Adolfo Suárez, el presidente (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2010). 2 episodios. Biopic televisivo que repasa la trayectoria política y personal de Adolfo Suárez, artífice del proceso que llevó a España de la dictadura a la democracia en la llamada época de la Transición. La película narra su vida desde su juventud hasta el 29 de enero de 1981, fecha en la que presenta su dimisión como Presidente del Gobierno.
Detalles de la película
- Titulo Original: Adolfo Suárez, el presidente
- Año: 2010
- Duración: 150
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Opinión de la crítica
Película
5.5
25 valoraciones en total
Bonita e interesante miniserie dedicada a una de las figuras más importantes de la democracia española. Personaje que logró que instaurar un régimen democrático en España sin tensiones ni protestas.
Una persona que supo reunir a falangistas conversos, socialdemócratas, liberales y democristianos entre los años 1976 y 1979 para desmantelar el régimen franquista. Sin olvidar el papel de vital importancia del Rey Juan Carlos I.
Con un magnífico reparto de actores entre los que hay que destacar la impresionante caracterización que realiza Ginés García Millán en el papel de Adolfo Suarez. Sin olvidarnos de las grandes interpretaciones de Toni Acosta y Fernando Cayo que hacen de Amparo Illana y de Rey Juan Carlos respectivamente.
El film biográfico, repasa la trayectoria tanto política como personal de Adolfo Suarez desde su juventud hasta el día que presenta su dimisión como presidente de España en 1981. Se podrá contemplar como Adolfo Suarez de joven, se adentra en la política de una forma nunca explicada.
Cinematográficamente, me quedo con la reunión con Carrillo. No sé si será por el humo, hay tanto que ni se les ve. A lo mejor es por eso. No sé, pero esa parte parece cine de verdad.
Porque…, éstos dos si que fumaban y no los remilgados de Mad Men. Carrillo fumaba a diario más que humphrey Bogart el día de un estreno. Y Suárez, no le iba a la zaga.
Dicen los cronistas que Carrillo se los sacaba ya encencidos, eso cuando no encendía uno con el otro y miralé, todavía le llaman para hacer programas de radio.
No ha tenido la misma suerte Adolfo. Quién dijo que la vida era justa se podía haber callado.
Ginés lo hace bien, es como si al caballero oscuro le cambiásemos de traje y le colocáramos en Mad Men. Eso fue Adolfo Suárez cuando en nuestro Gotham importaba más la salud política que la salud pública, cuando el estado llevaba pañales y había que limpiarle la mierda todos los días, cuando mataba más E.T.A que el tabaco.
Me ha gustado mucho y me parece que el director Cabrera, lejos de hacer el típico film de cara a no contar nada, arriesga mostrando tanto al rey como a Franco tal y como creo que podian ser y comportarse. Resulta chocante y algo triste ver reflejada la mejor época de nuestra España en la que se tomaban iniciativas y se luchaba por unos valores y una forma de vivir. Una España en alza que se vió tambalearse con la llegada del socialismo que todavia hoy intenta acabar con todos nosotros. La interpretación de García Millán tal vez sea su mejor papel hasta la fecha y el personaje por que el que siempre será recordado. Una buena lección de historia.
No había nacido cuando el primer Presidente de Gobierno Electo de la monarquía parlamentaria española renunció a su cargo pero… como tantos millones de personas, vivo su legado.
Tras el fallecimiento de Adolfo Suárez y, movida por la curiosidad sobre la figura de este político centrista que urdió el cambio democrático, he buscado relatos de ficción centrados en él (un político que ha sido sin duda el mayor exponente del centrismo político en nuestro país, el pilar del consenso, el diálogo y la amnistía, el responsable de desmantelar el aparato franquista, el defensor de la libertad individual. En definitiva, uno de los personajes más importantes de la historia de España y el civil más importante de la Democracia). Pero, por increíble que parezca, me encuentro con que no hay ni una sola película de cine que le haya dedicado tiempo. El cine español dedica incontables largos a la Guerra Civil y la confrontación, sin embargo no aporta ni un solo minuto al consenso posterior (una etapa mucho más constructiva y, por ende, más crucial). El hecho de que el cine español haya olvidado a Suárez es otra evidencia de como la industria cinematográfica ha estado mirándose el ombligo durante años.
El único largo de ficción que se ha hecho jamás sobre Adolfo Suárez es este telefilm de Antena 3. Y, afortunadamente, resulta ser una TV movie de sorprendente calidad y a años luz de otros telefilm/engendros… e incluso llega a superar a la mayoría de los largos que el cine patrio nos regala en la gran pantalla. Y así, Adolfo Suárez, el presidente redime a la industria como documento ficcionalizado interesante y cautivador a partes iguales. Eligiendo bien los momentos y creando una estructura narrativa resolutiva.
Porque, el hecho de contar con una temática tan jugosa como esta etapa del país llena de cambios cruciales e históricos (dentro de una inestablilidad política y social), y el hecho de contar con una figura protagónica tan cautivante como Suárez con muchas aristas y claroscuros, no garantiza que se vaya a plasmar en pantalla algo digno y elaborado (hubiera sido muy fácil caer en la típica demagogia y el maniqueísmo). Pero Adolfo Suárez, el presidente lo consigue.
Evidentemente su temática es el cimiento más importante de la teleserie, pero el libreto (y sin llegar a cotas de profundidad inmensas) se desarrolla con eficacia, sentido común, detalle, madurez, humanidad y equilibrio.
La trama dedica sus minutos a la vida política de Suárez y a sus maniobras para ir subiendo peldaños (desde sus humildes orígenes hasta alcanzar más y más poder) y, en menor medida a su vida personal (con momentos de sutileza que dicen mucho) sobre todo respecto a su relación con Amaparo Illana, con la que tuvo 5 hijos y a la que volcó todo su tiempo y dinero una vez ésta contrajera una grave enfermedad. En Adolfo Suárez, el presidente se nos regala un personaje poco simple y con muchas aristas (no se olvida el largo que se trataba de un hombre cristiano perteneciente a Acción Católica, tampoco se olvida que tenía unos principios democráticos basados en el respeto a las ideologías de los demás y a la libertad individual. Se nos muestra a un buen hombre carismático y familiar, pero también ambicioso y un tango ególatra). Evidentemente no nos encontramos con un guión como el del Pulizter Kusher en Lincoln (2012) que profundice con honores en la trama política, pero para ello el telefilm hubiera tenido que centrarse tan solo en unos meses puntuales (un precio que el telefilm se niega a pagar)… y aquí no lo hace y se agradece que amplíe sus cotas y nos ofrezca más amplitud temática.
La construcción de personajes y los acontecimientos se plasman con intelecto, con saltos en el tiempo que dinamizan el relato entre un presente de golpes de efecto que generan misterio y ganas de saber más en cuestión de segundos, y unos flashbacks explicativos bien conseguidos. El material documental y los rumores se ficcionalizan con provecho, plasmando en la ficción conversaciones que materializan humanidad y sentir popular, y… los acontecimientos inventados casan con la trama como un guante.
La dirección por su parte es correcta, con una buena elección de encuadres y acertado montaje (aunque sencillo y sin sello personal), una banda sonora bonita y simple (sin llegar a ser memorable) bien insertada en sus momentos, una limpia cinematografía, una notable dirección artística y una gran caracterización.
Las interpretaciones por su parte también son destacables. Tampoco es que García Millán realice un trabajo sobresaliente y totalmente carismático (es más, durante los mensajes televisivos se le nota excesivamente afectado y fingido. El Suárez original resultaba más convincente), pero deja algún momento de complicidad y naturalidad sobre todo en lo que respecta a los momentos con su esposa en la ficción. En su conjunto el actor acaba realizando un trabajo solvente… sin ser un Daniel Day Lewis. Los secundarios por su parte están soberbios en general: Fernando Cayo como Juan Carlos I, Toni Acosta como Amparo Illana, Jesús Noguero como Martorell, Pepón Nieto como Herrero Tejedor, Pep Cortés como Santiago Carrillo, Paco Merino como Franco, el joven Adolfo Suárez… todos realizan unas interpretaciones excelentes poniéndose en la piel de unos personajes que presentan las dimensiones necesarias que pide la trama, ni más ni menos.
En definitiva nos encontramos con un telefilm muy recomendable sobre una figura política fundamental de la historia española (que tuvo que lidiar con asesinos desde Franco hasta Carrillo). Bien desarrollado en la trama, bien interpretado y dirigido. Por el momento, la mejor TV movie española que he visto.
Lo peor:…
Ginés García Millán lo borda, y todo el elenco actoral lo hacen fantásticamente bien.
La dirección es muy buena, pero se nota la falta de presupuesto en determinadas situaciones.
No obstante, se resuelven bien las escenas y el ritmo no decae. Quizás se hubiera agradecido que los guionistas hubieran incidido en las preocupaciones de los españoles de esos días: el aislamiento internacional, la crisis del petróleo y el alza en perpendicular de los precios, inflación galopante, impagable cesta de la compra, pesadilla de atentados de Eta y Grapo (eran mínimo cuatro a la semana y con más de cien muertos al año), se dice rápido.
Fueron los años del plomo, de un paro del 25 %, sin prestaciones por desempleo ni sanitaria, porque estábamos con lo mínimo.
Pero esta persona supo darle ilusión a la gente, y a cada uno lo que era suyo. Y ahí si acierta la película, un homenaje a Don Adolfo Suárez.
Enhorabuena.