideraría poco sorpresivo.
De verdad, es que no entiendo nada.
¿Cual es la palabra que estoy buscando, cual…? La palabra que estoy buscando es brillante.
Ed Harris recupera la compostura del género de géneros huyendo del nuevo western, obtuso y a menudo sobrevalorado, y aunque no dogmatiza resuelve instintivamente los hechos que aquí acontecen, aportando su grano de arena que en algunos instantes se asemeja a un peñón. Por tanto, sería un error hablar aquí de más de lo mismo. Los personajes, dibujados secamente, vibran con sus acciones y no son la comparsa de ningún guión. Son vitales, están vivos y trasladan fácilmente al espectador sus emociones. Por otro lado, el tratamiento de los giros y la consecución de éstos agranda más si cabe los minutos pasados delante de la gran pantalla. Los guiños (que los hay) ni molestan ni sobran y Appaloosa por sí misma nos relata una bella historia en la que todos los ¿ tópicos ? del cine de vaqueros cobran una vida distinta, refrescante, embriagadora… narrando en imágenes una fuerza y una vitalidad de la que disfruta por todos y cada uno de los que se han embarcado en este viaje se han obstinado en otorgarle. Ya durante el primer minuto de la película el cine se quedó mudo, y conseguirlo filmando un western en el 2008 sigue siendo una genialidad.
La química entre Viggo Mortensen y Ed Harris es absoluta. Lo ayuda la inteligente habilidad del director para compartir un único plano con su amigo durante la mayor parte de la obra. Miradas infinitas llenas de calor. Renée Zellweger encarna la frescura y lo voluble, contrastando de manera abierta y sin disimulos con la torpeza y el rigor de sus acompañantes. Cuando un western no pierde la identidad y además añade con habilidad trazas de suspense y humor… te hace disfrutar. Y cuando el malo es un cínico y se llama Jeremy Irons nada de lo que pueda ocurrir te importará porque estarás servido por ambos bandos.
Los duelos, los amaneceres, las sillas, los sombreros (benditos sombreros), los indios, el final… son obra y gracia del señor Ed Harris, un hombre con la inteligencia suficiente para no estafar al espectador y no defraudar a los que nos lo pasamos pipa cuando el western se viste de lo que realmente es, es decir, de un espectáculo llamado Cine. Argumentar sobre tópicos en esta película es ignorar los caminos que antes que Ed, tomaron muchas celebridades para aupar este género al más alto rango cinematográfico. No se la pierdan, sus diálogos, su ritmo y su pasión merecen mucho la pena. Palabra de honor.
…sí western, hace mucho tiempo que nos conocemos, y hoy has saldado la cuenta que tenías pendiente. Gracias.
Parece ser que el público está sediento de westerns y que los estrenos de este género en la gran pantalla se celebran a lo grande. Parece ser que hay tantas ganas de ver westerns modernos que a cualquier película ambientada en el lejano oeste se la califica como sucesora de Sin Perdón .
Appaloosa parece muchas cosas que no son. Appaloosa no es un gran western, y está tan lejos de serlo que incluso me da lástima. No hace mucho que se estrenó otro western, El tren de las 3:10 de James Mangold, este sí era un gran western, sin embargo el de Ed Harris es una mediocre historia con un puñado de personajes a medio perfilar.
Ed Harris interpreta al sheriff Virgil Cole, de él sabemos que es un gran pistolero y que no suele encontrar las palabras adecuadas para expresarse, además sólo ha estado con prostitutas e indias. Su socio Everett Hitch (Viggo Mortensen) acompaña a Virgil como su mano derecha y se encarga de guardarle la espalda y velar por su seguridad. El villano es el ranchero, Randall Bragg (Jeremy Irons), de él sabemos que no tiene mucho aprecio por la ley. Y para completar la ecuación tenemos a Allison French (Renée Zellweger), una mujer educada que necesita a un hombre dominante a su lado.
Con estos ingredientes se podía haber realizado un buen film, pero a la película y a los personajes les falta carácter. Virgil Cole tiene una personalidad incompleta y poco desarrollada, a veces es un niño, a veces una bestia. ¿Por qué esa falta de vocabulario, por qué permite que Alli se burle de él? Virgil no está definido. El personaje de Everett Hitch me gusta, es sencillo y dispara cuando toca, le es fiel a su amigo hasta el final. Lo que no entiendo es la estúpida voz en off que pone al principio y al final del film. Randall Bragg es el peor villano que recuerdo haber visto en un western. Por otro lado me ha gustado el personaje de Alison French, su necesidad de estar con el macho dominante y su promiscuidad, el problema ha sido Renée Zellweger ya que ha estado desacertada.
Appaloosa no convence, además la veo demasiado limpia, incluso el polvo de desierto no era molesto. Ed Harris no le ha impreso a su película el carácter y la mala leche que un gran western debe tener. Aún así se agradece el intento ya que son muy pocos los films del género que han llegado en los últimos años a la cartelera.
Con un par de disparos. Así es como se resolvían las cosas en el viejo oeste. Disparos secos y raudos, secundados por tipos que no dudaban ni un segundo en desenfundar, si era menester. Y aunque Appaloosa nos cuente la historia de un tipo con principios, uno de esos sujeto a sus propias leyes, y sólo preparado para desenfundar cuando fuese necesario, también logra transportarnos a ese oeste rudo, intenso, bucólico. Ese oeste donde los tiroteos se sucedían con una rapidez inaudita, en los que no había cuartel, y todo se desenvolvía con agilidad, pero con la aspereza de un terreno tan árido como las mismas miradas y los propios gestos de los que empuñaban las armas, y tiraban a dar, las veces que fuese necesario. Un tiro, otro, otro y otro más. Y punto a parte.
Con un par de cojones, como Ed Harris, en su Appaloosa , como un tipo que tiene los suficientes redaños para iniciar un western con ese cauce cómico, para otorgarle otro peso, otro cariz, y sonsacar la sonrisa del espectador más cauto para, acto seguido, continuar con esa relación tan sana, tan entrañable, continuar con ese personaje secundario (Zellweger) que, en otra situación habría resultado un estorbo, y aquí sirve para madurar una obra, para que sus protagonistas empuñen diálogos firmes y sorprendentes sobre el paso de dos rudos tipos por temas como la soledad propia o el intransferible camino a tomar. Temas que muy pocos se habrían atrevido a, si quiera, insinuar.
Con un par de actorazos, como Ed, como Viggo. Uno que a su edad sigue estando en forma, y da veracidad, pulso y una templanza absolutamente portentosa a su caracterización, y lo logra sin apenas despeinarse, sin necesidad de radicalizaciones de ningún tipo. Otro que ha salido a la palestra tras años y años de anonimato, de secundarios que eran como granos de arena minúsculos para construir un montículo que le ha llevado a estar entre los mejores, allí donde merece estar, y con serenidad y estilo nos da las guías para otro personaje leal, serio y honesto como pocos.
Y secundados por Jeremy Irons, por si fuera poco.
(Sigue en el Spoiler)
La ‘voz en off’ que inicia y ultima Appaloosa constata un dato irrebatible: el verdadero protagonista de la peli no es Virgil Cole (Ed Harris), sino Everett Hitch (Viggo Mortensen).
No os esforcéis, por consiguiente, en pretender desentrañar -y mucho menos, comprender- el perfil psicológico de Virgil Cole. Jamás podréis elucidar su comportamiento, sus reacciones. Porque nadie empatiza con los mitos. Y mucho menos con mitos violentos, caprichosos, histriónicos… Mitos sin sentimientos. Mitos desarraigados, cansados de ir dando tumbos por ahí. ‘Pacificando’, a su manera, ese ancestral y salvaje far west que tantas y tan legendarias historias ha enmarcado para deleite y satisfacción de todos los que nos consideramos adeptos a un género herido de muerte. Agonizante. Pero vivo aún. Appaloosa y Harris así me lo han corroborado.
El relevo generacional, sin embargo, ha llegado. Virgil apura sus últimos días como ‘macho dominante’ y sabe que debe cumplir una última misión antes de ‘jubilarse’ al lado de una simpática zorrona. Pero antes debe cederle el testigo a Everett. Su fiel Everett. Tal vez el único personaje con el que podremos identificarnos en Appaloosa. El único que tiene sentimientos.
La suerte está echada. Acabemos lo que habíamos dejado a medias y partamos. Cojamos nuestra montura y dejemos que el crepúsculo recorte nuestra silueta en el horizonte. Porque, por fin, somos libres.
Hasta siempre, Virgil.