A propósito de Elly
Sinopsis de la película
Ahmad, un iraní que vive en Alemania desde hace años, regresa de vacaciones a su país natal. Sus amigos de la Universidad celebran su llegada con una excursión de tres días en el mar Caspio. Su amiga Sepideh, que sabe que acaba de divorciarse de una alemana, invita a Elly, la maestra de su hija. Al día siguiente, Elly desaparece sin dejar rastro, y todos culpan a Sepideh por haberla invitado. Poco a poco, la verdad sobre Elly acaba por salir a la luz. Seleccionada por Irán como candidata al Oscar 2010 en la categoría de película de habla no inglesa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Darbareye Elly (About Elly)
- Año: 2009
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
7.3
72 valoraciones en total
Las películas bien planteadas y articuladas que reflejan una realidad lejana, entre las que se incluye ésta, traen el aroma del viaje. Cuando uno hace un viaje largo a un país con una cultura muy diferente a la propia, y lo hace con apertura de miras y razonable curiosidad, el que vuelve no es el mismo que el que se fue, porque algo habrá hecho suyo de todo lo que ha visto, oído y experimentado. Viajar es descubrir cosas, y la principal que se descubre es uno mismo. Una película, respecto a un viaje, no es más que una píldora o un bombón, pero algo es algo.
Creo que la película cubre tres frentes, con bastante éxito:
1 ) Plasma la mecánica de una tragedia cotidiana con una gran fuerza expresiva.
La tragedia es una desgracia que nos coge de improviso. La película levanta acta de ese momento inesperado que es la delgada línea que separa la normalidad de la tragedia. ¿No es un mecanismo perverso de la naturaleza humana el que no se valoren realmente las cosas o las personas hasta que no se pierden? Como decía Machado: Sólo se canta lo que se pierde . Somos así de inconscientes.
2 ) Cobija una intriga casi doméstica que se desarrolla con eficacia, aunque tiene un alcance muy limitado. No queda clara aquí la distinción hitchcoockiana entre cine de suspense y de misterio. El primero apelaba, según el maestro, al consciente intelectual, y el segundo, al subconsciente emocional.
3 ) Documenta cómo la teocracia instaurada en Irán, tras el derrocamiento, en 1979, del Sah Reza Pahlevi por el Ayatollah Jomeini, ha moldeado las conciencias de los iraníes sin distinción de clases sociales. La religión chiíta, mayoritaria en Irán, es, de todas las que tienen entidad, la más integrista del islam, si exceptuamos el salafismo o religión wahhabita, adoptada por Arabia Saudí. En Irán hay mucha superestructura religiosa, y algo tan ingenuo para nosotros como es una cita a ciegas entre dos personas de sexo opuesto que quieren rehacer sus vidas, con los parámetros iraníes, puede ser condenable por las circunstancias personales de la candidata elegida, ya que así lo marca la preceptiva observancia de la sharía o código de conducta definido por la costumbre, incorporado al Derecho islámico.
La película ha sido seleccionada por Irán como candidata al Oscar 2010 a la mejor película extranjera. ¿Cómo es posible que una película aparentemente crítica con el sistema tenga el reconocimiento de éste, que no es precisamente tibio a la hora de ejercer la censura? Sin querer cuestionar su intención de denuncia, creo que Asghar Farhadi ha tenido la habilidad de hacer una doble versión simultáneamente en una sola película. La que ven los occidentales, que quedan asombrados de que conductas poco menos que inocentes puedan tener graves derivaciones, y la que interpretan los iraníes —o una parte significativa de los mismos—, para los que un desgraciado final se puede contemplar como la consecuencia de una inaceptable transgresión.
La primera impresión que se percibe viendo esta película es que tiene poco que ver con el cine iraní que nos ha llegado en los últimos tiempos. Poco hay de la narración pausada, casi poética, de los films de Abbas Kiarostami, ni de sus discípulos que han creado un estilo de hacer cine. Algo así como una marca de fábrica del cine de este país.
A propósito de Elly no tiene nada de eso. Con un ritmo mucho más vivo y un estilo más occidental, Asghar Farhadi nos da su visión de la sociedad iraní mediante un film que combina con precisión y talento el thriller y el drama. Para ello, se ha sabido rodear de un elenco de actores que realizan un trabajo excelente. No podría destacar a alguno por encima de los otros porque todos rallan a un gran nivel. Desde la actriz principal hasta el más pequeño de los niños que intervienen en el film aportan una credibilidad que pocas veces se transmite en el cine con una intensidad tan absoluta.
Hay grandes momentos en este film. Destacaría la secuencia del rescate de uno de los niños en el mar, magnificamente rodada i que consigue crear una enorme tensión en el espectador. Y lo hace prescindiendo de uno de los elementos que más se utiliza para ayudar a crear esa sensación, es decir, la música. Farhadi elabora todos los planos sirviéndose únicamente del ruido de las olas del mar, y logra que ese sonido parezca aterrador ante lo angustioso de toda la secuencia.
Película muy recomendable para todo aquel al que el concepto de cine iraní todavía le asuste un poco. No solamente disfrutarán de un interesante film excelentemente interpretado, sino que además podrán comprobar que la sociedad y el estilo de vida de aquel país, aunque con sus lógicas diferencias, no dista tanto del occidental.
A propósito de Elly es la primera película que llega a nuestras pantallas de las cuatro que ha realizado el director iraní Asghar Farhadi, un licenciado en cine que cuenta con numerosos premios y que ha realizado trabajos de guión y dirección en teatro, radio y televisión.
A propósito de Elly viene abalada por haber ganado el Oso de Plata al mejor director en Berlín, y el premio a la mejor película narrativa en el festival de Tribeca.
Su entramado argumental es muy escueto y su desarrollo narrativo muy abierto, y todo gira en torno a la misteriosa desaparición de una chica enigmática (Elly) y su posterior búsqueda.
Todo empieza en tono amable y de comedia, con una reunión de amigos de clase media en una casa a orillas del mar Caspio, para posteriormente derivar en drama tras la inexplicable desaparición de una joven maestra invitada por el grupo a pasar un fin de semana. A partir de ese momento A propósito de Elly se convierte en una mezcla de thriller y drama psicológico narrado con un ritmo ágil y un montaje dinámico que te mantiene en tensión hasta el final.
Relato coral, realizado a base de planos generales y movimiento continuo de actores, con un montaje que permite agilizar la narración y tratar de forma más individualizada a los personajes en sus relaciones personales, el film recuerda más al cine occidental que al de Abbas Kiarostami -el director iraní más conocido- y sus largos planos secuencia.
A propósito de Elly es una película que sugiere más que muestra, que no impone ideas preconcebidas y que obliga al espectador a realizar una reflexión personal. El director Farhadi apunta muchos temas como el papel de la mujer en la sociedad iraní, el machismo, el conflicto entre tradición y modernidad en el país asiático, o la inseguridad y el egoísmo de un grupo de personas ante una situación crítica. Y lo hace siempre intentando comprender todas las posturas y sin juzgar a los personajes, dejando a los espectadores la facultad de reflexionar e interpretar libremente lo que han visto.
Excelente reparto con unos actores para mi desconocidos, a excepción de Golshifteh Farahani ( Red de mentiras ), que confieren realismo y credibilidad a sus personajes.
Quizás el único punto débil del filme es su larga duración que hace que en algunos momentos la historia se vuelva un poco repetitiva.
A propósito de Elly pertenece a esas películas sobre las cuales es mejor tener las mínimas referencias a la hora de sentarse a verlas. Incluso es recomendable no haber visto el trailer para que la sorpresa y el disfrute sean aun mayores. Y no solo porque estemos ante una película iraní que no tiene nada que ver con el modelo que habitualmente nos llega de esa cinematografía, si no porque lo que empieza como la crónica ligera de una excursión de fin de semana acaba de un modo que nada podía hacer sospechar. Asghar Farhadi sabe darle el tono adecuado a su película en todo momento y construye un relato en el que la figura de su personaje principal se erige en enigmático eje (con su presencia, pero también con su ausencia) sobre el que giran el resto de personajes componiendo un retrato coral en el cual las distintas personalidades de cada uno irán apareciendo para mostrar la cara menos amable de las personas puestas en una situación límite.
El verdadero mérito, no obstante, de A propósito de Elly es conseguir que el espectador llegue a sentirse parte del grupo, viviendo y sufriendo del mismo modo que si estuviera realmente en el centro del conflicto. Y esto se logra sobre todo gracias al excelente trabajo de todo el elenco, el cual con su interpretación cargada de naturalidad acerca el drama a la platea y hace que sus dudas, miedos y tensiones traspasen la pantalla y contagien a esta . Y todo ello sin recurrir a falsos artificios ni golpes de efecto, con la única y constante presencia del ruido de las olas como banda sonora. Solo un desenlace que queda algo por debajo de las expectativas que el desarrollo del film acaba levantando, merma un poco el nivel de una cinta que es todo un ejemplo de cine bien elaborado. Una pieza de artesanía que se agradece en medio de tanto producto elaborado en las factorías hollywodienses.
Lo mejor: la estupenda escena del rescate.
Lo peor: que las reticencias por venir de donde viene le reste público potencial.
No pasa el cine iraní por el mejor de sus momentos. Al reciente anuncio por parte de Teherán del endurecimiento en la censura hacia su propia industria (que contempla severos castigos para los cineastas que osen exportar sus obras al extranjero sin el debido permiso gubernamental… ¿alguien dijo hermetismo?), hay que sumarle el dramático encarcelamiento de Jafar Panahi. El reputado director hace meses que se las tiene con la justicia de su país y por ello le ha sido imposible ejercer como miembro del jurado de la 63ª edición del Festival de Cine de Cannes. Un certamen que por cierto ha vivido momentos emotivos extremos, al ver que dicho caso no sólo no mejora, sino que parece agravarse cada día más, sobretodo después de la dramática decisión de Panahi de empezar una huelga de hambre como medida desesperada de protesta.
Así está el patio. Además, viendo los últimos movimientos de la administración de Mahmud Ahmadineyad, son tan remotas las probabilidades de cambio en la dinámica que a partir de ahora parece que tendremos que dar gracias al cielo (sin especificar el nombre del de arriba, no sea que ofendamos sensibilidades integristas) cada vez que llegue a nuestras salas una cinta provinente de tierras persas. Es el caso del nuevo trabajo de Asghar Farhadi, ‘A propósito de Elly’, que en algún tramo tienta a su propia suerte haciendo mención pasajera a temas tan peliagudos (siempre desde la óptica de doctrina impuesta desde las altas esferas del poder político de la república islámica) como la democracia o el papel de la mujer en la sociedad.
No obstante, que quede claro que en los planes de Farhadi no entra el hacer un filme comprometido o de denuncia, sino más bien hacer cine de género. Eso se ve en la manera de tratar los puntos citados, en los que el director y guionista se limita a dejar constancia de ellos, dejando que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones y decida él mismo qué posicionamiento va a tomar al respecto. Esta sabiduría y elegancia a la hora de meterse en tales berenjenales será a posteriori un punto clave para entender por qué le han caído tantos premios a la película (incluyendo el Oso de Plata a la Mejor Dirección en la Berlinale ’09).