Zero Charisma
Sinopsis de la película
Cuenta la historia de Scott (Sam Eidson), un gamemaster de treinta y tantos que cuida de su abuela enferma y que ha hecho del rol su manera de vivir, si bien su mundo se pondrá del revés cuando conozca a Miles (Garrett Graham), con quien se enfrentará en la vida y sobre el tablero.
Detalles de la película
- Titulo Original: Zero Charisma
- Año: 2013
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
5.8
60 valoraciones en total
Bajo la apariencia de una comedia friki, Zero Charisma es un muy buen drama con el que reirse pero que lo hace contando una historia que, en el fondo, es terrible. Bromas frikis, interpretaciones sólidas e historias con las que cualquier jugador de rol de un modo u otro se ha encontrado constituyen la base de esta película que realmente funciona muy bien.
La película tiene muchos puntos en común con la novela La conjura de los necios , en el sentido de que nos presenta a un protagonista gordo y marginado, ególatra, encerrado en su mundo, antisocial, incapaz de empatía, que piensa que todo el mundo está en contra suya. Sin embargo, ahí acaba la similitud.
Conforme avanza la película le cogemos simpatía al personaje porque vemos que ha acabado dándole tanta importancia a su mundo de fantasía porque, como suele suceder, para él es un escape ante una vida que no le trata nada bien.
Este es un ejemplo de película en la que el trailer engaña o es mucho mejor que la propia película. Si la película tuviera el ritmo que tiene el trailer, sería bastante divertida, pero el director no controla el ritmo en absoluto, y el humor se apoya en gran parte en el ritmo. Se hace lenta y vacía.
Comedia en base friki con tintes dramáticos que pasó prácticamente desapercibida en nuestros cines (ni siquiera sé si se llegó a estrenar en España).
Scott (Sam Eidson) es un gamemaster que se reúne con unos amigos de gustos similares en interminables sesiones de rol. Es un tío muy inteligente pero, como suele pasar con el estereotipo de friki, es un tanto inadaptado social. Pero detrás de ese personaje cómico reside un verdadero drama, y no sólo porque sus padres estén separados y tenga que vivir cuidando de su abuela.
El filme de Graham y Matthews refleja muy bien la angustia que sufre Scott por sentirse incomprendido. Él vive en su rico mundo creativo, de ideales caballerescos y batallas épicas que no tienen cabida en el día a día. Su vida es otro juego de rol en el que tiene que ganar puntos de experiencia, enfrentarse a cientos de obstáculos y, sobre todo, a enemigos que utilizan contra él un arma realmente dañina: quitarle a sus amigos. Unos amigos que no se toman tan en serio sus obsesiones roleras, que ven la fantasía como una extraordinaria forma de pasar un buen rato pero sólo se queda en eso, y que incluso intentan mantener una vida lo más normal posible fuera del tablero, buscando el amor y, sobre todo, consejos que Scott, con su enfermizo egoísmo, no les da correctamente.
Es inevitable reírse de muchas salidas de tono y situaciones, pero en el fondo uno llega a empatizar con el personaje hasta el punto de sentir verdadera lástima por él, e incomodidad cuando se enfrenta con sus amigos o su familia.
Zero charisma funciona tanto como comedia como drama. Aunque su premisa inicial no atraiga al gran público, merece la pena darle una oportunidad, seas friki o no. Recomendable.
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Los juegos de rol llevan en el entretenimiento de muchos jóvenes y no tan jóvenes desde hace más o menos… ¿cuarenta años?… ¿y qué es lo que consiguen los mass media? Que dé la sensación de que un juego inocente está plagado de inadaptados que prefieren sentarse en una mesa y tirar dados y jugar con su fantasía colectiva, en lugar de hacer algo productivo como vivir su propia vida y socializar, o no saber diferenciar donde acaba la realidad y comienza la ficción.
Bien, el argumento nos pone como protagonista a Scott (interpretado por Sam Eidson, notablemente bien) un director de partidas de rol veterano, treintañero-metalero, quien mantiene una campaña de más de tres años con sus fieles jugadores. Hasta que, como ya todos tienen una edad y compromisos, a uno de los jugadores le es imposible continuar. Así pues, Scott debe buscar a un jugador, pero no uno cualquiera, uno como él: necesita a un jugador veterano, no un jugador que por juego de rol entiende MMORPG (Massive Multiplayer Online Role-Play Game), especialmente World of Warcraft, necesita interpretar, no frustrarse y gritar a la pantalla como si le hubieran quitado un caramelo.
Vale, pues este es el típico argumento que se tiene de pelis de rol que hayan llegado al cine. De hecho, probablemente no hubiera oído mucho de ella de no ser porque fue bien acogida en el Festival de Cine de Tribeca, sobretodo gracias a que es polémica, ya que ninguna película parece que triunfa si no grita un poco antes de salir. Lo típico, al público le asustan los jugadores de rol (no se porqué) de la misma forma que tampoco les gustan los aficionados a los videojuegos. ¡Todos son asesinos en potencia! (jajaja, ¡gracias, estereotipados y alarmistas medios de comunicación, como Telecinco, la Fox y esas mierdas!). Estamos cansados de que los aficionados al rol sean tachados de colgados, apartados, marginados sociales y esas cosas. Los clichés hacen gracia cuando se devuelven los golpes, como SÓLO hace Kevin Smith. Pero, el geek es situado como objeto de mofa.
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Fragmento extraído de http://www.generacionfriki.es
¡Wow! ¡Qué grata sorpresa me he llevado al ver esta peli! El abaratamiento de los costes de producción cinematográfica experimentado durante los últimos años ha conseguido que empecemos a ver pequeñas joyitas que nos llegan, en general, del independiente norteamericano. Ésta es una de ellas.
Durante los últimos años hemos sufrido un bombardeo de películas y/o series que van sobre frikis, nerds o como se les quiera llamar. Habitualmente me parecen horrorosas porque te muestran a los frikis como una especie de subhumanos de los que uno se debe reír (siguiendo la estela de personajes como Steve Urkel de Cosas de casa y recurriendo a la burla insana de los inferiores que años ha protagonizaban, por ejemplo, los afroamericanos) o te los pintan como más guayones, interesantes y cools de lo que realmente son.
De hecho, al inicio de la peli admito que pensé: joder, otra tontería más sobre frikis. Pero a medida que avanzaba el metraje fui cambiando de opinión.
En realidad, la vida de un friki es poco atractiva, motivo por el cual antaño el cine los solía evitar, excepto, como he dicho, para mostrarlos como los perdedores del sistema. Pues bien, Zero Charisma los muestra como eso, pero no con intención de que nos partamos el culo únicamente con sus rarezas, sino buceando en su mundo interior y en su día a día desde una perspectiva realista. Es lo que la diferencia de otros productos de este tipo.
A mí todo el mundo del rol me queda algo lejano. Sin embargo, cuando era un adolescente había un grupito de buenos chicos (así los llamaba mi madre) que pasaba horas y horas encerrado lanzando dados de veinte y jugando a cartas Magic. Lo alucinante es que dos de ellos son clavados físicamente a dos de los personajes que salen en la película. Por tanto, puedo asegurar que la caracterización es simplemente perfecta.
El protagonista es un típico neo-heavy treintañero (es decir, de los que escuchan cosas como Blind Guardian, Therion, etc. Y están obsesionados con el Warhammer, los elfos, las hadas, etc) cuya única motivación en la vida es jugar a rol. Vive en un mundo de fantasía porque se ha alejado demasiado de las personas y situaciones normales. Esto provoca que sólo se sienta cómodo juntándose con otros marginados como él.
También me ha gustado mucho el personaje de su madre. Es exactamente igual que él, sólo que nació en otra época y su evasión de la realidad fue inducida por el amor libre, las comunas, el LSD, etc.
Por otro lado, de pura casualidad, aparece un hipster por su vida que al poco tiempo se convierte en su Némesis. No sólo le roba a todos sus amigos, sino que le repasa por la cara lo poco que mola, su básicamente nulo carisma y el hecho de que es un loser como un boy scoutt.
Es aquí cuando para mí la peli adquiere toda su fuerza. Digamos que ahora se ha puesto de moda todo lo friki. De hecho, por ejemplo,yo empiezo a estar ya un poco harto de los chistes sobre Super Mario, Batman o Spiderman que cuelga la gente en su Facebook. Lo que antes era cosa de una minoría, actualmente es moda. La convivencia entre los que se toman todo ese mundillo muy en serio, los que siempre estuvieron al pie del cañón, y los que sólo están ahí de paso (hace unos años era lo mismo, por ejemplo, con el rollito siniestro) no siempre es placentera.
Continúa en Spoilers.