30 años de oscuridad
Sinopsis de la película
Terminada la Guerra Civil (1936-1939), Manuel Cortés, antiguo alcalde de la localidad malagueña de Mijas, no tuvo ocasión de escapar de España. Tras recorrer un largo y peligroso camino, consiguió llegar a su casa sin ser descubierto. Su mujer le habló de los numerosos fusilamientos que se estaban llevando a cabo en el pueblo. Entonces decidieron abrir un hueco en una pared para que pudiera esconderse. Aquel pequeño espacio fue su cárcel durante 30 años. Esta es la historia de uno de los topos de la posguerra, hombres que tuvieron que sacrificar la vida para evitar la represión.
Detalles de la película
- Titulo Original: 30 años de oscuridad
- Año: 2011
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
7.5
73 valoraciones en total
En el 77 se edita Los topos , de Jesús Torbado y Manuel Leguineche. Absolutamente recomendable.
Habían pasado apenas dos años de la muerte del dictador y la transición a un régimen democrático de libertades aún estaba en la cuerda floja. Por fín despues de casi 40 años los vencidos tenían voz y podían contar sus historias y demostrar sobre todo a su propio país que el final de la guerra incivil no trajo la paz.
Ahora pasados 73 años, fallecidos o a punto de hacerlo los actores principales de aquella época ¿podemos dar por zanjada definitivamente la cuestión?. Los hijos de los que se quedaron con España y fueron educados en sus peculiares valores aún andan por la setentena y a raíz de como reaccionaron ellos y sus nietos ante el tímido y tardío intento de recuperar la memoria histórica, no parece que, incomprensiblemente, las heridas se puedan acabar de cerrar.
Asi pues este documental nos recuerda una vez más que la mitad de este país tiene una deuda de reconocimiento con la otra mitad, no justificada por los fragores de las batallas y si por una sistemática y concienzuda represión que caminó paralela al desarrollo de una Europa moderna y democrática que se horrorizaba de los genocidios nazis y miraba para otro lado en connivencia con los EEUU ante lo que ocurría con el vecino del sur.
Tremendo y sobrecogedor documental que centra su punto de mira en el ex alcalde de Mijas como botón de muestra y utiliza el cómic para suplir la falta de imágenes y actualizar el discurso narrativo a nuestros días. Imprescindible si queremos saber de donde venimos y hacia donde queremos ir.
Impresionante, desgarrador y tremendamente reflexivo. Tal vez lo que más me ha gustado del documental ha sido que el realizador se ha centrado en las inquietudes y problemas que sufría el protagonista y su familia y no se ha recreado en la política, tan abundante en las películas de la postguerra, en la que unos son muy buenos y otros muy malos según quien cuente la historia. Destaco la humanización de los mencionados durante el metraje porque en ningún momento se habla de los posibles delitos de cada uno (Y con delito no me refiero a pensar distinto al régimen, había una guerra y en las guerras pasa de todo) La animación tiene un dibujo oscuro pero con muy buen trazo, y el ritmo se mantiene durante todo el metraje. Merece la pena verlo.
Resulta irónico que el año pasado fuese el cine más pequeño, incluso aquel que pasa desapercibido por concesiones simplemente genéricas, el que más haya aportado a la escena española. Y es que aunque 2011 fue un buen año para el cine patrio gracias al regreso de nombres propios como Almodóvar, Urbizu o Cabezudo (con su gran miniserie Crematorio), se confirmó por otra parte que algunos temas, tratados por los mismos de siempre, no cuajan. La voz dormida es un ejemplo de cómo un realizador sólido es incapaz de sobrevivir a un material nacido muerto. La otra cara de la moneda es 30 años de oscuridad, un documental con segmentos animados (de ahí su condición de invisible) que trata sobre una situación que se dio en la posguerra (civil, claro) con habilidad y talento, sin sentirse pesada, ni reiterativa, trascendiendo más allá de su idea para posicionarse como un ejercicio cinematográfico de rigor. Valiente y valioso.
Lo que más sorprende del primer trabajo como realizador de Manuel H. Martín es su capacidad para contarnos la historia en un lapso de tiempo tan amplio, sin que dé la sensación de ser un resumen ni extralimitarse con los detalles. Mediante la combinación de distintos formatos (animación, imágenes de archivo, entrevistas) conocemos la historia de varios hombres (aunque se centra en concreto en el caso de Manuel Cortés) que tras la Guerra Civil debieron esconderse por un periodo de hasta treinta años para evitar ser asesinados o separados de sus familias. Son las historias de los llamados topos, escondidos en vida, que debieron salir adelante como buenamente pudieron y superar mil y un problemas (desde los propios de la convivencia familiar hasta otro tipo de problemas por el prolongado tiempo de encierro).
Lo que logra Martín es que su narración sea clara y concisa, sin irse por las ramas. Las aportaciones en forma de entrevistas son valiosas (porque ponen en contexto y educan) aunque el verdadero motor del documental es esta historia contada con animación limitada pero sumamente expresiva y que hace parada en la personalidad, y el caso, del mencionado Cortés, un hombre que debió abandonar su vida (era alcalde de su localidad) para salvarse a si mismo y a su familia, formada por su mujer e hija. Hay ciertos instantes como el episodio en el que se explica cómo vivía tras una pared sin que su hija fuese consciente de su existencia, o aquel en el que explican una huida nocturna, que dan entidad y fuerza a un relato que por lo general mantiene el interés en todo momento.
// La crítica sigue en la zona de spoiler por falta de espacio, aunque no hay destripes argumentales. //
Este documental cuenta la historia de varios hombres que durante la post-Guerra Civil Española, se vieron obligados a esconderse para evitar represalias políticas. Pero se centra principalmente en Manuel Cortés Quero, alcalde socialista de Mijas (Málaga) durante la Guerra Civil.
Escritores e historiadores aportan su visión y la nieta de Cortés pone el testimonio familiar.
Lo más destacable es la animación que da cuerpo real al documental y, aunque los dibujos son fijos o con un mínimo de movimiento, aportan suficiente dramatismo y credibilidad, además de separar perfectamente cada ambiente ( el interior de las casas, la calle…), y dejar constancia del paso del tiempo. Excelente el bombardeo desde el mar a los huidos civiles y que llaman el Guernica andaluz
Otro acierto, es Juan Diego que pone voz al protagonista. Una voz neutra, sin altibajos, como corresponde a la de alguien que vive escondido, sin hacer ruido, sin hacerse notar pero el actor sabe ponerle la suficiente entonación, como para no resultar fría ni inexpresiva.
Y por si todo lo anterior no fuera suficientemente bueno, añado que el documental no ofende a vencedores ni enaltece a vencidos, sino que se limita a contar los hechos como sucedieron y en todo caso, deja constancia de que, las guerras no acaban cuando se entregan las armas y se firma la paz y que, al igual que en una explosión nuclear, sus efectos mortíferos se expanden a lo largo de muchos años, de 30 años. Aunque yo diría que más.
Un documental increíble que nos da a conocer otra perspectiva de la guerra civil, una vuelta de tuerca más sobre lo que no conocíamos.
Este documental nos lleva de la mano de la historia de Manuel Cortés, simultaneando otras historias de los otros topos o fantasmas (aquellos que debían esconderse por miedo a la represión).
Y nos transmite la angustia y el temor que esta gente sufrió a lo largo de muchos años. Nos muestra el ingenio de la gente en los momentos críticos, cómo se ocultaban, cómo pasaban el día a día…
Para aquellos interesados en la historia y sus entresijos, este es un documento muy valioso. Y para aquellos que os interese las historias humanas, no podéis perder la oportunidad de verlo.