Alerta misiles
Sinopsis de la película
En 1981, guiados por un exgeneral degradado de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, cuatro hombres huyen de una cárcel de Montana, ocupan una base militar y amenazan con lanzar misiles atómicos Titán contra la URSS, si el Presidente de los Estados Unidos -además de pagarles 100 millones de dólares y garantizarles la impunidad- no hace público en TV un documento secreto relativo a la guerra de Vietnam, redactado por su predecesor el presidente Nixon.
Detalles de la película
- Titulo Original: Twilights Last Gleaming aka
- Año: 1977
- Duración: 146
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Opinión de la crítica
Película
5.9
95 valoraciones en total
Solo por el tema que trata la película ya merece que le ponga un 10. Preguntémosnos qué tan lejos estaría dispuesto a llegar el gobierno norteamericano antes de admitir que la guerra de Vietnam (o alguna guerra en la que puedan estar metidos en este momento) fue innecesaria? Quizás hoy no les importe mucho que se sepa. A esta altura ya estamos acostumbrados a todo, sabemos como funcionan las cosas y aunque estemos en desacuerdo, no estamos dispuestos a hacer nada para cambiarlas. Pero imagino que en 1977 las cosas debían ser muy distintas, que en la gente debía haber otro nivel de conciencia.
Robert Aldrich debió filmar este thriller subversivo de manera independiente y con capitales alemanes, ya que pese a la importancia de su elenco ningún estudio importante se atrevió a acercarse al tema.
Una obra maestra (y maldita) de suspenso, con un empleo virtuoso de la pantalla dividida que, según mi opinión, es lo que la termina de elevar artísticamente. Un clásico del Cine de Súper Acción que merece ser salvado del olvido y difundido.
Me gustaría destacar que imitaciones más modernas de esta película como La roca , con Sean Connery, Nicolas Cage y Ed Harris, cambian el sentido del mensaje, siendo propaganda del gobierno de los EUA, con una simulación de crítica muy superficial que solo sirve de excusa para que se desarrolle la trama: como los buenos matan a los terroristas malos.
Injustamente tratada y publicitada, esta rareza del director, entre otras, de Doce del patíbulo (1967) ha sido relegada prácticamente al olvido por las distribuidoras debido a sus nada compasivos recortes, o vaya usted a saber por qué otras oscuras razones.
Aldrich sigue sus máximas de cuestionar los poderes políticos y ejecutivos. Rodada con una notoria aura de telefilme, cuenta cómo un antiguo exgeneral de la USAF (Burt Lancaster) huye junto con otros tres hombres de una prisión en Montana. Su objetivo, ocupar una base militar en cuyos silos están preparados 9 cohetes Titán, que serán lanzados hacia objetivos de la antigua URSS a menos que el presidente de los USA no haga público un documento, redactado por la administración Nixon, en el que se demuestra que la guerra de Vietnam fue un tremendo error.
El filme de Aldrich contiene, además del claro mensaje pacifista, unas teorías conspiratorias que aún hoy en día asombran por su atrevimiento. No sólo se cuestiona la actuación de los gobernantes sino su confianza respecto al pueblo, y se debate un tema, el de la infame guerra de Vietnam, que aún en 1977 supuraba en las llagas de la mayoría de los norteamericanos. El magnífico guión ofrece unos diálogos bien construidos y mejor interpretados por un elenco de actores de lujo, lo que hace más atrayente e interesante la cinta.
Aldrich, haciendo gala de un gran talento para la puesta en escena, rueda con ritmo y ofrece grandes momentos de tensión. Su técnica de la multipantalla, muy utilizada en los ’70, mostrando varias situaciones en los instantes donde la intriga lo requiere, no hace más que añadir más emoción e interés a una cinta que, si no hubiera sido tan esquilmada, sería una de las mejores obras de Aldrich.
Reivindico, por tanto, una película maltratada que merece más atención, aunque sólo sea porque contiene momentos que difícilmente se pueden ver en el cine norteamericano de hoy en día, y mucho menos en el de entonces: tan sólo hay que ver cómo se resuelve la película para ilustrar esto.
No se sabe muy bien por qué, pero cuando comenzó el boom del vídeo en España, allá por 1982-1983, esta película se encontraba en muchos anaqueles de los videoclubes. Como puede imaginarse, la copia (al menos la que un servidor vio) era bastante infame, que era lo habitual por aquella época.
Ciñéndonos a la peli, cabe decir que maneja un argumento original y un guión trabajado, que tiene una estética de telefilme a la que no acaba de sustraerse, que se ve con agrado el trabajo de auténticas vacas sagradas como son Burt Lancaster, Richard Widmark, Melvyn Douglas y Joseph Cotten, y que, en fin, el toque Aldrich se halla presente en toda la película.
Sin llegar a ser una excelente película, sí es una película interesante.
Cierto es que no se trata de uno de los trabajos más conocidos o de más calidad de Robert Aldrich, pero aún asi se trata de una películas cargada de tensión desde el primer hasta el último minuto. Las interpretaciones de todos los personajes son muy acertadas y nada cargantes, desde Lancaster hasta Widmark pasando por el mítico cuñado de Rocky Balboa (Polly) el cual fue una sorpresa verle trabajar con Aldrich. En conclusión una mezcla de política-ficción muy conseguida con un metraje apropiado que sin ser una gran película tiene destellos de indudable cálidad y entretenimiento.
Ahora que gracias a la crisis este término está tan de moda parece el momento oportuno para aplicarlo al asunto del que aquí tratamos. El presente filme, que en su versión original superaba los 140 minutos de metraje, fue inmisericordemente mutilado por la productora, de tal forma que las versiones que han llegado a Europa rara vez superaban los 100 minutos, cuando no se quedaban en unos rácanos 90. Seguramente a ello -junto con el horrendo título de la versión española- se debe la escasa valoración de esta película, que vista con su metraje completo gana muchos enteros, hasta el punto de que Aldrich la consideraba su mejor obra.
El argumento se encuadra en lo que comunmente se conoce como política-ficción, si bien comparte rasgos propios del thriller, por lo que presenta analogías evidentes con títulos anteriores, como Fail Safe de Lumet , y sobre todo Seven Days in May , de Frankenheimer. El tono político de la película es verdaderamente audaz, cuestionando las razones últimas de la guerra de Vietnam, y mostrando -como por otra parte es característico en Aldrich- una extrema desconfianza hacia el poder y quienes lo representan o sirven. En este sentido existe una interesante identificación entre el general Dell y el presidente, pues siendo ambos representantes del poder (o de una parte del mismo), intentan sustraerse a él, para así llegar a la verdad, de ahí que su destino sea forzosamente el mismo. Por contraste, la divergencia es evidente entre Dell y Mackenzie, ya que este último, a diferencia de lo que señalabámos antes, va a cumplir escrupulosamente con su deber, tal y como se espera desde el poder. Lo mismo podríamos apuntar respecto al presidente y sus consejeros -con la única excepción de ORourke-, cuyo largo debate (masacrado y desvirtuado por los cortes) pone de manifiesto la cuestión moral y democrática que se les presenta, al tener que optar entre contar la incómoda verdad o ceder a la razón de estado.
Así las cosas, un guión que en sus versiones parciales aparecía como irregular e incoherente, pasa a ser francamente bueno cuando se disfruta íntegramente, otorgando protagonismo a casi todos los personajes, cosa que no ocurría en las mencionadas circunstancias, en las que algunos parecían de relleno. El reparto, por lo demás, es impresionante, mezclando grandes nombres consagrados (Lancaster, Widmark, Douglas, Cotten) con otros muy prometedores (Durning, Young, Winfield, etc), rayando todos ellos a buen nivel. En cuanto al estilo, la película combina planos y secuencias de factura convencional con el recurso de la multipantalla (de claro sabor setentero), especialmente en los fragmentos de mayor tensión, logrando así multiplicar los puntos de vista y condensar la información, ganado el filme en dinamismo, circunstancia importante teniendo en cuenta que todo transcurre en dos o tres escenarios cerrados.
Termina en spoiler, sin revelar detalles.