Vivir para gozar
Sinopsis de la película
Adaptación de una obra de Broadway. Johnny Case (Cary Grant), un hombre poco convencional, se enamora de Julia Seton (Doris Nolan), una chica de buena familia, así que debe adaptarse a la alta sociedad neoyorquina. Además, su novia quiere que trabaje en el banco de su padre, actividad incompatible con su carácter. Sólo Linda (Katharine Hepburn), la vivaz hermana de Julia, es capaz de comprender que Case desee vivir una vida diferente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Holiday
- Año: 1938
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
Película
7.5
72 valoraciones en total
Pues sí. Esta comedia cuenta la historia de una chica de alta sociedad que va a casarse con un señor libre y soñador (Cary Grant) que acaba enamorándose de su rebelde y diferente hermana (Katharine Hepburn). Se nota que está basada en una obra teatral (mismo espacio en casi todo el filme) pero los diálogos son irrepetibles. Más que una comedia alocada de las que estaban de moda en aquellos años, ésta es una comedia seria que habla de la frivolidad de las clases altas y de su interés por enriquecerse. También habla del sentimiento de libertad y del despojarse de todos los convencionalismos sociales para ser verdaderamente feliz sin estar apegado a lo material. Por eso el personaje de Cary Grant quiere vivir de vacaciones eternamente, para disfrutar de la verdadera vida, y por eso katharine Hepburn y todos los espectadores lo admiramos. Qué este mensaje libertario y más propio de los años 60 y 70 se diese en una película de los años 30 es ya suficiente mérito.
George Cukor ofrece una muy buena dirección y de los dos protagonistas poco más se puede decir: dos de las grandes estrellas de todos los tiempos. Un clásico casi magistral.
A estas alturas no vamos a reconocerle a George Cukor el arte de magnificar una comedia, de hacerla pura delicia para el espectador. Y en esta nos lleva a través del avance de la cinta a disfrutar plenamente de muchos aspectos de la película.
A raíz de un argumento basado en las trabas sociales , que aún existiendo hoy día, estaban más arraigadas en los tiempos que rodean a la película. Nos encontramos desde unos primeros planos en los que unos magníficos secundarios como Edward Everett Horton y Doris Dolan, entrevistan al personaje de Cary Grant acerca de el estatus tanto social como económico de su futura prometida.
Con esta idea en mente nos presentamos en casa de su prometida , a la cual conoce hace poco y apenas sabe nada de ella. ( Ver spoiler a ).
Se nos presentan a los diferentes personajes de la trama la hermana interpretada por una colosal Katharine Hepburn y su hermano Lew Ayres, cada uno con su peso argumental. ( Ver spoiler b ).
El padre, el hueso duro de roer y el más difícil de convencer. Nos daremos cuenta durante este producto interesante y bien armado con una narración emocionante, que es lo que realmente tiene el valor para la felicidad, si la posición económica o el lograr tus propios sueños a base de esfuerzo. ( Ver spoiler c ).
Quizás el hecho de ser una comedia hace poco creíble la decisión final a tomar por los prometidos, pero es una duda que siempre queda en todas las historias ¿ triunfará el amor ? ( Ver espoiler d ).
El desenlace final era el que se esperaba, simplemente por el hecho de los actores que intervenían, pero quizás lo hubiesen desarrollado un poquito más, porque al fin y al cabo…es el final que deseábamos todos, ¿ o no ?
Ésta es una de esas sorprendentes y profundas historias que no se pueden definir simplemente como comedias , porque son muchísimo más complejas que eso, y reducirlas a una simple etiqueta equivale a infravalorarlas.
Siempre he creído que Katharine Hepburn era con diferencia la mejor actriz de todos los tiempos, y tras ver maravillas como ésta, lo sigo creyendo.
Lo que presenciamos aquí es toda una minuciosa y crítica revisión del sueño americano y los laureles con los que pretende seducir a los incautos. En ese rasgo, la película no es original, ya se ha tratado innumerables veces en el cine ese tema. Pero en 1938, el tema poseía aún una gran frescura en el cine y en esta película en concreto se aborda directamente y sin tapujos.
Cuando el sueño americano consiste en entrar al club de las grandes familias de rancio abolengo, llevar una vida vacía en una gran casa-museo que es como una jaula de oro, tener amistades hipócritas que sólo se mueven por el olor del dinero, un empleo enchufado en una de las grandes empresas del suegro en el que uno no hace prácticamente nada aparte de rascarse las p… ehhh, las palmas, ir a aburridas e insulsas reuniones en el club social en las que todo el mundo se dedica a despellejar al prójimo y organizar fiestas en las que todo el mundo se dedica a lo mismo que en las reuniones del club social.
Pues bien, a nuestros protagonistas se les plantea la disyuntiva de tomarlo o dejarlo, de entrar al club y lograr el tan ansiado sueño americano, o darle la patada a todo y prescindir de ese sueño que, no por ser tan cacareado, es menos esclavizador, discriminatorio y contrario a la libertad individual.
Las grandes interpretaciones de Katharine Hepburn (Linda Seton), Cary Grant (Johnny Case) y también la de Lew Ayres (genial como el cínico pero sensible hermano de Julie y Linda, las protagonistas) y las de Jean Dixon y Edward Everett Horton (como los Potter, amigos de Johnny Case), hacen crecer por momentos la película hasta momentos de increíble vivacidad, ternura y profundidad psicológica, con unos diálogos extraordinarios en su intensidad, en su honestidad y a menudo en su sentido del humor.
Una joya de película que sigue reluciendo pese al tiempo transcurrido.
Ya dije sobre otras comedias de los 30, con Cary Grant de protagonista, que actuaba más como play boy convencido de su guapura que como verdadero actor, ahora he tenido la oportunidad de cazar una comedia en la que por fin da la talla, asumiendo el papel de un hombre que tiene que escoger entre un futuro cómodo y asegurado o encontrar a la mujer que se adapte a su forma de ser y de comprender la vida, llena de sueños en los que no domina la ambición. Vemos por tanto a un Cary Grant atractivo y simpático y, sin embargo, con serias convicciones. Katherine Hepburn se encarga de ayudarle a cumplir sus planes. Estos dos actorazos, algunos secundarios que cumplen a la perfección sus cometidos, y -cómo no- nada menos que un George Cukor pilotando la nave, se encargan de tejer una divertida, entretenida, interesante e inteligente comedia, de las mejores de aquélla época. Para disfrutar de verdad con buen cine.
Esta película nunca la había visto antes, pero al verla me dio la sensación que ya he visto a estos personajes. Quizá porque en casi todas las comedias americanas de los años 30 no faltan estos ingredientes:
– Heroe guapo, pobre , simpático y buen chico que hace pequeñas locuras de vez en cuando. En este caso hace cabriolas sin venir a cuento. Sí, sí, el tío por ejemplo antes de salir de una habitación da una voltereta. Vete a saber por qué.
– Heroina guapa, con carácter y soñadora. Y cuando suelta el discursito pues primer plano, se le ilumina la cara y mira a un punto indeterminado.
– Padre de ella viudo, rico y severo. El típico mandamás que luego resulta que no manda nada. Suelta los típicos discursos de en mis tiempos… erguido y con el dedo índice apuntando al techo.
– Hermana tontina y materialista a la que la heroina quiere mucho pero que no se lo merece porque en el fondo es una arpía.
– Familiar borrachín que suelta de vez en cuando las verdades del barquero sin que nadie le haga caso. En esta peli es un hermano, pero suele ser un tío, es más, suele ser Tío Henry, no se por qué. Indispensable que la heroina le llore alguna vez en el hombro.
– Pretendiente de la heroina estirado y pelota. En este caso han sustituido el pretendiente por un primo, pero hace la misma función de metomentodo.
– Amigo bohemio del heroe que actua de conciencia crítica y que además le ríe todas las gracias. En este caso son 2 ya que un matrimonio es quien cumple esta función.
Agítese la coctelera, ponga unos buenos diálogos y voilà: comedia años 30.
Lo de pobre lo he puesto entre comillas porque no tener dinero, o renunciar a él, en este tipo de películas no es óbice para tener smoking o irse de crucero. Yo así también quiero ser pobre.
En fin, la peli es entretenida pero vas pensando: yo esto lo he visto antes, yo esto lo he visto antes….