X
Sinopsis de la película
En 1979, un grupo de jóvenes cineastas se propusieron hacer una película para adultos en la zona rural de Texas, pero cuando sus anfitriones solitarios y ancianos los atrapan en el acto, el elenco pronto se encuentra en una lucha desesperada por sus vidas.
Detalles de la película
- Titulo Original: X
- Año: 2022
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
6.3
73 valoraciones en total
Entre la filmografía del realizador Ti West habré visto algunos episodios de series tales como Wayward Pines o Outcast, y poco más, el que nos ocupa sería el priimer largometraje que vería de él como director. He terminado muy contento con el visionado de esta cinta en el que se mezcla, con buen hacer, tanto sus breves dosis de sexo, sus toques de terror, mucho suspense y gore. Un más que notable slasher ambientado a finales de los años 70 del siglo veinte, concretamente en el año 1979 y cuya historia logra mantener al espectador pegado a la pantalla durante los algo más de cien minutos de metraje. La actriz Mia Goth (vista en Nymphomaniac. Volumen 2 de Lars von Trier) encabeza el reparto, pero no sufre sola, ya que está bien acompañada pòr Jenna Ortega (como scream queen ,o reina del grito, ya lucía muy bien en la nueva entrega de Scream, y aquí está, a mi modo de ver, estupenda) , Brittany Snow, Kid Cudi, Martin Henderson y Owen Campbell, entre otros. Si uno ve el tráiler, a priori, ya se puede hacer una idea de lo que se va a encontrar y/o de por dónde irán los tiros. Esta X (2022) es toda una sorpresa visual, muy recomendable para los que disfrutan con los géneros que toca. En resumidas cuentas: La X marca el lugar donde el sexo, el terror, el suspense y el slasher colisionan de manera más que notable. Mi nota final es de 8,5/10.
La peli arranca con un plano cuidado, bonito. El trabajo de fotografía es fino, se nota en las texturas. Se han currado la edición, creativa y aguda. Al igual que el sonido y la música. Los efectos especiales de maquillaje también son buenos y solventes. A nivel técnico todo llama la atención, por encima de lo que cabría esperar… ahora, también te digo que:
-Hay que esperar una hora (1 hora entera!!!) para que empiece la juerga.
-La juerga es seriota, se olvidaron del humor.
-La primera hora la dedican a contarte cosas que no te importan un pito y al sexo recatado.
-No queda claro ni el tono ni el propósito de la peli.
-Entretenida no es, el ritmo desatina.
Vamos que si, que la peli está bien hecha, y se agradece, pero no sabes muy bien qué estás viendo, ¿un slasher?, ni idea. Llámalo X
X, la nueva película de Ti West es mucho más que un homenaje retro al cine de terror o pornográfico de finales de los 70 o principios de los 80, a pesar de lo evidente de sus referencias a la mítica La Matanza de Texas de Tobe Hooper, el slasher más desenfrenado y festivalero de la época tipo Viernes 13 o clásicos del porno como Garganta Profunda o Tras La Puerta Verde. X es ante todo una declaración de amor incondicional hacia todos aquellos cineastas que se lanzaron en aquella época, a rodar películas con escasos presupuestos, repletos de ilusión y en ocasiones de mucho talento, que intentaban revolucionar un medio, y alcanzar el éxito en la industria del cine, independientemente del género.
Aunque la historia de X o cualquiera de sus posibles variaciones la hemos visto innumerables veces, gracias a una factura técnica estupenda (fabulosa fotografía y efectos especiales, prácticamente todos ellos artesanales), un montaje ágil, preciso, y muy juguetón, unos personajes muy bien esbozados y unas interpretaciones que son mucho mejor de lo que suele ser habitual en el género (sobresalen el trío femenino: Mia Goth, Jenna Ortega y Brittany Snow, así como Stephen Ure y Kid Cudi) hacen que disfrutemos cada minuto de esta perversa orgía sanguinolenta como si fuera un gran soplo de aire fresco renovador. Y es que a pesar de que sabemos lo que va a ocurrir (cual película porno que se precie), y lo deseamos, lo mejor es que el amigo Ti West lo sabe, y nos lo brinda en ración doble, cruda, directa y gamberra.
Todo en X está tratado con un gran mimo, detalle y respeto. Se aprecia en cada plano que todos los involucrados saben muy bien lo que se traen entre manos, que no es otra cosa que un maldito espectáculo jocoso, vicioso y depravado de sexo y sangre, no exento de toques de humor cafre.
En definitiva, X acierta de pleno y nos brinda un bizarro y violento placer repleto de guiños y referencias que harán las delicias, cual sueños húmedos, de los incondicionales del cine de género. Un grato disfrute sin paliativos, que posiblemente, así lo deseo, acabe siendo una joya de culto.
Tontería en busca de justificación, bajo su «serio» disfraz de parábola existencial parvularia, para contar perogrulladas sobre amor y sexo (y sus posibles consecuencias en caso -o no- de mezcla), y dar lecciones de filosofía barata sobre cómo el tiempo y la gravedad terminan convirtiéndonos en ruinas (físicas y puede que también mentales) incapaces de casi todo excepto, quizá, de sufrir un buen ataque de envidia (pecado capital) salido de madre.
Y el tal West, metido en faena explicativa, trata de enlazar bifurcaciones argumentales intercalándolas en series de planos rápidos, «deleita» con alguna pausada secuencia de pretendido discurso reflexivo y, en pleno arrebato intelectualoide, llega incluso a dividir la pantalla (puede que para quien todavía se acuerde de Brian de Palma, salvando distancias y enormidades, claro).
Terminado tal planteamiento, West se mete entonces en lo que posiblemente sea lo suyo, y le sale un slasher facilón, mojigato, mil veces visto, y tantas (como en este caso) sufrido.
En resumen: yo que vosotros no perdería tiempo ni dinero en esto. Lo que en otros tiempos (menos correctos) hubiera sido carne de videoclub polvoriento (en el que obviamente no habría brillado como alguna de aquellas pequeñas joyas perdidas que podían encontrarse allí), hoy será colgado en alguna plataforma streaming para quienes, a pesar de todo, quieran rascarse la curiosidad.
A menudo, una película te dice lo que es con su primer plano. Hereditary lo hace. It follows, por poner más ejemplos recientes sacados del mismo género, también. El primer plano de X entra en el mismo saco. Un plano fijo que mira desde el interior hacia el exterior, con el umbral enmarcando la escena en un deliberado aspect cuadrado, similar al 4:3 de los televisores antiguos. Este umbral, desde Ford en Centauros del desierto hasta el día de hoy, es utilizado para marcar el límite entre dos mundos, y aquí el simbolismo es parecido. Realidad y ficción, presente y pasado. En cuanto hay movimiento, los mecanismos de Ti West se ponen en marcha. Con un parsimonioso zoom, la cámara nos hace atravesarlo, y la invitación queda clara: recreemos una época que ya no volverá.
X se sitúa por encima de la gran mayoría de slashers dándole algo de profundidad temática a la historia. Establece una oportuna conexión entre la frustración sexual y la violencia. El sexo, en el mundo de West, es patrimonio de la juventud. X utiliza el género para retratar el rechazo social a lo decrépito y, en la misma medida, el anhelo por lo que fue y nunca más será. Lo bello y lo viejo se sitúan en extremos opuestos, por lo que no es casualidad que Maxine y Pearl estén interpretadas por la misma actriz. Cuaja con menos consistencia, eso sí, utilizar el fundamentalismo religioso como motivación y trasfondo. Que yo siempre a favor de meterle caña a este tipo de discursos, pero en este contexto, creo que es echarle ingredientes de más a una receta que no los necesita. Sí que funciona, y bastante bien, la descripción de sus villanos, empática y mucho más sugestiva que la de sus héroes , que deja bastante que desear. La tristeza de Pearl y el amor que ella y Howard se profesan nos regalan momentos de sorprendente y refrescante ternura. Al menos, durante la primera mitad.
En la actitud de West ante el material están las virtudes y los defectos de la cinta. West homenajea al género, no lo deconstruye ni lo trastoca. La matanza de Texas es una referencia más que obvia, y la ambientación setentera (soundtrack incluido) le sienta de maravilla, pero la estructura de la película no se desvía demasiado del formato establecido en las últimas décadas. West, a pesar de sus pretensiones, no puede evitar, voluntaria o involuntariamente, caer en la misma trampa en la que cae su personaje RJ, ese director pornográfico con ínfulas de autor. West quiere trascender el género en el que se mueve, pero se queda atrapado por sus limitaciones. Cuando se abre el telón, acabamos estando en las mismas, en el gore gratuito, las muertes irrelevantes y las caricaturizaciones. Quitando una escena en concreto, cuya sinceridad conmueve e incomoda a partes iguales, los últimos 45 minutos casi refutan la tesis anterior.
Lo que consigue West, y de esto no hay ninguna duda, es explotar al máximo los recursos cinematográficos para dotar a X de una presentación visual imponente. Los montajes alternos se emplean con creatividad, y los estupendos planos cenitales potencian la cualidad enrarecida de la atmósfera e incrementan la tensión. Las cámaras se mueven con lentitud, sin ninguna prisa, y el sonido, apartado tan importante y tan mal utilizado en muchísimos trabajos del género, está cuidado y huye, con alguna excepción, del efectismo rancio. El maquillaje es, tal vez, demasiado estrafalario. Más sutileza habría venido bien. Pero bueno, es una pega menor y no impide que la puesta en escena apruebe con nota. De las interpretaciones poco o nada se puede decir, ni bueno ni malo. El elenco cumple con su función.
X es, en líneas generales, un slasher meritorio. Probablemente el mejor slasher en años, aunque esto, en uno de los subgéneros que más ratio de fracasos acumulan desde su concepción, tampoco es decir demasiado. Sí que diré que es, hasta la fecha, mi película favorita de West, un cineasta que siempre me había intrigado, pero nunca convencido. Recomiendo X a los fans del género por ser mucho más meticulosa y rica que otras muchas, a pesar de que su segunda mitad sea, en mi opinión, sustancialmente inferior a la primera.
Puntuación: 6,5