Ábrete de orejas
Sinopsis de la película
Inglaterra, 1967. Kenneth Hallywell (Alfred Molina), un hombre desequilibrado, mató a martillazos a su amante, el famoso dramaturgo Joe Orton (Gary Oldman), mientras dormía. Después se suicidó tomando una sobredosis de barbitúricos. Ambos tenían en común una infancia solitaria desprovista de amor y una ardiente ambición por conquistar el mundo. Ken enseñó a Joe todo lo que sabía de literatura y de arte, y Joe inició a Ken en la promiscuidad sexual. Pero, en aquella época, la homosexualidad era ilegal en Inglaterra, y los dos fueron a parar a la cárcel. La prisión supuso una liberación para Joe, que por primera vez terminó una obra que le proporcionó fama y éxito, pero para Ken fue el principio de una pesadilla que terminó la noche fatal en que murieron. Lo habían compartido todo menos la fama.
Detalles de la película
- Titulo Original: Prick Up your Ears
- Año: 1987
- Duración: 110
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
6.6
66 valoraciones en total
Me decido a verla bajo la influencia de Las amistades peligrosas , en la confianza de que el director debe mantener una coherencia. Vanesa Redgrave es una garantía añadida para mí.
El comienzo de la película es prometedor. Cuidados ambientes y agradable fotografía. La historia esboza los ingredientes para ser interesante…. Pero conforme de desarrolla el guión, empieza a perder interés. El actor principal resulta poco convincente. Y la sordidez propia de los ambientes (urinarios públicos) donde se encuentran los hombres homosexuales de la época, va impregnando, como una mancha de tinta que se expande, toda la película.
La denuncia de la marginación gay y la defensa de sus valores y sus modos de vida, no son suficientes en este caso como pretexto para un trabajo mediocre.
Lo que más me llamó la atención de esta meritoria película fue su espléndida ambientación, la descripción tan certera del ambiente en que se desarrollaba la historia. Pero cuando la trama se desvía hacia el tema de los celos, la relacción amorosa y la posesión física y sexual, hay algo que la impide alcanzar una intensidad similar a la de otros momentos, de tal manera que parece que estamos contemplando dos obras totalmente distintas.
Aún asi hay secuencias esplendidas (el delirante funeral, las mórbidas escenas de cruisng en los baños de Hyde Park Corner, la presencia de los Beatles…) que justifican la visión de esta cinta por momentos de un cinismo arrebatador y de una mala leche acidamente inteligente. A pesar de sus irregularidades y de resultar demasiado autocomplaciente Abrete de orejas es un título importante, muy bien interpretado y que demuestra como el talento, los celos, el desenfreno, la crítica al sistema y la modernidad bien mezclados no tiene por que dar necesariamente una obra maestra sino simplemente una buena película.
La policia llama a la puerta pero nadie contesta. Tras la madera, en el pequeño departamento se esconde el trágico final de una pareja de amantes homosexuales.
Desconozco la importancia literaria de la figura sobre la que versa esta película, Joe Orton (Gary Oldman). Por lo que se dice en la película fue una destacada figura en la dramaturgia que convulsionó a la casta sociedad inglesa en los años ´60, tanto con su libertario comportamiento sexual como con sus dos obras. Supongo que su tempestuosa vida junto a su amante Ken Halliwell (Alfred Molina, realmente camaleónico), y su dramática muerte a manos de éste, hacen de Orton una figura lo suficientemente atractiva como para que el director inglés Stephen Frears, se atreva con ella, teniendo en el guión de Johb Larr, la base sobre la que reconstruir su vida.
Frears articula su propuesta a través de un flash-back: la entrevista de un biógrafo a la amiga y editora de Orton (Vanesa Redgrave) y los diarios del escritor. La obra transcurre desde la juventud del escritor, con su llegada a Londres y su unión con su mecenas Ken, hasta su consagración como dramaturgo y figura pública.
Si el mérito de la obra reside en mostrar la conducta libertina cuando la homosexualidad estaba penada y los lugares de refugio y encuentro de los gays, esto queda reflejado de manera subsidiaria, por lo que pierde como documento. El minutado se concentra en la relación de ambos, de mecenas y mancebo, de cómo crece uno y el otro se ve arrinconado, de los celos del amor y de la crueldad del éxito. Pero como drama es menor, no hay espacio para el conflicto de los personajes, ni tempo para sus emociones. Una historia que no llega. Frears no recuerda al de sus comedias de grandes personajes.
Así me parece esta película de los años 80, de cuando Frears hacía buen cine, y de hecho me parece una de las mejores películas de los años 80. El largometraje está lleno de verdad, de vida, de realidad, de vidas individuales,de lo difícil que es vivir, y salir adelante, y triunfar, del conflicto entre los anhelos individuales y la sociedad, en este caso la sociedad británica de los años 50 y 60. Pero el afán de éxito no se basa en lo material: al Joe Orton descrito aquí no le interesa tanto el éxito para disfrutar de muchos bienes materiales -vive en un piso un tanto destartalado y caótico con su amante- como para disfrutar de la vida, y para poder ser él mismo.
Grandes interpretaciones de Gary Oldman y de Alfred Molina -éste último en un papel más desagradecido, pero inolvidable- , un gran guión, una estupenda puesta en escena -es impresionante la parte que transcurre en Marruecos- , una música muy apropiada, y referencias a The Beatles, a los que el film critica desde el punto de vista de la alta cultura, conforman una gran película, realmente una obra maestra del cine británico, dura, sincera y descarada.
Hay quien cree que redactar una anécdota junto a otra es componer una historia.
Hay quien cree que aportar detalles sobre la vida de una persona es escribir una biografía.
Pero ni lo uno ni lo otro es cierto.
Y cuando se afronta la labor de llevar a la pantalla una trayectoria tan compleja, tan rica, tan heterodoxa, tan controvertida y tan iconoclasta como la de Joe Orton el valor de esas dos erróneas creencias cobra todo su significado.
Ninguno de los espectadores de este film podrá hacerse una idea de cómo era realmente el personaje ni su obra.
Joe Orton merecía otro tratamiento.