X+Y
Sinopsis de la película
En un mundo difícil de comprender, Nathan se esfuerza por conectar con los que le rodean -sobre todo con su madre-, pero lo cierto es que sólo encuentra verdadero consuelo en los números. Un día se encuentra con un profesor anárquico y poco convencional, el Sr. Humphreys, cuando Nathan se incorpora al equipo del Reino Unido para competir en las Olimpiadas Internacionales de matemáticas en Taipei. Ambos formarán una inusual y especial amistad.
Detalles de la película
- Titulo Original: X+Y
- Año: 2014
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
Película
6.6
70 valoraciones en total
Nathan, interpretado por Asa Butterfield, tiene un claro trastorno, tal vez síndrome de Asperges, algo de lo que aquí no se comenta. El síndrome de Asperges se encuadra en una de las variantes del autismo, pero a diferencia, el Asperges suele darse en personas dotadas de una inteligencia superior a la media.
La película discurre acometiendo la curiosa personalidad de su protagonista, acercando y alejando la historia que nunca termina de tramitarse, tal vez por lo que su director Morgan Matthews prioriza en ella.
Una curiosidad, sin demasiados elementos que la sostengan durante las casi dos horas que dura.
¿Qué se debe sentir cuando cualquier interacción social ,sea cual sea la forma de esta, te resulte tremendamente difícil? ¿Cómo es que por una simple casualidad del destino, la única persona que nos haga reír, se vaya? ¿qué se siente cuando tienes muchas cosas de decir, pero te da miedo decirlas?¿cómo de incomprensible e incomprensivo puede ser el mundo…?
A todas estas preguntas, no sin cierta dificultad, podría respondernos Nathan. En esta sociedad, el autismo es una enfermedad desconocida para la mayoría, puesto que la habrán oído nada más, no habrán visto a nadie que la padezca. Agradezco a esta película que de un poco de luz sobre un tema del que se desconoce tanto y por desgracia ,en muchos casos, aunque los tratamientos con los psicólogos sea bueno y efectivo, el ambiente y las personas, no contribuimos a hacerles esta enfermedad más llevadera. Los marginamos…en algunos casos no somos conscientes de ello, pero por normal general se hace conscientemente. Tampoco se le puede echar nada en cara a nadie, no saben lo que hacen y actúan por automatismos…
A veces deberíamos preguntarnos si los que tenemos un problema somos nosotros, y no ellos, puesto que ellos aun teniendo una patología clínica, no hieren a nadie conscientemente, mientras que nosotros…
Bueno, hablando ya de la película, ha sido una experiencia asombrosa. Las interpretaciones de todos los personajes son fenomenales y de verdad nos hacen empatizar con ellos. Quizás con el que sea más difícil empatizar sea con Nathan, muestra de la gran calidad de la interpretación de Asa Butterfield, que una vez más, nos ha demostrado su talento para interpretar personajes que tiene algo extraño, único y especial. Todos sentimos inmensas ganas de ir y abrazar a su madre, que merece un diez, pues ha conseguido criar a un niño con problemas sola . Aún así no se derrumba y sigue creyendo en el amor…una persona que no pierde la esperanza después de que la vida le de tantos golpes…merece todos los abrazos y caricias del mundo. También hay que mencionar el papel del profesor, si bien no es de lo mejor de la cinta, sigue siendo bastante creíble y divertida, sin olvidarnos de jao mei, gran personaje, que es como una extensión nuestra dentro de la pantalla, ya que trata a Nathan como todos queremos que se le trate. Si la mente de Nathan funciona diferente cuando esta con Jao Mei… está totalmente justificado y es encantador por su parte ( aunque no sepa porque le pase ).
La fotografía y las ambientaciones, sin ser de lo mejor del film , le dan un aire original que le va genial a estas películas independientes. Realmente no nos planteamos lo grande y distinto que es el mundo…
Y la banda sonora es de lo mejor que se ha oído en mucho tiempo. Gran trabajo sobre todo de Keaton Henson, compositor de gran parte de las canciones que aparecen. Sus instrumentales te transmiten ternura, incertidumbre, empatía por el personaje, ganas de seguir conociéndolo…me quede a ver incluso los créditos, sólo porque estaba escuchando su música. La pondría al nivel de la banda sonora de intocable, pero esta película no ha tenido tanta repercusión, por eso casi nadie podrá apreciar esta maravilla de composición, que hace que se nos revuelvan nuestros sentimientos más profundos… Mi más sincera enhorabuena por esta verdadera obra de arte que casi con total seguridad será desconocida por la mayoría, y que por suerte yo si he conseguido disfrutarla.
De verdad os lo digo, no quería que se acabara esta película. No paraba de mirar cuanto le quedaba, angustiado, viendo que poco a poco se acercaba el final de este film que me ha cautivado como hacía tiempo que una película no lo hacía .
Quizás esta no sea una critica de un experto o técnico especializado. Es mas bien de alguien a quien el cine le apasiona y disfruta más que muchas otras cosas en la vida, quien valora tanto la calidad estricta de las películas como las emociones que remueven. Pues bien, les comento que tengo un hijo, un niño de 4 años a quien diegnosticaron con TGD cuando tenia solo uno y medio.
En el personaje de nuestra película veo muchas cosas que me llevan al temperamento de mi hijo, principalmente la atracción y las ganas de quererlo a pesar de que parece que no esta siempre conectado con la realidad. Sin embargo si está, aunque no parezca, siempre está. Ellos entienden el mundo de otra forma, no siempre están cómodos, esto es difícil de comprender para muchos.
Una de mis grandes dudas (que muchas noches no me deja dormir) es si él podrá sentirse pleno, feliz, amar a una chica, no se. Por eso he valorado mucho esta película porque en su desenlace se esconde lo que mas deseo en este mundo.
Define la película en una frase: hermosa, pero melosamente inconsistente.
De las películas que involucran argumentos donde la matemática está presente, este film debe ser uno de los pocos que tiene un comienzo y media trama consistentes y delicadamente tratados. Desde cómo presentan la condición de Nathan (Asa Butterfield, que según se indica es autismo, pero a medida que se desarrolla la película se podría decir que se parece más a un asperger) y su gusto por los patrones y la geometría, hasta como exponen su relación con sus padres y sus cercanos. La figura paterna como ente acogedor, comprensivo y desafiante a la vez (es quien lo motiva en su gusto por las matemáticas y, por sobre todo, quien lo hace reír). La figura de contraste (no antagónica) de su madre, una persona que no logra congeniar con su hijo debido básicamente a trabas mentales que ambos desarrollan el uno hacia el otro. Nathan ve en su madre a una persona no lo suficientemente inteligente y ella ve a su hijo como un ser extremadamente enredado (la escena en el restaurant chino es un ejemplo de eso), por tanto, el resultado final de ello termina siendo un alejamiento emocional forzado e incómodo al menos para ella.
La figura del profesor viene a jugar el rol de mentor de este timidamente problemático niño. Hay un acontecimiento en la película que conlleva un gran peso para Nathan, que no voy a mencionar acá para no empezar a escribir spoilers, y peor aún, spoilers relevantes. Nathan se da cuenta que podría competir en unas olimpiadas, donde podría ganar una medalla por su inteligencia, pero para eso debe ganarse un lugar en el equipo del Reino Unido. En la etapa de selección, se concentran en China, (con su contraparte China) y conoce a otros jóvenes como él, especialmente a una amiga asiática, que logra penetrar su poderoso escudo y logran una gran amistad .
Aquí es donde me detengo un poco más. La película pasa de estar enfocada en este genio matemático y sus complejas interacciones sociales, a estar enfocada en la última media hora en tramas sentimentales y diálogos entre aspergers que ciertamente es muy difícil que ocurran en la realidad. Esa es una caracteristica de ese síndrome (incluso más marcada en el autismo), el no tener la capacidad de reconocer los sentimientos expresados por otra persona. En ese contexto, existe un diálogo que se desarrolla en un baño, que es completamente inconsistente con todo la construcción de personajes que ha hecho la película.
La parte final es la culminación de tales inconsistencias. Un film tan bien dirigido y editado, con tan buenos personajes, merecía un final menos típico y predecible, menos romanticón y más realista, más conectado con lo que un personaje de esas características sentiría y actuaría. No se trata de final feliz o final triste, no se trata de tragedia o buenos deseos, se trata de hacer calzar la culminación de toda la obra con un final acorde a tal construcción, y por lo menos en mi opinión, eso no se logra.
En fin, un 8/10, porque un 80% de este film me dejó con un muy buen sabor, pero me hubiese saltado el postre.
X+Y es un drama juvenil que no ha pasado por muchas pantallas españolas, como tantas otras películas interesantes que se quedan en el tintero porque su factura y planteamiento no pasan los filtros de las taquillas comerciales y sólo se exhiben para una minoría. Por fortuna, tenemos a FA que nos da la oportunidad de bucear y encontrar títulos que prometen, al menos a primera vista.
El filme de Morgan Matthews, director experto en documentales, trata sobre las consecuencias, directas e indirectas, que provoca el autismo en un niño brillante. Incapaz de mantener ninguna relación social duradera, llegando incluso a evitar cualquier contacto físico como un agarrón del brazo o un simple beso, resulta por el contrario un cerebrito para las matemáticas. Pero es que además el chico es tan cuadriculado que sólo percibe el mundo a través de patrones, por muy sutiles que sean, que le producen malestar y ansiedad cuando no se cumplen. Es enemigo acérrimo de las frases hechas y los refraneros.
A diferencia de otros dramas de mayor presupuesto relacionados con enfermedades como Una mente maravillosa (2001), o la más reciente La teoría del todo (2014), la historia de X+Y no sigue los cánones del biopic tradicionales. A pesar de basarse en una historia real, se cuentan las peripecias de Nathan (Asa Butterfield) como si se tratara de cualquier película juvenil, y la narración resulta así fluida pero algo convencional. No deja de ser un poco más de lo mismo, chico conoce a chica, desenlaces predecibles, etc, pero tiene ese aire europeo que si fuera norteamericana sólo podría ser cine independiente.
Matthews nos habla de sentimientos, emociones y matemáticas en una ecuación efectista y con buena base, pero no acaba de encajar del todo bien las piezas y, lo que es peor, la credibilidad de algunas situaciones va perdiéndose por momentos sobre todo hacia la parte final, dando la impresión de que se ha buscado algo esperado por miedo a defraudar al espectador con algo más arriesgado.
Sin duda, lo mejor del filme es la actuación de Asa Butterfield, para mí su mejor interpretación hasta la fecha. Sus compañeros de reparto son, cuanto menos, resultones, destacando entre ellos a Rafe Spall como el tutor antisistema de Nathan.
X+Y = Recomendable.