All Superheroes Must Die
Sinopsis de la película
La película sigue a cuatro superhéroes enmascarados: Charge (Jason Trost), Cutthroat (Lucas Till), The Wall (Lee Valmassy) y Shadow (Sophie Merkley), quienes se ven despojados de sus poderes por su archienemigo (James Remar), a quien derrotaron años antes… o al menos eso pensaban. Cuando el villano pone a prueba a los héroes a través de una serie de brutales desafíos que son prácticamente imposibles de superar, tendrán que luchara contra el reloj, e incluso en uno contra el otro, en una carrera por evitar lo que podría significar la destrucción total. ¿Prevalecerán los superhéroes o se verán condenados a la desaparición y a ser simples seres humanos?
Detalles de la película
- Titulo Original: All Superheroes Must Die (Vs)
- Año: 2011
- Duración: 77
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Opinión de la crítica
3.4
20 valoraciones en total
Con unos medios más propios de una fan movie que de una producción independiente, All superhéroes must die relata la aciaga noche de cuatro jóvenes con poderes que deben cumplir una serie de desafíos -letales para ellos – a cambio de salvar la vida de inocentes. Su referencia cinematográfica evidente es Saw , estamos frente a jóvenes cineastas que parece ser no han bebido de clásicos de este tipo de cine como pueden ser Walter Hill o John Carpenter. Ni se les huele. Así que la película transita por unos diálogos de pena, unas actuaciones de ídem – con excepción de James Remar, tan sobreactuado que parece una versión bastarda del Joker – y una realización del montón.
Hay que reconocer que con ningún medio, Trost sabe sacar adelante esta modestísima producción: rueda de noche en un barrio de una pequeña ciudad, sin necesidad de figurantes, va de una casa a otra, generalmente tiendas, ferreterías, aserraderos, etc reales, donde no hay peleas y, por tanto, no rompen nada, las explosiones no se ven, tan solo se escuchan y ves sus efectos, sin cadáveres y solo algunas llamitas controladas y la única pelea-cutre a más no poder- se realiza dentro de una cama elástica con mallado, no sea que alguien se haga daño.
Los trajes son de pena, casi disfraces caseros de carnaval, recuerdan poderosamente a los superhéroes reales que, de vez en cuando, aparecen en los medios. No tiene nada que ver con Kick-Ass , no es una parodia, ni una chanza, es una película seria de superhéroes, de pretendida profundidad en el tratamiento de los personajes, pero que se queda en eso, en la pretensión. A los guionistas – los dos principales protagonistas- les faltan tablas.
¿Por qué le doy un 5? Por el esfuerzo de producción. Me parece notable sacar un producto con ínfimos medios. Y por la falta de sentido del ridículo al ofrecérnoslo. Películas de serie Z sobre superhéroes cutres hay unas cuantas – y muy malas – ésta, al menos, pretende ser algo más seria y, en cierta medida, lo consigue.
Si algo puede aprender el joven realizador Jason Trost, es que en el cine la primera impresión es muy importante, no puedes vender una película de superheroes si agarras la cortina de baño que esta en desuso y te la enfundas como capa, no puedes hacer que creas al público que son superheroes cuando de fondo cuentas algo tan ridículo, inverosímil y falta de fuerza, todavía hubiera sido mas pasable si se hubiera tratado de una clase de parodia.
Jason Trost, quien escribe, dirige y protagoniza su propia película (Qué osadía), en donde cuenta como 4 superhéroes enfrentan a un enfermizo archirival que los pone a jugar sádicas pruebas (todas iguales) imposibles de poder vencer, en resumidas cuentas el filme es Los Wachtmen encerrados en un juego del enfermizo Jigsaw pero hecho a niveles amateur de lamentable factura, sobre todo en el tema de desarrollo de personajes, no hay forma que uno sienta nada de empatía por ninguno de ellos, es mas el desarrollo de algunos (como el de la chica héroe) es tan lamentable que uno hecha porra por que el bufonesco villano de turno logre su cometido rápidamente (por cierto que hace alguien como James Remar en algo como esto), largo será el camino para Trost, un buen curso sobre Guión cinematográfico no le caería nada mal.
Todos los Héroes deben morir es un filme escaso en todos los apartados, lo peor de todo termina siendo que el enfoque de seriedad que el director le imprime, nadie en sus cinco sentidos se toma en serio esta vacilada.
Lo bueno
El soundtrack, algunos planos experimentales en la era de cine digital y que dura 80 minutos.
Lo Malo
Cine Amateur en todo su esplendor.
La historia central, el montaje, la terrible seriedad con que se toma todo.
Las Actuaciones y el enfoque de ellas, realmente lamentables.
Algunas situaciones ridículas y la verdad las secuencias que se rescatan son pocas.
All Superheroes Must Die nos demuestra que no hacen falta grandes presupuestos, ni grandes efectos especiales, ni siquiera es requerido que el actor de moda en Hollywood salga en la película. Trasciende de todos estos tópicos que hemos estado observando en las pelis de superhéroes los últimos años, y nos muestra la otra cara de este tipo de cine. Su cara más humana y a la vez la más oscura y perversa. La verdadera lucha por la supervivencia, las prioridades en la vida y la moral. Brutal, sin concesiones y rompedora. Lo mejor del cine de superhéroes nos llega desde su vertiente más independiente.
Charge, Cutthroat, The Wall y Shadow han sido bendecidos (o malditos según se mire) con poderes extraordinarios, y ellos han decido dedicar sus poderes a salvar a los débiles y necesitados. Pero como siempre, donde existe el bien también existe el mal. Y es así como empieza todo. El archienemigo de los protagonistas los ha conseguido capturar e inyectarles un liquida que les inhibe de sus poderes, aunque esto último no afecta a Charge. Su mayor enemigo les ha preparado la prueba definitiva. En medio de un pueblo abandonado hay presos 100 civiles a los cuales se les adhirió bombas controladas remotamente. Tendrán que superar una serie de pruebas creadas para que los héroes perezcan en ellas. No hay salida posible, deberán tomar las decisiones más difíciles e importantes de sus vidas para poder salir con vida de allí.
Cuando uno no cuenta con grandes presupuestos, o no logra convencer a las grandes productoras para que le financien tiene dos opciones, o te das por vencido y a otra cosa, o lo arriesgas todo y te lo montas todo tu solito. Jason Trost opta por la segunda opción, es el responsable de la dirección, guión, producción, edición y protagonista principal de la cinta, esto es pasión y darlo todo por el cine. ¿El resultado? una de las mejores y más oscuras películas de superhéroes que hayamos visto. Su ambientación oscura y realista recuerda a las Batman del genial Nolan, también juega un poco a ser Kick Ass pero en su versión más cruda y real.
Pese a sus evidentes carencias técnicas, estamos ante un film realizado con ganas y amor, y eso se nota al visionar la película, interpretaciones muy creíbles, un guión genial con un final aun mejor y sobre todo, una banda sonora sublime, la cual es obra de George Holdcroft. En cuanto a las actuaciones que comentábamos antes, destacar al mismo Jason Trost sin dudar el mejor en cuanto a su interpretación, también se nota a la legua que es el personaje más elaborado. Y también destacar la participación de dos caras conocidas de Hollywood. Lucas Till, al que pudimos ver en X-men: Primera generación y James Remar (Dexter, Django Desencadenado) en el papel de RickShaw, el malo malísimo.
Brutal, realista, cargada de una atmosfera deprimente y desesperanzadora. All Superheroes Must Die es sin duda una de las mejores películas que haya podido ver de superhéroes, realmente poco al uso y con escaso presupuesto aprueba con creces de este experimento que se mueve entre el thriller, el terror y el sci-fi. Recomendada a todos los niveles, pues a pesar de las duras críticas que ha recibido, a mí personalmente me ha maravillado. Preparados para vivir de primera mano la dura vida de unos superhéroes, los cuales sin sus poderes no dejan de ser personas como nosotros, con sus sentimientos, debilidades y defectos. Que deberán luchar a muerte para sobrevivir ellos mismos e intentar rescatar a todos los inocentes involucrados en este juego macabro.
http://www.terrorweekend.com/2013/03/all-superheroes-must-die-review.html
Su verdadera historia como héroes comienza cuando algo cae del cielo y un reducido grupo de amigos adquiere poderes. De modo que su líder decide hacer algo grande con dichos poderes: decide proteger a los inocentes. De esta forma, los cuatro se convierten en superhéroes. Pero, como ya dijo el rubio, alguien se va a enfadar con nosotros…
Y aquí es donde comienza la película. Un malo frustrado está cansado de perder siempre contra los héroes, harto de que exista alguien capaz de detener sus fechorías. Así que los captura a los cuatro (no se sabe cómo) y les inyecta algo (no se sabe el qué) para quitarles los poderes. A todos, menos al líder , que por lo visto es inmune al antídoto (no se sabe por qué).
Un psicópata resentido los secuestra, encerrando a los cuatro en una pequeña ciudad y se comunica con ellos a través de pequeños televisores para darles instrucciones. Pretende jugar con las emociones humanas y la psicología de los protagonistas, llevándolos al límite. Aunque al final, se queda a las puertas de conseguirlo de cara al espectador.
All Superheroes Must Die porque la película se convierte en la típica de uno a uno van muriendo . De modo que los cuatro héroes tienen que superar diferentes pruebas, algunas bastante ridículas, sin sus poderes extraterrestres. Y todas las pruebas finalizan de la misma manera: explosiones de humo y tripas postizas. No importan los resultados, siempre pierden porque así lo decide su verdugo.
Digamos que es una propuesta de héroe diferente, lo que no evita que sea una historia poco original. Los super-disfraces son la cosa más sencilla y hortera. La música es agradable, los escenarios resultan familiares y las actuaciones no fueron todo lo malas que podía esperarse de ellas. Pese a su calidad de imagen, los efectos eran de bajo presupuesto. Por lo menos, los diálogos le aportan un poco de vida al drama.
Sus intenciones eran buenas, pero podrían mejorarse. Ciertamente, algunas pruebas fueron ridículas. Además, no profundizaba lo suficiente en sus recuerdos, ni se regodeaba en su desesperación ante la certeza de que están perdidos. Sobre todo, se le puede criticar su poca coherencia en ciertas decisiones. Lo que sí nos regala, son un puñado de momentos agradables y un final de aplauso.
En definitiva, una historia sobre héroes que matan para sobrevivir. Porque el mal siempre pierde, pero el bien no gana siempre. All superheroes must die… pero que mueran como héroes.
El único debate que puedes mantener mientras ves la película de Jason Trost es si es terriblemente mala o muy mala. Yo finalmente me decanté por la primera opción.
Una película de lo peor que he visto en mucho tiempo. Gracias a Dios su duración te ahorra sufrimiento. Superhéroes de risa que son vencidos por tipos que gastan el lanzallamas antes de empezar a combatir, superheroínas que se dedican a no hacer nada mientras sus compañeros son apaleados y un villano con menos desparpajo que un malo de serie B ochentera.
Pero si quitamos el envoltorio de superhéroes la película sigue siendo tan ridícula y mala como no se podía esperar. El propio Jason Trost es el único que parece pelear por una interpretación decente, el resto es insoportable, con especial atención para Sophie Merkley que firma una de las peores interpretaciones para uno de los peores personajes que he visto en una pantalla. Algo ridículo que te hace posicionarte casi del lado del villano en todo momento. No se puede hacer peor.
Así que la conclusión es evidente, no se van a ganar la vida haciendo cine desde luego. Eso sí, la música está realmente bien, y creo que es lo único bueno que puedo decir de una película mala hasta hacer daño. No suelo ser tan cruel con ninguna película, pero no consigo quitarme de la cabeza un montón de razones que me hacen querer quemarla. All Superheroes Must Die me ha hecho sentirme como un psicópata, y si tengo que empezar por alguien voy a por Sophie Merkley.