¿Y tú quién eres?
Sinopsis de la película
Los Rivero se van de vacaciones, dejando en Madrid a su hija Ana (Brondo), que está preparando oposiciones, y al abuelo Ricardo (Manuel Alexandre), al que llevan a una residencia. Allí, Ricardo, se hará muy pronto amigo de Andrés (López Vázquez), su compañero de habitación. Juntos evocarán tiernos y divertidos episodios de su juventud. Pero, a medida que pasa el verano, el mal de Alzheimer acechará cada vez más a Ricardo.
Detalles de la película
- Titulo Original: ¿Y tú quién eres?
- Año: 2007
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.4
81 valoraciones en total
Película necesaria para conocer a fondo los problemas de esta enfermedad que se ha convertido en una de las más graves del S. XXI. Tampoco es demasiado brillante en lo que se refiere a calidad cinematográfica, aunque podríamos destacar a Cristina Brondo por su papel de nieta capaz de sacrificarse por formarse como cuidadora de su abuelo y, sobre todo, a Manuel Alexandre. Este gran actor, como siempre, interpreta magistralmente con esas miradas perdidas profundas y vacías al mismo tiempo, síntoma inequívoco de la desorientación provocada por el mal de Alzheimer.
Lástima que hayan programado la película como homenaje a José Luis López Vázquez, pues aquí el recientemente desaparecido genio de la comedia española es más bien un secundario que pone el punto de humor para suavizar el drama de la enfermedad.
Mi nota: 6,7
La última producción de Mercero, posee pocos de los ingredientes del recordado director, que falleció el pasado Mayo aquejado del mismo mal de Alzheimer que aquí se relata.
Es un trabajo sencillo, simple y alejado de lo que cabría esperar de Mercero, un trabajo menor, donde el tratamiento de una enfermedad demoniaca se construye sin fuerza y menos hondura. Los personajes son estereotipos, pese a que la intención fuese otra.
Siempre recordaremos con afecto al director de Farmacia de Guardia, o la inolvidable Verano Azul.
El problema fundamental que tiene esta película es que le falta verdad. Pero mucha. No basta con documentarse y vivir de cerca en una residencia con enfermos. Después hay que saber trasladar todo eso a la pantalla. Y lo que vemos es la recreación, falsa y postiza, que hace el director de lo que ha vivido. Por mucho que haya situaciones tomadas directamente de su experiencia personal, no consigue hacerlas reales para nosotros.
Las buenas intenciones están ahí, desde luego. El mensaje, bien clarito: El alzheimer es algo que puede afectar a cualquiera, la sociedad actual es egoísta y trata a los ancianos como objetos obsoletos…aunque siempre queda un poquito de esperanza. En este caso, encarnada en la nieta, personaje desinteresado, lleno de amor, y que está dispuesta a renunciar a todo por su abuelo. Todo esto, aderezado con las que son, según el mismo director, las tres piedras fundamentales de cualquier trabajo suyo: humor, amor y dolor, que se encuentran repartidos por toda la película,
Bien, hablemos del humor. Ese que nos remite a la peor tradición de la comedia ibérica de antaño, la burda escatología, los chistes fáciles (o directamente sin ninguna gracia), o los contrapuntos en forma de personajes, supuestamente, cómicos. Da pena ver a un mito como José Luis López Vázquez en un papel tan lamentable como alguno de los que interpretaba 40 años atrás, pero con el agravante que supone el esperpéntico anacronismo. Del otro rol destinado a ser gracioso, el de la cuidadora, mejor ni hablamos
Pero también podemos hablar del amor. Aunque pocas ganas le quedan a uno de, ni siquiera, mencionar la historia romántica metida con calzador. Ningún desperdicio tiene el personaje del improbable doctor que interpreta Monti Castiñeiras (Los aires difíciles).
Bueno, a ver, intentemos hablar del dolor. Siempre en un plano muy secundario, no vaya a ser que el público se vaya a deprimir demasiado. Y cuando no queda más remedio que abordarlo, la falta de naturalidad con la que se trata es escandalosa.
Esa naturalidad que, de alguna forma, sí se consiguió en Planta 4ª, y que hacía de ella una película con cierta simpatía, a pesar de sus muchos vicios. En el caso que nos ocupa, ni se llega a oler algo parecido a esa naturalidad o frescura. Un guión lamentable, unos diálogos que, las más de las veces, provocan vergüenza ajena y unas situaciones que desprenden un sospechoso aroma a rancio, convierten este bienintencionado trabajo en algo muy cercano al despropósito. A Mercero parece que se le ha olvidado completamente su lado más cáustico y amargo. Ese que a veces se hace necesario para tratar determinados temas. Definitivamente (aunque ya lleva años así) opta por el camino de la blandura. Lo malo es cuando ni en ese terreno que suele dominar a la perfección, se consigue mover con comodidad.
Tras el éxito de Planta Cuarta el director Antonio Mercero volvió a la carga con una película que tiene bastantes elementos en común con su antecesora: aborda otra enfermedad (si antes fue el cáncer ahora es el alzheimer), la importancia del compañerismo (aunque los jóvenes pasaron a ser ancianos) y, además, la historia transcurre en un escenario bastante similar (sustituye un hospital por una residencia de mayores).
Sin embargo, la jugada no le ha salido todo lo bien que cabía esperar de un director con grandes éxitos a sus espaldas. Al film hay que agradecerle el punto optimista y vitalista que da a la trama (como ya ocurría también en Planta Cuarta ), pero adolece de un enorme defecto y es que la película está tan mal hecha que lo único que logra llegar al espectador es la tierna interpretación de Manuel Alexandre, actor que se va ganando poco a poco nuestro corazón.
La cinta pasó totalmente inadvertida en su momento, ahora será solamente recordada por ser el último papel en cine del prolífico actor José Luis López Vázquez, fallecido en estos días, sin embargo, tampoco es que su papel secundario en este film sea en absoluto de referencia en su dilatada trayectoria.
¿Y tú quien eres? es un film que aprueba a duras penas y, en buena parte, gracias
al mensaje que transmite la cinta acerca de prestar una mayor atención y no descuidar a nuestros mayores.
Ahora mismo me viene a la cabeza una brillante película americana de temática similar: Lejos de Ella .
Lo mejor: Manuel Alexandre.
Lo peor: la familia que se encuentra de vacaciones es patética.
Parto del hecho de que SÉ fehacientemente que la nota que he puesto a ésta película es extrema.
Me he leído todas y cada una de las críticas que están publicadas en la página de ésta película. Y todas la alaban y la atacan por el mismo motivo:
– Los ataques: publicidad en la película de los patrocinadores de la misma, situaciones irreales, guión nulo, actuaciones penosas etc.
– Las alabanzas: la intención de que se tenga en cuenta el trato a los ancianos en una sociedad cada vez más deshumanizada, una visión de una enfermedad que nos puede tocar a todos y lo que supone en una familia, etc.
No compro ni lo uno ni lo otro. A los primeros les diría entre risas que por mucho que salga Audi, el Hotel Londres, Pfizer y demás, están hablando de una producción nacional (con todo lo que eso implica) en la que TODAS Y CADA UNA DE LAS PELÍCULAS están realizadas con dinero público (y todos hemos pagado Torrente, Los Borgia, Al otro lado de la cama, Torremolinos 73 y demás mierda) así que ésta película es una más, lo que no vamos a hacer es echarnos las manos a la cabeza porque las marcas salgan a la luz, llamando anuncio a la película. No lo compro porque es lo mismo de siempre, y ese comentario valdría para el resto de producciones patrias e internacionales (acaso sale en una película algún otro móvil que no sea Nokia, con el consiguiente plano de la marca y del modelo? seamos serios)
A los segundos les diría que quizá ésta no haya sido la mejor manera de exponer esas loables ideas plasmadas en una pantalla.
Sin posicionarme como detractora ni como partidaria, si que me gustaría decir que desde hace más de 15 años he vivido en mis propias carnes la enfermedad de una persona mayor, y he vivido muchas de las cosas que muestran en la película (tan irreal no debe ser), y los ojos de Alexandre, se han transformado en los de mi abuela, y la nieta de la película éramos mi hermana y yo.
La película no es buena, quizá no es ni recomendable, pero personalmente me supuso un viaje de recuerdos y de emociones que me encogieron el alma, durante el metraje y las horas después al mismo.
No entiendo porqué la gente ha de ser tan dura con éste producto cuando no es ni de lejos lo peor que se ha filmado por los españolitos (no me hagáis poner ejemplos que sólo validan 3.000 caracteres).
Es una película más que tocará más profundo a quienes han vivido de cerca algo parecido, y que dejará indiferente, como producto gris a quienes acudan libres de esas vivencias. Pero nada más. No hay ni que demonizar a la película, ni que colocarla en un altar. No seáis injustos.