White: The Melody of the Curse
Sinopsis de la película
Pink Dolls es un grupo de chicas que es siempre relegado a segundo plano por otros ídolos populares. Cuando las chicas liberan su nueva canción White – una nueva versión de orígenes desconocidos se convierten en sensaciones instantáneas. Los cuatro miembros de PinkDolls incluyen a Eun Joo una ex bailarína de breakdance, Jenny una insegura cantante con golpes de notas altas, A Rang, una cantante adicta a la cirugía plástica, y Shin Ji que no puede cantar, pero es buena en rap. Cuando el grupo se vuelve más y más popular, los celos y la competitividad aumentan como todas las chicas tratan de convertirse en la vocalista principal. Pero, cuando un miembro se convierte en la vocalista principal esa persona es víctima de un horrible accidente, uno por uno. Eun Joo se da cuenta de que la canción White es maldita e intenta desvelar el secreto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hwaiteu: Jeojooui Mellodi (White: The Melody of the Curse)
- Año: 2011
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
4.7
58 valoraciones en total
No está tan mal como cabía esperar en un principio. La idea ya es absurda, parece una parodia del género. La canción asesina o algo así. Yo ya no sé que les falta por demonizar en esta vida, pero los asiáticos continúan con su explotación de un género que ya no consigue asustar a tanta gente.
Pero sin duda podría haber sido mucho peor. Hay algunos sustos buenos, y, aunque sea a base de repetir lo mismo de siempre la película es interesante, por muy estúpido que se sienta uno diciendolo. No es desde luego por las actrices ni los directores, es más por la sorpresa de esperar algo bastante más cutre.
No es una buena película, pero de las malas del género es de las mejores.
Una más que notable muestra de la salud del cine coreano de género. En este caso, el terror para adolescentes disfrutable por completo por todo tipo de fricazos y fans del terror entre los que me encuentro.
La historia de un estudio maldito, incendiado tras el debut de un grupo con una canción, White , que vuelve a funcionar con idéntico resultado en un grupete de chicas, preciosas, cómo no, que rescatan el dichoso temita. Las Pink Dolls van cayendo una tras otra en una cinta con sustos terroríficos y tensión casi constante.
Lo mejor: Asusta, de verdad.
Lo peor: Algún asuntito recurrente ya en el género.
La historia de esta película es absurda. La premisa es la de una canción pop maldita que trae consigo el común fantasma vengativo de pelos largos, esta vez teñido de blanco.
Resulta que la integrante de un grupo pop que no terminar de arrancar encuentra el video de la canción por casualidad, tienen éxito con ella y empiezan las penurias. La maldición se carga a la cantante principal, ésta se sustituye por otra, a la que también se carga, y pasa la siguiente, y se la carga… ¿Qué sentido tiene eso?, para empezar resulta muy poco creíble que cada vez que una muera (o vaya parar al hospital) la siguiente ocupe su lugar y todos pasen del tema como si nada. Lo siguiente es la actitud de las cantantes, obsesionadas con ser la principal hasta límites ridículos. Personajes irritantes y estúpidos que dan ganas de que se mueran de una vez. La evolución de la protagonista no tiene ninguna lógica, comienza siendo buena, comprensiva y sin la ambición malsana de sus compañeras, pero una vez que las demás están fuera de juego de repente decide seguir con la canción, hacer todo lo posible por ser famosa y volverse una artista de pacotilla insoportable más.
Tiene tela también el misterio y la forma de resolverlo, con estúpidos acertijos obtenidos de la manipulación de las pistas de audio del video que en realidad no valen para nada y no ayudan en nada, aunque se pasen la mitad de la película con eso. Para colmo, la historia se enreda todo lo posible para que parezca mucho más complicada de lo que en realidad es, convirtiendo en farragoso el tercio final de película.
Un film incoherente, ridículo, largo, caótico, aburrido y con mucho playback. El intento de crítica a la industria del pop y su funcionamiento no logran calar. Todo cae en el olvido.